La soledad empezó a consumir la mente de Sam y aquél hombre dentro de su mente observó lo que hizo con la persona que creía que era su amigo. El ambiente se convirtió en algo frío y la brisa acompañaba al resto de la gente que sobrevivió a semejante atrocidad.
Sam tirado de rodillas, herido, cansado y destrozado mentalmente. Lloraba a gran escala al punto en que su vista se hiciera borrosa.
Sus lágrimas pasaban por todo su rostro mientras él tocaba su pecho.
–Me duele....me duele mucho...Sam miraba su brazo izquierdo y en él
estaba la pulsera que le había dado su hermana.
–Me duele el corazón...De pronto se desbordó aún más en llanto y agarró su brazo izquierdo con su mano derecha y dijo:
–La llevaré...la llevaré siempre conmigo. A donde sea que vaya, la llevaré conmigo, hermana.El hombre que yacía en su mente vió todo lo que sucedió y ya que vive en su propia cabeza percibió lo que sentía Sam. Las emociones que sentía en esos momentos eran tan fuertes que ese tipo tuvo que intervenir.
–Mocoso... la verdad esto es una mierda... ¿esperas algo de la gente?...
–Déjame solo... respondió Sam.
–Mira...si pudiera hacerlo, lo haría. Sin embargo estoy aquí atrapado. Además...El hombre quería decir algo, pero su personalidad se lo evitaba. Esa personalidad pedante y egocéntrica.
–Lo...lo...Lame....
Sam interrumpió:
–No lamentas algo que no sientas. Es un acto hipócrita. No sabes nada de mi, absolutamente nada de mi.Aunque Sam sabía que se equivocaba al decir que ese hombre no sabía nada de él.
–Mira mocoso...
El hombre se relajó y pensó mejor sus palabras antes de decirlas y volvió a hablar.–Mira... te equivocas. Creo que he sido el único que te ha acompañado durante los últimos doce años. Recuerdo que aparecí cuando tenías cinco años. Aparecí en el momento en el que tu padre se fué. si
aparezco hasta ahorita es porque tu vida ha sido muy insignificante.
–¡NO TIENES QUE RECORDARMELO! Le gritó Sam.
–No quise decirlo en la manera que piensas. ¿Sabes qué? Me da igual mocoso. He estado ahí desde que te sentías solo. Como un idiota.
–Nunca estuve solo. Respondió Sam.
–Sabías que no estabas solo, sin embargo... te sentías solo. Mocoso, no tienes que mentirme. Yo también siento lo que tú sientes... buscas tu felicidad... pero cuando sientes que estás en lo más alto... algo llega y te baja de una forma muy fuerte. Pobre animalito.Sam no aguantó lo que dijo y de nuevo empezó a llorar, mientras sus rodillas tocaban el suelo y sus manos se agarraban de la tierra.
El Hombre miraba la perspectiva de vista
de Sam y él sentía esa incomodidad, ese sentimiento de dolor.
–Tenemos que irnos.. sabes que no podemos estar aquí... esa cosa casi nos mata y ahora esos tipos también nos buscan... sin contar de que, hay una mafia detrás de nosotros.
–Al principio creí que eran ellos... creí que
esa mafia nos había encontrado y mandaron a esos tipos... dijo Sam ya un poco tranquilo.
–También lo pensé, pero... no acertamos a esa teoría.Sam seguía de rodillas, pero alzó su mirada hacía el cielo y dió un suspiro pero consternado.
–Levántate, hay que irnos antes de que nos encuentren.Sam se empezó a limpiar las lágrimas con sus brazos y se levantó adolorido.
Minutos antes:
Bjorn y Kers se estaban alejando del golpe que dió aquél ser extraño. La tierra se agrietaba de la presión que se estaba ejerciendo en ese momento y a ellos dos se les hacía difícil correr por la fuerza de
gravedad.–Es muy pesadooo. Gritó kers.
–Sigue corriendo, no te detengas.
–Es raro ¿Por qué enviaron a esa cosa aquí?
–No tengo la menor idea, creí que teníamos todo bajo control, ese niño no se ve como una amenaza como para que envíen a esa cosa a hacer un desastre. Nunca ha pasado esto, creo...
–Creí que solo lo enviaban cuando algo estuviera fuera de control para el gobierno o el departamento, tampoco estoy seguro.
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HEARTBLOOD
RandomLa realidad de una sociedad y un gobierno corrupto en un mundo post apocalíptico tras el suceso de la caída de un objeto a la tierra que cambió por completo el estilo de vida de los humanos. y creando unas mutaciones en algunos generando el nombre d...