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(...)

— oh, no hay de que.

Comento la señora, mirabas las rosas rojas en el patio de Amelia, la señora en serio amaba las plantas.

Te había invitado a tomar café o té en su patio, cuando entraste viste más jardín entre algunos árboles y en ese viste el de manzanas y naranjas.

En los muros habían más flores y ahí en una esquina las rosas.

- es que, estaba muy linda la rosa, realmente está linda su casa.

Sonreiste y ella te devolvió la sonrisa.

- disculpé mi pregunta, si no quiere no tiene por qué responderla pero...es que ayer fui a la tienda en la noche y me dijieron que salir de noche o entrar al bosque es malo.

Ella soltó una risa y nego.

- ¡Oh! Eso lo dicen por el chico que vive en la montaña, se llama Alastor y en realidad no se de dónde salieron los rumores.

Hablo mientras movía su cuchara en su café.

- en realidad lo conozco, a veces le llevo algunas manzanas o alguna de mis cosechas, es muy amigable cuando le conoces.

Sonrió amablemente mirándote.

- ¿Y la gente que desaparece?

- la gente no desaparece como tal, algunos solo se van, otros si no se...pero no te preocupes si te metes al bosque no te vas a morir.

Hablo calamda mientras bebía de su café.

- por cierto, ¿Terminaste de sacar tus cosas ayer? Veo esas ojeras bajo tus ojos.

Reíste nerviosa ante esa pregunta, habías estado desempacando hasta tarde.

- si, se me fue la hora, al menos termine de acomodar.

- no deberías de dormir hasta tarde.

Hablo con un tono de enojo ligero, disque tu te ibas de la ciudad para que tú madre ya no te regañara por ese tipo de cosas y Amelia ahora era quien la sustituía.

- lo siento, está bien.

(...)

Tenías algunos días en el pueblo, casi una semana y conocías a la mayoría, en realidad todos hablan del "venado que vive en lo profundo del bosque" sabías que tal vez era para que los niños no se fueran de más al bosque, cosa que ahora que lo piensas puede que si, si no fuera por Amelia creerías que no existe.

- ¡Amelia!

Hablaste desde tu puerta al ver a la señora ya mayor saliendo de su casa con una canasta, era la misma que te dió. Se la habías devuelto en una de tus visitas que ahora era al menos una vez al día, ya sea ella viniendo a casa de ____ o al revez, ____ iba a su casa. Aparentemente Amelia vivía sola y todos sus hijos se fueron a la ciudad así que era una señora mayor viviendo sola y de cierta forma le daba pena viendo lo amigable ya gardable que era.

- oh, hola nena.

Saliste de tu casa, de paso ibas a comprar pan, ya te faltaba ibas a ir a la panadería así que tenías un poco de dinero en el bolsillo de tu pantalón.

- ¿A dónde va? ¿Quiere que la acompañe?

Preguntaste, no tenías ni una semana pero ya te preocupabas de ella como si fuera una amiga de años y como no hacerlo, desde que llegaste te a tratado más que bien.

- ¿Te acuerdas de mi amigo en el bosque?

Te quedaste callada recordando, luego asentiste, si lo hacías...te lo dijo el ¿Primer o segundo día?

- ¿Alastor, verdad?

Está asintio y alzo levemente la canasta.

- le voy a llevar algunas frutas y verduras que salieron de mi huerto hoy, luego te iba a dar las tuyas.

Sonrió amablemente mirando la canasta y luego a ti.

- si quiere se lo puedo llevar yo.

Hablaste sin pensar, realmente te preocupaba que le pudiera pasar si iba sola aunque ahora que lo piensas no tienes ni la más mínima idea de cómo llegar.

(...)

Reíste nerviosa al ver los letreros que te dijo Amelia que verías a cierto punto indicando que ya estabas a menos de la mitad.

- bien es por ahí.

Caminaste a dónde puntaba la flecha izquierda, esto era como Caperucita pero sin la capa roja y sin el miedo que te puedan matar ¿Verdad?....¿Verdad...?

Escuchaste un ruido en los arbustos y te sobre saltaste, caminaste más rápido hacia enfrente mirando atrás viendo si algo salía pero choco con algo o mejor dicho alguien.

- oh.

Escuchaste hablar a alguien, aprestaste la canasta que estaba en una de tus manos, suspiraste al sentirla, pensaste que se te había caído.

- lo siento mucho, escuché un ruido hace rato y yo realmente m...

Cuando ibas a seguir dando tu excusa que, no era tan excusa del por qué le golpeaste miraste a quien estaba frente de ti, tenía cabello café y en su cabeza sobre salían unas orejas de venado y cuernos, tal vez es golpe te hizo ver cosas que no, cerraste los ojos y volviste a mirar, ya no las tenía y este se aclaró la garganta, se veía enojado hasta que vio la canasta en tus manos.

- ¡es un placer conocerle! casi nadie viene por aquí.

sonriodejando ver sus dientes puntiagudos o bueno, ese golpe si te saco un tornillo.  ____ solo se limito a sonreír nerviosa levemente ante el hombre frente a ella, quería decir, ella tuvo la idea de "visitar" no era tan visita en si, en realidad no lo había planeado para nada y mucho menos si es la persona de quienes todos temen, aunque sigues dudando si realmente era como todos decían.

- me llamo ____, lamento tropesara contigo, fue un accidente...tu eres...Alastor ¿verdad?

pregunto con duda en su voz, obvio sabías quien era, claro que sabía su nombre.

- ese es mi nombre, no lo desgastes cariño. ¿Que te trae por aquí? No muchos vienen por aquí como mencioné antes, aún así debes ser amiga de Amelia, ¡Reconozco esa canasta en cualquier lugar!

Sonrió otra vez dejando ver sus dientes, ahora que los ves mejor no todos están puntiagudos...pero sus colmillos si se veían filosos.

- oh, si. Llegué al pueblo hace unos días y me hice amiga de Amelia, iba a venir pero por su edad...no quería que viniera aquí solo, lamento si querías verla.

Hablaste intentando sonar lo más normal aunque tu voz quería temblar, eras tú o ¿Realmente había empezado a hacer frío?

























Adivinen quién va a cambiar la historia y no lleva ni una semana, no será un gran cambio, como tal no afectará la historia pero eso, la información será borrado ya que no será útil ahora, soy bien indeciso pero tengo un mejor trama ahora por eso lo cambio, sin más espero disfrutarán el cap (◍•ᴗ•◍)

♪¡sigue sintonizandonos!♪


¿por qué corres de mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora