Dulce Venganza

Sogas

Seungmin llegó a su hogar, veía el lugar con lágrimas en los ojos. Recordaba cómo escogieron la casa juntos, su primera noche en la misma, cuando ni siquiera habían comprado la cama y durmieron sobre las cobijas. Era feliz con tan poco, mientras lo tuviera a su lado. Pero Hyunjin, ese tipo fue quien arrebató el amor de Chan. Se limpió los ojos y se decidió en empacar sus cosas y dejarle alguna nota, iba a regresar con sus padres.

Dio vuelta su habitación, sacando sus cosas para meterlas en una maleta. Vio una caja escondida en una esquina del armario, sorbió su nariz y la sacó. Encontró varios objetos sexuales, una cuerda roja de látex, unos látigos y demás cosas. Seungmin siempre pensó que las fantasías de Chan eran extrañas y no llegaron a probar estas cosas, pero justo en ese momento se le escapó una sonrisa macabra, llevaría a cabo su plan pronto, empezando por ir por Hyunjin a la empresa.

Al anochecer, fue a la empresa y vio a su amado besando a Hyunjin para despedirse, le hirvió la sangre por ello. Al verlo alejarse, y Hyunjin acercarse a la acera donde él estaba, preparó lo que traía. Tapó su rostro lo mejor posible mientras Hyunjin se acercaba, este no se percató de él, se limitó a intentar parar un taxi para ir a casa. Seungmin tapó su nariz y boca con el brazo, Hyunjin intentaba defenderse pero al faltarle el aire, cayó inconsciente en el suelo. El taxi se detuvo y Seungmin dio una sonrisa al taxista, entró con Hyunjin en su espalda, dándole al taxista la impresión de que nada más estaba ebrio, y se fueron. Llegaron a la casa de Seungmin y lo ató de pie en el pasillo, sonrió al ver que apenas y se mantenía de pie solo, le tomó varías fotos con su celular y se las envió a Chan:

Pero jamás esperó recibir esta clase de respuesta...

Félix envió un video de Chan despertando, aterrado por no poder moverse correctamente. Seungmin sentía una presión en el pecho, una preocupación exagerada por el bienestar de su novio, pues sabía que su mejor amigo estaría dispuesto a lo que fuera por obtener lo que quiere, al igual que el. Escuchó como Hyunjin despertaba poco a poco, viendo a todas partes, tratando de zafar sus brazos de los nudos. Seugmin se puso frente a el, sujetando la sogas para que no se moviera...

— Seungmin... ¿qué está pasando? ¿Dónde está Félix? Esta es tu casa con... Chan... — cuestionó Hyunjin hasta percatarse de qué sucedía, la pareja de su amante, lo tenía encerrado.

— Para meterte con mi hombre eres muy listo, pero para saber las razones por las que te podría traer eres algo lento. ¿Cómo mantuvieron algo tan complicado en secreto? — habló Seungmin rodeando al chico, este intentaba zafarse, por lo que tuvo que empezar a golpearlo.

Dio una patada en su pierna para que cayera de rodillas, iba a golpearle la cara, pero Hyunjin logró echarse un poco hacia atrás. Seungmin rió y lo sujetó del cabello.

— Te metiste en algo que no comprendes Hyunjinnie. — murmuró Seungmin en tono burlesco, Hyunjin estaba aterrado.

— Suéltame... si me dejas ir ahora no le diré nada a nadie, por favor. — suplicó Hyunjin, el chico se sentó frente a él, jugando con las cuerdas.

— Es lindo verte rogar, pero eso no basta. Me deshice de todas las pretendientes que perseguían a Chan, hice lo imposible por conseguir gustarle... ¿y ahora vienes tú a querer que te tenga piedad, el amante de MI Chan? — Seungmin jaló un poco una soga, esta hizo que lo ahorcara. Sus ojos reflejaban sed de sangre, era irreconocible a la vista del chico.

Un disparo sonó a mitad del momento, haciendo que ambos volteasen. Félix traía un arma, disparó al techo sin titubeos, traía a Chan encadenado y lo sostenía con su mano libre. Seungmin soltó su agarre en la soga que ahorcaba a Hyunjin, haciendo que este respirara con pesadez por la falta de aire. Félix apuntó a la cabeza de Chan, lo tiró al suelo, sin soltar la cadena que mantenía al mayor atado tal cual una mascota.

— Suelta a mi Hyunjin, no lo repetiré. — mencionó Félix, presionó el arma contra el cráneo del mayor.