Hanahaki |Ranzu & Rinzu|

Capítulo 7

Pov Sanzu

Los días han pasado de manera tranquila y silenciosa dentro del hospital. Perdí la cuenta de los días en el hospital.

Mi condición no ha mejorado mucho, el proceso es lento y doloroso, todos los días es la misma rutina. Mi cuerpo sufre.

Mis hermanos vienen todos los días sin falta a verme y estar conmigo, al igual que Mikey y parte de la familia Sano. Vienen casi a diario, es algo que aprecio mucho.

También han venido a verme algunos amigos y compañeros de la escuela, todos deseando y dándome ánimos para recuperarme y volver pronto a clases.

Siempre es tan divertido hablar con Baji, muy tranquilo cuando Muto me visita, siempre me trae un girasol cuando viene. Me relajo y divierto cuando Emma y Draken vienen y vemos películas. Adoró cuando Shinichiro y Takeomi traen consigo a Wakasa y Benki, por qué siempre me traen pequeños dulces cuando vienen, cosa que mis hermanos se la pasan regañando cuando se dan cuenta. Incluso Izana vienen a verme junto a su grupo o solo, me trae libros en cada visita.

Izana... Desde mi recaída no volví a preguntar por los chicos. Deje de insistir a los demás sobre saber de ellos.

» Es lo mejor «dice mi conciencia.

» ¡Quiero verlos! «suplica con dolor mi corazón.

Muchas veces me quedo hasta tarde pensando en todas las cosas que han pasado. Si tengo que ser sincera conmigo misma, solo quería hablar con ellos, expresarles mis sentimientos pese a saber que sería rechazada, quería cerrar este ciclo, pero no pude hacerlo.

Disfrutaba esos pequeños momentos en lo que hablábamos, eran tan cálidos para mí corazón. Hubiera seguido divagando en mis pensamientos de no ser por el sonido de la puerta.

— Adelante — hablé lo más alto que pude, sonriendo levemente al ver de quién se trataba — Muto...

— Hola — levanto su mano en forma de saludo, trayendo consigo un girasol.

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El tiempo ha pasado más rápido de lo normal el día de hoy, hablar con Muto me gusta mucho, desde que nos conocemos siempre nos hemos querido y tratado como si fuéramos hermanos.

— Haru, dime ¿Cómo sabes que es amor lo que sientes por los Haitani? — pregunto de manera repentina Muto, no me esperaba esa pregunta. Me quedé muda un momento.

— No podría decirlo con palabras exactas, pero cuando estaba con ellos, mi mundo era más brillante, es un sentimiento inexplicable, pero hacían latir mi corazón de manera desenfrenada, era cálido — hablé en un todo tranquilo — Muchas veces me puse a pensar si lo que sentía por ellos era amor y no otro sentimiento que yo estuviera confundiendo.

Lleve una mano a mi pecho, mirando tranquilamente hacia la ventana, el clima se ve precioso. Regrese la mirada a Muto, dándome un asentimiento para continuar.

— Cuando aclaré mis pensamientos, me di cuenta de que no fue por su atractivo, ni su dinero, mucho menos por su fama. Me di cuenta de que me enamoré por sus personalidades, sus pensamientos, el sentido del humor de cada uno, tan diferentes. Las payasadas que hacían cuando estábamos juntos. Cada vez que pensaba en ellos, venía a mi mente sus sonrisas, su manera de verme, todo en ellos me gustaba, comenzó de una manera lenta, pero fue maravilloso — me quedé en silencio, cerrando mis ojos por unos segundos. A mí mente comenzaron a llegar tantos recuerdos. Cada una de las razones por las que me enamore de ellos. Duele.

— ¿Aún los amas?

— Lo hago — respondí sin dudar — Pero debo soltar estos sentimientos, no es correcto que los siga amando, por qué sé que no son correspondidos mis sentimientos, ellos aman a las Kawata y y-yo no puedo hacer nada ante eso Muto — sentía mi voz comenzar a entrecortarse — Los amo tanto, pero ellos nunca me verán como yo los veo a ellos y entiendo completamente que debo soltarlos, si los amo tanto, debo dejarlos ir, lo entiendo perfectamente, pero mi corazón se niega, le duele. Cada día es una tortura para mí, mi mente dice que está bien, que podremos salir adelante, pero mi corazón llora, sufre por ellos. Y-ya no quiero sentir esto Muto, ya no quiero — comencé a llorar, duele tanto, tanto que tengo miedo a recaer.