Chan estaba atado a una de las bases de la casa, no era del todo malo para el, tenía a Hyunjin a sus espaldas, del otro lado de la base. Se encontraban en el sótano, sus novios fueron arriba a prepararles algo de comer. Hyunjin sollozaba, extrañaba el tacto del mayor en su piel, su área de trabajo, la comodidad que tenía con Chan, era lo que más anhelaba en recuperar. Alcanzaron a tomarse de las manos, estaban aterrados, pero a diferencia de Hyunjin, que era un mar de lágrimas de amargura, Chan estaba en silencio. No lloraba, no hablaba, no se movía, se sentía muerto en vida, no tenía ánimos ni de seguir luchando.
Hyunjin forcejeaba inútilmente cada tantos minutos, haciéndose daño únicamente. Chan tomó su mano para calmarlo, el chico quedó helado al escuchar la puerta de arriba, estaba aterrado. Seungmin bajó la escalera lentamente, tratando de no derramar las bebidas. Félix vino tras el con la comida, sonrió al ver a Hyunjin, este, al contrario, agachó la cabeza en un intento de no mostrar temor. Ambos chicos pusieron una mesa frente a sus novios con la comida de cada uno, Seungmin le acercó un bocado a Chan, este no quiso probar ni un poco, por mas hambriento que estuviera.
— Amor, debes comer algo, llevas casi un día entero sin comer, te va a hacer daño. — habló Seungmin con un tono dulce, acercando la comida a la boca del mayor, este movió la cabeza.
— No tengo hambre... — murmuró Chan, el chico tomó su mentón con fuerza y le abrió la boca, obligándole a comer lo que le ofrecía.
— No te pregunté si tienes hambre o no, te dije que debes comer. — aclaró Seungmin, el mayor asintió, masticando la comida con miedo.
— No deberías de obligarlo, estar encerrado aquí hace que pierdas el apetito. — habló Hyunjin en tono retador, Félix lo sujetó del cabello con autoridad.
— No te di permiso de hablarle, ahora come. — habló Félix, metiendo un pedazo de comida a su boca con brusquedad.
— Anda, no seas tan negativo amor. Te dejaré salir una vez me asegure que no me volverás a fallar. ¿Está bien? Es muy simple. Solo debes jurar no volver a traicionar mi confianza. — explicó Seungmin mientras alimentaba al mayor, este soltó un par de lágrimas.
— Sabes que no haré eso... sabes que ya no siento lo mismo por ti... estoy enamorado de... — las palabras de Chan fueron interrumpidas por una bofetada de parte de su novio, tembló por esa acción.
— No permitiré que termines esa frase nunca, ¿entendiste? El único para ti soy yo amor, busca en tu corazón, sabes que es cierto. ¡Sólo yo puedo estar contigo, nadie más! — acabó gritando Seungmin por la rabia, llorando de impotencia por ver que Chan hablaba en serio.
— No puedo mentirte con algo así Seungmin... no te amo, ya no más. — dijo Chan sin dejar de sollozar, apenas pudiendo hablar.
Félix los veía atento, temía que Hyunjin fuese por el mismo camino, pero no podía hacer más que tenerlo encerrado hasta que algo más se le ocurriera. Seungmin tiró el plato abruptamente, haciendo que se rompiera en varios pedazos, haciendo que Chan se sobresalte. Hyunjin sollozó fuertemente al escucharlo, sentía que si no fuera por la presencia de Félix probablemente estaría siendo atacado por Seungmin justo ahora. Félix sujetó la barbilla de Hyunjin con delicadeza y besó la comisura de sus labios, tratando de calmarlo, pero este no paraba de llorar. El chico sentía una presión en el corazón al verlo así, pero no había más que hacer, estaba entre la espada y la pared; venganza o el bienestar de su amado.
— Mira, te lo diré una última vez, tal vez no te he dado suficientes razones para amarme todavía como para darte cuenta. Escucha... ¡Vas a amarme o no verás la maldita luz del sol de nuevo! ¡¿Entiendes?! ¡¡Tu única salvación soy yo, solo yo!! — exclamó Seungmin en algún tipo de colapso, ya no era el mismo, algo lo mantenía en un estado de ira constante.
— No voy a amarte... así eso signifique morir aquí, no puedo amarte. — dijo Chan entre sollozos, Seungmin soltó unas cuantas lágrimas por la frustración.
De pronto se le ocurrió algo, si se enamoró de Hyunjin luego de un par de acostones, ¿qué diferencia habría si el que se entregara a él fuese el mismo? Rió leve y se quitó la chaqueta, los otros tres lo vieron sorprendidos.
— ¿Cómo no se me ocurrió? Era tan sencillo como eso... haré que me ames, cariño. Lo entenderás a las buenas o a las malas. — dijo Seungmin mientras desabrochaba su camisa, Chan volteó a otro lado con incomodidad.
— Seungmin, hay más personas viendo... si vas a desnudarte que sea en privado. — murmuró Chan antes de sentir las manos del menor pasar por su cuerpo de manera morbosa.
— Seungmin... esto no era parte de los límites que hablamos... — dijo Félix con algo de asco en su voz por tal escena.
— Aww, ¿tienes pena? Se que nunca me has visto sin ropa, pero eres mi mejor amigo, ya era hora que diéramos este paso de confianza. — rió Seungmin después de hablar.
Félix negó con la cabeza y se abrazó a Hyunjin, cerrando los ojos, deseando que lo que estaba a punto de pasar terminase pronto.
— Félix, por favor detenlo. Esto está yendo demasiado lejos... te conozco, tú no eres así. Harías lo que fuera por tenerme cinco minutos más contigo, pero no significa que dejes que alguien viole a uno de tus amigos. — murmuró Hyunjin en el oído de Félix, esté negó con la cabeza.
— Créeme que tampoco quiero presenciar esto... pero si te suelto para darles privacidad podrías escapar. — susurró Félix en el oído del chico, este lagrimeó nuevamente, cerró los ojos con fuerza al escuchar el primer quejido de Chan.
Seungmin ya tenía a Chan sin ropa, este forcejeaba para alejarlo pero era inútil, no tenía más salida. Fue cuando un sonido peculiar interrumpió el momento, el timbre de la casa. Seungmin gruñó por frustración y se volvió a vestir, Chan suspiró aliviado. Félix se llevó a Seungmin de ahi para ver quien tocaba a la puerta. Al abrir la puerta principal se toparon con un oficial de policía y un detective, un vecino había reportado los sonidos de disparos y llegaron a registrar la casa.
Hyunjin escuchó que dejaron a alguien entrar y empezó a gritar por ayuda. Fueron unos minutos lo que tardaron los policías en encontrar el sótano y llegar a liberar a ambos jóvenes, llevándose a Seungmin y a Félix de ahí. Todo había pasado tan rápido que a Hyunjin se le hizo muy rápido el como Chan se había vestido y lanzado a abrazarlo, como si todo hubiese sucedido en un abrir y cerrar de ojos. Sollozó al volver a sentir sus brazos rodearlo con aquella fuerza y preocupación, ese cariño que se tenían, lo hizo volver al ritmo del momento. Lo abrazó con toda su fuerza, llorando de alegría.
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Dulce Venganza
FanfictionUn cuarteto de amigos, dos parejas, ¿qué podría pasar? Seungmin y Félix descubren accidentalmente cómo sus novios están en la cama juntos. Una situación difícil requerirá una solución drástica.