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— oh, no te preocupes. Hasta yo le tengo dicho que no es necesario que venga pero insiste mucho.

La chica asíntio, en esta haría realmente hacia frío.

— ¿Tienes frío? Si gustas, puedes ir a mi casa mientras pasa el frío, normalmente a estas horas hay frío, si gustas también te puedo dar prestado un abrigo para el frío, así podrás volver a casa sin un resfriado.

Volvió a sonreír, dudaste pero si Amelia decía que no era peligroso, no habría por qué alarmarse...¿Verdad?

— claro.

El empezó a caminar, no hubo ninguna charla en todo el camino así que caer en duda y miedo fue lo fácil en realidad.

Tener mala fama no suele ser casualidad, la gente tal vez lo invento por qué bueno no lo conocen y temen a lo desconocido pero...¿Y si no es así? Y si de verdad...¿no debería confiar en el?aún así no es como que ahora puediera salir corriendo, después de todo ella se ofreció pero actualmente se arrepiente tanto...aunque tal vez solo está sobre pensando y no sea nada de lo que pintan.

Cuando miro enfrente miro como ya había llegado a la casa.

— las damas primero.

Hablo con una sonrisa, ¿Acaso no dejaba de sonreír?

— gracias...

Fue lo único que dijo al entrar, a comparación de lo que pensaba estaba bastante arreglado el lugar, la casa estaba alumbrada por la luz del sol...ni siquiera se fijó de como se veía por fuera o si había mucho sol.

Aún así no era suficiente para que todo se crea con claridad, tal vez la hora o simplemente la forma en donde estaban las ventanas.

— ¿Gusta algo de tomar?

— si no es molestia...agua.

Está asíntio mientras te miro unos segundos y se dió la vuelta.

— siéntete como en casa, puedes sentarte donde gustes.

Está asintio y camino por la alfombra rojo, se veía cuidada, casi nueva. Se sentó en un sillón de una persona que al sentarse se hundió levemente, se sobre saltó por eso pero luego lo dejo pasar.

Miro el lugar, vio una chimenea que estaba cerca de los sillones, vio que estaba lista para ser prendida.

Miro con curiosidad todo el lugar, supuso cabeza viendo los cuernos de un venado, aún así no vio ninguna cabeza a agradecía eso. Los cuernos estaban bajo la chimenea y aunque vio unos Marcos estás no parecían tener ninguna foto.

Su mirada siguió mirando a su al rededor viendo tras del sillón frente a ella, estaba lejos pero había una mesa dónde parecía habían unas cosas guardadas, fuera había un pedazo de madera con forma de algo que parecía no estar terminado y se le cruzó la pregunta de ¿Será que también trabajé con madera? Hermano de su padre sabía y jamás pudo, necesitaba mucha fuerza cuando era a mano.

Miro un poco más viendo el rifle que estaba apoyado.

— Aquí tienes.

El se había puesto frente a ella estirando levemente el vaso con agua y algunos hielos.

Está se sintió confundida pero rápidamente se percató agarrando el vaso.

— gracias.

Hablo, quien estaba frente a ella miro a dónde miraba antes viendo la mesa.

— ¿Eres carpintero?

Pregunto mirandole levemente, bajo la cabeza mirando el vaso con agua y tomo un poco de esta.

— oh, si. Aprendí hace unos años y aún soy un principiante no sé hacer muchas cosas.

Hablo con calma caminando hasta el sillón de cuatro personas que estaba frente a ella.

— ¿Sabes algo de carpintería?

Pregunto mirnado a _____, está ladio levemente.

— la verdad no, quice aprender pero jamás me salió.

Rio levemente por lo dicho, miro sus manos que tenía entre ellas el vaso.

— si gustan podría enseñarte. Por cierto, ¿Cómo conoces a Amelia?

— oh, bueno es mi vecina y me llevo con ella, empecé a llevarme con ella desde que me mudé así que quice hacerle un favor. Ella me a echo muchos.

— ¿Te acabas de mudar? Casi no voy al pueblo así que no se cuando llega alguien o se va.

Soltó una risa y supusiste que tenía sentido, por lo visto caza su comida así que no tiene por que ir al bosque.

— bueno, era de suponer, no va mucho al pueblo ¿Verdad?

Se cuestionaba si preguntar eso era...grosero aunque ya lo había dicho así que supones que no lo es, al menos no tanto.

— casi no, de todos modos cazo mi comida y puedo hacer muebles de madera así que estoy bien.

Suspiraste levemente al ver que la pregunta no lo había molestado ya que había usado el tono con que te había contestado todo.

— me preguntaba, espero no le moleste o incomode...¿Que caza exactamente?

Este sonrió levemente por la pregunta.

— en preferencia venados, aún que también pescó y a veces conejos, no sé exactamente de dónde salieron pero si no se controlan se harán una plaga.

Asentiste y luego reaccionó, ¿Pezca?

— no sabía que podías pescar por aquí...

— ¡Claro que puedes! En realidad es poco conocido el lugar pero es mejor así, no sé ensucia y hay más peces por el echo que no vaya la gente. Si quieres puedo enseñarte lo mañana, ahora ya es muy tarde, deja traigo una chamarra.

Se levantó del sillón viendo la ventana, en realidad si te gustaría ver el luegar de Pezca además que, siempre quisiste pescar.

¿por qué corres de mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora