Hanahaki |Ranzu & Rinzu|

Capítulo 1: Dolor

Un pétalo de Jacinto y uno de Hortensia son los que ahora ya hacen sobre mi lavabo, el dolor que crece en mi pecho va creciendo poco a poco.

En estos momentos no puedo reconocer mi reflejo frente al espejo, mis ojos hinchados con unas marcadas ojeras, el color que antes poseía en mis mejillas ha desaparecido, es un rostro triste y demacrado.

Un nuevo ataque de tos se hizo presente, más pétalos de Jacinto y Hortensias caen sobre el piso y lavabo.

"—¡Hermana! ¡Se hace tarde para ir a la escuela, apúrate! —". Escuché el grito lejano de mi hermano menor, Akashi Senju.

Logrando calmarme de ese ataque me apresure a limpia todo rastro de flores.

— ¡Si, ya voy Senju, dame un segundo! — rápidamente comencé a lavar mi rostro, maquillando me un poco para borrar las ojeras.

Intenté sonreír a mi reflejo, pero más parecía una mueca que una sonrisa, no quiero ir a la escuela, no quiero encontrarme con ellos, no quiero, duele a mi corazón, pero el no ir solo hará que se preocupen y vengan a verme. Después de todo soy su mejor amiga.

Salí con rapidez de mi cuarto, colocándome mi cubre bocas y acomodando lo mejor posible mi uniforme, topándome con mis dos hermanos en el umbral de la puerta. Debía fingir que todo estaba bien para no preocuparlos.

— Lo siento, ya estoy lista.

— No te preocupes, estamos a tiempo, Senju exagera — habló de manera tranquila Takeomi, eso me alivio haciéndome sonreír un poco — Si ya están listos vámonos.

Senju y yo asentimos. El camino a el instituto fue muy tranquilo, íbamos platicando de trivialidades, todo para mí se detuvo cuando alce la vista hacia el frente, deteniendo por completo mi caminar.

— ¿Pasa algo hermana?

— ¿Haru?

— No, no, solo creí haber olvidado algo en casa, pero ya recordé que no — alcé la mano mientras negaba de manera tranquila.

En estos momentos agradecía tanto llevar un cubre bocas. Comencé a toser un poco, expulsando más pétalos de Jacintos y Hortensias, no quería que mis hermanos vieran eso en lo más mínimo, ellos no merecen preocuparse por nada, mucho menos de este amor imposible.

Vi el rostro preocupado de Senju, alcé mi mano detenido su acercamiento, regulé mi respiración, siendo un poco difícil al tener los pétalos entre mi boca y la mascarilla.

— Tranquilo, solo es una tos por comer mucho helado estos días, mejor apresurémonos falta poco para que suene el timbre — dije de manera apresurada, no quería un sermón de Takeomi en estos momentos.

Fui directo a los baños de la escuela, debía de desaparecer todo rastro de las flores.

— Y después Ran y yo fuimos al cine, fue muy lindo y algo atrevido, pero me divertí mucho — Esa es la voz de Nao — ¿Y tú qué hiciste con Rindou este fin?

— Fuimos a el parque de atracciones, se portó muy lindo conmigo, siempre procuro que estuviera cómoda — Esa es la voz de Sou.

Mi corazón se estrujó con fuerza ante sus palabras, se escuchaban tan felices hablando de los chicos, dolía tanto.

Me espere unos minutos más hasta que ambas chicas salieran, debía calmarme, al verme frente al espejo limpie las pequeñas lágrimas que caían de manera silenciosa. Verificando que no había rastro de mi llanto salí con prisa hacia mi salón de clase.

Tan solo entrar me topé con la gran sonrisa de ambos.

— Hola chicos, buenos días — me límite a decir al llegar y sentarme en mi lugar. Es hora de fingir.