todo se veía tan limpio y no era de esperar más.
la gente también era agradable y muy amistosa, todos la habían recibido bien.
Estuvo en la ciudad toda su vida pero aquí está a sus veintidós años en un pueblo que se encuentra en un bosque a mitad de la nada, uno creería que es tenebroso, "así empiezan las malas historias de terror" pero esas son muy clichés.
Además de eso, la gente era agradable y se me tenían entre ellos además que aquí a comparación de otros lugares no está tan cundido con estereotipos, ventajas de estos lugares es si una generación cambia la siguiente lo hace en su mayoría, ventajas de los pueblos supone.
- ¡Oh! Debes ser la vecina.
Escuchaste a una señora tras de ti, te diste la vuelta y la miraste.
- si y es un placer conocerla.
Una señora mayor, su pelo estaba lleno de camas y tenía algunas arrugas bajo sus ojos.
- Me llamo Amelia, vivo alado.
Señalo la casa que estaba llena de plantas, tenía flores y se veía tan tranquilo ese lugar, podías ver algunas mariposas en el lugar.
- tiene una muy linda casa...
Hablaste todavía mirando la casa, está soltó una risa y miraste a la señora ya mayor.
- oh, lo siento que mal educada soy. Me llamo ____, soy la nueva vecina.
Ella asuntio y te sentiste algo tonta por qué cuando llegó sabía que eras la nueva vecina, "todos en los pueblos se conocen entre si aunque no sé agraden" eso fue lo que dijo tu madre.
- te traído una cesta de frutas y verduras, yo misma las cultive.
Hablo con orgullo la señora, estabas en la puerta de tu casa y te acércate, habían una cerca en mal estado que pensabas cambiar pero al menos se mantenía en pie, la puerta de madera estaba abierta puesto que parecía se había caído, te sorprende que la cerca siguiera de pie, la anterior propietaria te dijo sobre todos los defectos de la casa por eso estaba casi regalada pero contaste el mantenimiento y no era tanto como uno creería.
- muchas gracias. Espero poder llevarnos bien.
Amelia sonrió y luego miro tu casa de reojo.
- tal vez te enseñe jardinería, se ve un poco apagada tu casa.
- me encantaría Amelia.
Está se veía contenta, se despidió y empezó a caminar a su casa, también tenía una cerca se veía cencilla y estaba pintada de blanco.
Miraste la canasta con curiosidad mirando que tanto había manzanas, zanahorias, naranjas y en eso viste una rosa roja que aún tenía sus espinas.
Sonreiste al verla, se veía hermosa.. probablemente las tenía en el patio ya que no había visto ni una adelante.
- que linda forma de llegar...
La casa estaba limpia, no tenía polvo ni una pisca y agradeciste internamente a la señora quien antes de dártela la limpio, los sillones que había dejado se veían viejos pero era fácil mandarlos a forrar y aunque no lo hicieras, estaban en buen estado y limpios, olía a qué lo mandaron a limpiar, tenía un leve olor a fresa el sillón.
Dejaste la canasta en la mesa de madera. casi todo en la casa era de madera en realidad, no habías pensado que la señora dejara todo amueblado pero lo hizo, dijo que se había ido a otro lugar queriendo empezar desde cero y pensar que de dónde empezó fue tu ciudad, era una amiga de tu madre así que suponias que tal vez le debía un favor a tu madre.
Aún con esa comida que te dejo tu nueva vecina tendrías que salir quisieras o no lo tendrías que hacer.
Miraste de reojo la mesa buscando tu cartera, una vez la viste sonreiste y la agarraste.
Saliste de la casa llendo a una tienda que juras haber visto en tu llegada pero por alguna razón no viste a nadie fuera de las casas.
No le tomaste atención y fuiste a dónde suponias estaba la tienda, sonreiste al ver que si era el lugar y estaba abierto.
Entraste en el lugar haciendo sonar una pequeña campana que estaba el la puerta.
- buenas tardes.
Escuchaste a quien estaba en el mostrador, viste a un señor que rondaba entre los treinta y treinta cinco años, sonreiste y hablaste.
- buenos tardes.
Empezaste a buscar lo más básico, pan, queso, jamón, alguna chucherías y otras cosas para comer.
- no hay nadie fuera, ¿Es por que casi es de noche?
Preguntaste, dejabas todo lo que tenías en el mostrador y este asíntio.
- evitamos salir de noche, últimamente la gente desaparece de noche.
Reíste nerviosa, ¿Estaba jugando? Por lo visto no ya que te miro.
- le recomiendo no salir de noche o meterse mucho al bosque y más si es de noche. El bosque es grande y se puede perder, aparte estos bosques no nos pertenecen desde hace mucho.
Te dió el precio a pagar por lo que querías comprar y pagaste, la señora dijo que era un lugar clamado dónde no pasaba la gran cosa.
Te quedaste internamente por eso, no querías desaparecer así que mejor caminaste a tu casa rápido.
Aún así el bosque se veía muy calmado, ¿Por qué dijo que no les pertenece desde hace mucho?
♪¡sigue sintonizandonos!♪
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¿por qué corres de mí?
Fanfiction- ¡es un placer conocerle! casi nadie viene por aquí. sonriodejando ver sus dientes puntiagudos, ____ solo se limito a sonreír levemente ante el hombre frente a ella, quería decir, ella tuvo la idea de "visitar" a la persona de quienes todos temen...