VI

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El salón del trono destrozado, el cuerpo inerte partido por la mitad de Mordo y un aire quebaugura peligro. Al ver todo el desastre ocasionado, Wanda se dejó caer, rendida de nuevo ante los males que había causado. Perdió el control de nuevo y cuando todo se calmó se dio cuenta de lo que había hecho. Ella sola asesino a sangre fría al maestro Mordo, el hechicero supremo de su realidad. No podia creerlo todavía pero las cosas eran así, pues ella acabó con una vida en serio importante, y el solo hecho de estar en el mismo lugar que ese cuerpo destrozado le hacia recordar todos los males que provocó con tal de recuperar a su familia y de volver a sentirse amada. El fantasma del arrepentimiento la inundó una vez más.
—No puede ser —dijo para si.
Pero en sus manos estaba el poder de cambiarlo todo, así lo haría, arreglaría todo lo que había causado. Sus ojos se iluminaron de un rojo intenso y con solo pensarlo, el cuerpo de Mordo comenzó a unirse de nuevo, lo reviviría y asi podría, quizas, calmar la guerra que, por su causa, había iniciado. Pero antes de restaurar el cuerpo por completo, mucho antes de volverlo a la vida, una presencia detras de ella la distrajo.
—Estas fuera de control, Wanda, esto no puede seguir así.
—Strange... yo... él ha venido a matarme, ¿qué querías que hiciera?
—Matarlo tú a él —Respondió con ironía— era lógico que pasaría.
—Espera, por favor, puedo arreglarlo, creo que se como solucionar todo lo que he causado, las rasgaduras en el universo, puedo volverlo a la vida.
—¡Maldita sea! Está muerto, no puedes solucionarlo todo de esa manera, matar a los que te lastiman y revivirlos cuando quieras casi como un capricho. He confiado en ti, Wanda, te he defendido de todos los que quieren a acabar contigo, pero tu no tienes salvación, ni mereces el perdón. Matas por placer, acabas con la realidad a costa de todos solo por salvar tu propia felicidad, pero dejame decirte algo, no eres la unica que sufre, hay otros que lo han perdido todo y saben como seguir adelante, pero tu te encierras en tu propia miseria, finges ser la victima para justificar tus acciones. Yo también he perdido mucho, y no pretendo cambiar nada porque así no funciona la vida, esto se acaba aquí.
—Te juro que puedo arreglarlo todo —dijo Wanda entre sollozos—, ese maldito libro me ha envenenado, pero si lo destruimos todo puede volver a la normalidad, Strange, necesito tu ayuda.
—No mas oportunidades, Wanda, esto no acabará cuando el libro sea destruido, acabará cuando tú dejes de existir.
—Por favor...
—Donde están los niños.
—Escucha, si quieres acabar conmigo, adelabte, me harias un favor, pero deja a mis hijos en paz.
—¿Cual es la diferencia, sí cuando mueras no volverás a sufrir?
—Strange, no. No me obligues.
—No te equivoques más, Wanda, ellos tenian razón, y ahora tu vas a pagar las consecuencias de tus acciones.
Stephen Strange se elevo por los aires, de sus manos manaba una energía dorada, conjurando un encantamiento para aprisionarla. De los símbolos magicos que invocó, brotaron cadenas que envolvieron a Wanda, dejandola inmovil sobre el suelo, a un lado de Mordo, pero ni siquiera Strange podía confiar que fuese suficiente, subestimar a Wanda era como subestimar al propio universo, y así  fue, con la facilidad que Strange imaginó, Wanda hizo desaparecer las cadenas en un abrir de ojos y su cara no mostraba más las señales de cordura.
—Si así quieres que sean las cosas, entonces...
Wanda hizo levitar los pilares derribados del salón y los arrojó contra Strange, quien se protegió invocando un escudo magico, y Wanda aprovechó para escapar levitando en busca de sus hijos.
—¡No hagas esto mas dificil Wanda!
Pero yas cosas se habían complicado mas de la cuenta para todos, y en lo único que ella podía pensar era salvar a sus hijos, pero no sería tan facil llegar a ellos, porque ya Charles habia informado de su paradero.
—Ciento cincuenta hechiceros van detras de tus hijos, será mejor que nos colabores o seras un estorbo más.
—Haré lo necesario para salvarlos.
—Es que no te das cuenta, uno de ellos es en quien recae el peso de todas las realidades, tu creación salio mal.
—Deja de repetirlo.
Molesta, Wanda hizo levitar a Strange y lo arrojó con fuerza contra el suelo, siendo salvado por el unico aliado que aun confiaba en él. Wong hizo descender a Strange con un hechizo de levitación, reuniendolo con el resto de los que aun podían solucionar el desastre. Stephen abrió los ojos para encontrarse con los de su otro yo, el otro Strange lo miraba con burla mientras Wanda se alejaba por los cielos.
—¿Qué es tan gracioso, imbécil?
—Creo que tenemos un plan —estalló el otro Strange en una carcajada— mira lo que Wong y yo logramos recuperar. Y tambie la chica que atraviesa realidades.
El Darkhold en sus manos, lo habían robado, pero derrotar a Wanda no sería tan facil, no como su otro yo pensaba, él habia asesinado a una Wanda de otra realidad, una que aun no era la bruja Escarlata, pero frente a ellos se levantaba amenazante una mujer dispuesta a todo para salvar a sus hijos, los unicos grandes amores que le quedaban.
—Chavez tiene un plan —dijo Wong— ella va a capturar a los niños con el resto de hechiceros, Reed y Susan preparan la base para rescatar a los sobrevivientes y nosotros intentaremos detener a Wanda.
Stephen miró con asombro a su compañero, Wong siempre fue el tipo de persona que prefería no intervenir, pero cuando la realidad pendia de un hilo sobre las manos de Wanda, estaba dispuesto a arriesgarlo todo, aunque fuera lo último que hiciera.
—Bueno, pues en marcha —dijo el otro Strange elevandose detras de Wanda.
Stephen aún desconocía el plan pero tenía la corazonada de que nada saldría bien, pero ¿qué mas podía perder? En efecto, aun estaba Christine dentro de la base, lo haría por ella, y no dejaría que una bruja loca terminase con la ultima alegría de su vida.

