004

403 38 11
                                    

Miraste el lugar asombrada de lo lindo que era, el agua brillaba con la luz del sol, el sonido del agua cochando en la orilla, el bosque que lo rodeaba.

— realmente es lindo.

Hablaste casi suspirando, al final no pudiste evitar no volver a ver a Alastor, Realmente querías ver el lugar donde pescaba, por como es suponias que no fuera un hombre que fácilmente cree que algo es hermoso y supusiste bien.

Cuando escuchaste su risa lo miraste, estaba sobre un barco pequeño que tenía palos para remar.

— ¿Quieres venir? Iré a pescar aunque si te quieres quedar entiendo.

Rápidamente sonreiste ante la pregunto, si, si querías.

— realmente si quiero.

Caminaste a dónde estaba el pequeño barco, estiró su mano para ayudarte a subirte y la aceptaste, cuando el barco se movió por el nuevo peso apretaste la mano de Alastor ganando una risa de el.

— tranquila, no se va a voltear.

Le sonreiste levemente nerviosa, metiste el pie que se quedó afuera haciendo que se volviera a mover y cuando te diste cuenta de cómo te aferraste ahora al brazo de Alastor lo soltaste con cuidado de no balanciarte hacia atrás.

— lo siento.

Te sentaste en uno de los "asientos" que tenía el pequeño bote, este solo te miro y sonrió.

— está bien, supongo que ds tu primera vez.

Viste como se bajó del pequeño barco salpicando levemente, empezó a alejar el barco de la orilla y luego se volvió a subir, viste como mojo levemente la madera, tu mirada se desvío a las cañas de pescar, eran dos.

— parece que tenías planeado que venga.

Este empezó a remar pero ante tu comentario miro a dónde apuntaba tu vista.

— te veías emocionada ayer en que lo mencione, solo lo pensé que vendrías, era una probabilidad pero me alegro que vinieras.

Luego de eso no dijieron nada más, solo te dispusiste a mirar el lugar, el agua era clara aunque cada que se alejaban más de la orilla se hizo un poco más oscura pero seguía bastante cristalina, viste como algunos peces salían nadando nadando de golpe a otro lugar.

(...)

— y bien, ¿Que te trajo al pueblo?

Miraste a Alastor y luego volviste tu pista al agua, habías tirado tu caña pero nada había caído.

— alejarme de la ciudad, a veces puede ser pesada. ¿Que te alejo del pueblo?

— entiendo. Bueno, como tal me gusta cazar mi comida así que eso hizo que me alejara, los animales no están cerca del pueblo y supongo que me gusta estar rodeado totalmente del bosque.

Hablo calmado, asentiste levemente.

— ya veo. ¿Hace cuanto que estás en el bosque?

— cuatro años, tal vez más aunque en realidad viví como cinco meses en el pueblo.

— y yo que pensé que no llevabas como diez años o algo...¡creo que pezque algo!

Hablaste emocionada tirando de tu caña, Alastor te miro, probablemente luego te reclamaría por la edad que le pusiste.

— ten cuidado, si te caes del barco es un lugar ondo.

Te había enseñado como sacar un pez, dejas que se vaya un poco, tiras de golpe y a pelear con un pez para ver quién tiene mas fuerza.

— vamos, tu puedes ____.

Hablo Alastor con un leve tono de burla, si bien el pez estaba cantándose tu también pero no ibas a dejar que un pez te ganará, no señor.

(...)

— si, fue divertido traerte.

Soltó alastar mientras te ayudaba a bajar del bote, lo miraste y le sonreiste.

— fue divertido, quitando el echo de que el pez era...más pequeño de lo que pensé.

Soltó una risa ante lo mencionado, ese pez era pequeño, comibe pero pequeño y realmente tenías altas esperanzas.

— si, yo igual pensé que iba a ser grande, teniendo en cuenta la pelea que te dió, uno lo pensaría.

Se escuchó como rompían unas ramas y Alastor miro a esa dirección, doblo levemente su cabeza, cuando escuchaste una risa suspifaste, solo eran personas...aunque no sabes que tan bueno era eso, quiere decir animales salvajes o humanos, ambos dan el mismo miedo.

— ¡Y luego BOOM! se cayó al agua.

Soltó una risa el chico que salió del camino por dónde habían llegado.

Se quedó quieto cuando los vio, luego salieron unas chicos junto a unos chicos más que se quedaron quietos mirandolos.

— oh, sentimos molestarlo señor Alastor, no sabíamos que iba a estar aquí, tampoco que iba a estar acompañado, lamento si interumpimos algo.

Hablo el que viste de primero, le sonreiste levemente y hablaste con calma.

— no sé preocupen ya nos íbamos, no interumpen nada.

Alastor solo se limito a agarrar dónde habían puesto los peces y asentir con una sonrisa.

— está bien Daniel, no te preocupes.

(...)

Miraste a Alastor unos segundos antes de mirar enfrente.

— así que si conoces a gente del pueblo.

Hablaste rompiendo el silencio, este te miro.

— claro, te dije que viví un tiempo en el pueblo, conozco más no conviví o algo, fue muy de lejos, además de eso Daniel no es un mal chico, limpia bien antes de irse, no deja cosas tiradas.

No lo miraste pero por la forma alegre en que mensiono eso supones que no le desagrada aquel chico.

¿por qué corres de mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora