6. Nepo baby

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Los uniformes de Eaton le parecían uno de prisionero. Con la cadenita, la bola en el tobillo y toda la cosa.

Eran fastidiosos. Los hacían ver todos iguales y al mismo nivel. Pero él no estaba al mismo nivel de nadie, tenía su propio podio y estaba fascinado con eso. El hecho de que aún usando el mismo uniforme que todos, se siguiese viendo exquisito, solo demostraba que era perfecto.

Terminó de ajustar su corbata, se lanzó su mochila sobre su hombro y salió de su habitación en dirección al comedor.

Que molesto era que en el comedor no cocinasen tan bien como él. Un despilfarro total de alimentos.

Siguió dándole vueltas al asunto de los uniformes hasta que estuvo cerca de la entrada al comedor, más adelante vio dos espaldas conocidas. ¡Siempre juntos! No se tomaban de la mano porque eso ya les parecía innecesario, era como si mentalmente lo hiciesen.

«Me gustaría poder meterme en sus cabezas» Masculló en su interior, fastidiado con el hecho de que la relación de sus amigos estaba por encima de cualquier relación normal.

—¡Eh, Blanchard!—un toque en el hombro lo hizo reaccionar, al reconocer al chico su mirada recayó en su pierna, como si pudiese sentir el dolor pero estaba demasiado dopado por los analgésicos para sentir la incomodidad—¿Listo para nuestra revancha?

Él se carcajeó, ¡que cómico era Jackson! Chasqueó los labios, dándole una mirada a su grupito de amigos—.Solo vas a perder de nuevo, chico.

Vio como Jackson lanzaba una mirada hacia uno de sus amigos, él decidió darle mas minutos de su atención a este chico. Y lo reconoció, era el capitán de la segunda división del equipo de Polo; un castaño que también competía con él, entre las opiniones de las chicas solían ser comparados.

Pero él no veía ni un punto de comparación entre Jasper Tremblay y él.

Jackson echó mano de su amigo poniéndolo a toda intención en su campo de visión—.Dile, Jazz, dile.

Se quiso reír. Jackson le caía bien.

—En unas semanas cuando se reincorporen los estudiantes que faltan, ¿podríamos tener un partido?

Se encontró a sí mismo analizando la voz de Jasper. Que suave era. Y qué débil. Todos ellos eran iguales, con muchas ganas de no hacer caso pero dudosos de cualquier decisión.

Ladeó su rostro, detrás estaba una de las chicas españolas de Eaton, y por el rabillo del ojo vio que esperaban por Sophia.

Asintió un poco—.Le diré a Nick.

Chocó puños con Jackson y al resto les dirigió una mirada antes de seguir su camino. Apenas entró se encontró con la cara de Gael. Riendo.

«¿Y este de que se ríe?» Hum, tenía que saberlo.

Se sentó en su lugar habitual, y como costumbre su desayuno apareció de Dios vaya a saber donde. Oteó en dirección a Nick, estaba ocupado mirando entre sus pestañas a la rubia que reía con una de sus amigas.

—¿De que se ríen?—la curiosidad pudo más que sus ganas de quedarse callado—¿Alo, oxigenada?

Becca lo miró de reojo, sin darle la atención que a él le gustaría—.Un tipo, ya sabes—hizo un movimiento de la mano, él captó que era uno de los antiguos compañeros de juego de ella—.Quizo hablar de más en el baño, y cuando Gael lo pescó del cuello casi se orina.

Oh.

Por supuesto. Él no había estado cerca, y supuso que Nick tampoco, así que Gael se encargó de que sacaran el nombre de Rebecca de la boca.

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