Wanda destrozaba el palacio a su paso, las torres, el suelo, los grandes muros eran derribados como una distraccion mientras se aproximaba al lugar donde resguardaba a sus hijos, pero la voz de ese telépata continuaba confundiendola hasta desorientarla.
—Sal de mi mente.
Pero la voz era persistente, tan poderosa que logró distorcionar su versión de la realidad, lo que veia no estaba en verdad ahí, el camino que se había trazado era en realidad un enorme muro que aun permanecía de pie, contra el que chocó con fuerza y cayó al suelo.
El telépata le había tendido una trampa, la estaban siguiendo para encontrar al origen de aquello que distorsionaba la realidad, nunca hubieran pensado que se trataba de un niño de doce años creado por los deseos de una mujer desesperada.
Wanda se levantó, aturdida, intentando captar los pensamientos de slguien que la seguíaera. "AHORA QUE ESTÁ DE ESPALDAS" gritó una voz en su cabeza, Wanda se dio la vuelta de inmediato y vio una figura envuelta en energía que volaba a gran velocidad hacia ella. Con astucia y actuando lo mas rápido que podía, hizo levitar dos enormes rocas h las arrojó con fuerza solo pudiendo retrazarle un instante, pero no logró detenerla, una mujer de piel oscura que le resultaba familiar. No parecía Monica, pero algunos razgos en su rostro había que eran similares. De nuevo la mujer se envolvió de energía y se abalanzó a gran velocidad contra Wanda, quien apenas tuvo tiempo de crear un escudo de energía para protegerse. El impacto las hizo saltar por los aires, destrozando aún mas el castillo, y cuando Wanda se levantó de nuevo se dio cuenta que estaba acorralada. Dos Strange a los lados, una mujer cuyos poderes le recordaban a los de Carol y Wong detras, todos en guardia dispuestos a atacar. La mujer fue la primera en lanzar un rayo de energía que Wanda detuvo con facilidad y lo desvío para atacar a Strange, el que parecía mas demacrado y quien pensaba era el que mas inconvenientes le iba a causar. Wanda se elevo de nuevo por los aires e hizo caer una tormenta de relampagos que se desató sobre sus contrincantes. Stephen convocó un hechizo haciendo brotar una especie de serpientes de sus manos que la envolvieron pero ella contrarrestó el hechizo convirtiendolo en cadenas que envolvieron a la mujer, luego la expulsó por el espacio sin poderse liberar.
Los dos Strange atacaron con un rayo de energia contra Wanda, mientras ella desaparecia y aparecía detras de ambos , aturdiendolos con solo pensarlo.
Wong era el único restante, pero el ya sabía cual era el plan, y confrontar a Wanda el solo lebaterraba, pero así era como debía terminar. Invocando dos espadas de energía, se desató el combate entre ambos, ella se defendía con aparente facilidad repeliendo con su energia las espadas de Wong, las cuales se convirtieron en dos latigos de forma inesperada que la lograron distraer y Wong la envolvió con ambos lazos magicos, dejandola inmovil. Entonces aprovechó para invocar una lanza mágica para terminar así con el sufrimiento de todos los universos. Wong le clavó la lanza a Wanda, justo entre las costillas y la sangre no esperó a ser derramada.
—Lo lamento, Wanda, pero no nos dejaste otra alternativa.
Los dos Stephen se aproximaron pero sabian que aquello no iba a detenerla por mucho, y solo habían desatado la furia de Wanda. Un estallido de energia roja los expulso a los tres, pero solo uno sería quien pagasa por la osadía de intentar matarla. Wanda hizo levitar a Wong, de los muros brotaron raices que lo ataron de manos y pies, estirando sus extremidades hasta el límite.
—Que sencillo seria —dijo Wanda trastornada— para mi desintegrarte, volverte polvo cósmico, volverte nada, pero quiero que sufras tanto como me has lastimado, quizas mas...
Las raices que aprisionaban a Wong se apretaban mas contra su piel y estiraban todo su cuerpo, y con un ademán de su mano, Wanda hizo que tiraran de Wong hasta despedazar su cuerpo por completo.
Los dos Strange habian visto aquel espectáculo tan desagradable, viendo como la herida de Wanda se regeneraba en un segundo. Stephen, cargado de ira, comprendió que su contraparte tenía razon, Wanda es un ser peligroso que es mejor que deje de existir, debian acabar con ella, en el nombre de sus amigos, el reinado de esa bruja debía terminar.

El Multiverso de la LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora