Jinsoul era una niña especial y rara. Podía hablar mucho, pero en el fondo se sentía sola. Era energética, pero era solo una imagen para los demás, porque no se abría con nadie sobre lo que siente
Su respaldo emocional, abrazar osos de peluche. Jins...
Tal vez, a Jungeun no le debería impresionar si Jinsoul algún día le dice que sabe que no es "un osito" y que sea pronto. Por lo mismo debía pensar que hacer
Pero como dice la maestra, Jungeun no sabía mucho lo que quería, qué siento por algo o alguien. No lo tiene muy claro, es más de pensar en ella y aún así cuando se trata de cosas sinceras, su corazón todavía era muy pequeño
La pequeña Jungeun no quería ayudar en un principio, ahora lo está haciendo y la verdad le estaba sintiendo bien. Habían días que no veía a Jinsoul, y esos días se preguntaba si la mayor estaba bien
Aquel día, Jinsoul apareció rara. Había abrazado a Jungeun en cuanto la vio, pero no le hizo ningún sonido tierno o algún apodo, simplemente lo hizo en silencio. Y la rubia se quejó en silencio
—¿Jungie?— Finalmente Jinsoul decidió hablarle
—¿Qué?— La vio alejarse y eso la alteró porque actitudes nuevas en Jinsoul pueden ser cualquier cosa
—¿Por qué no eres un osito de verdad?— La pregunta alertó a Jungeun, quien rápidamente volteó a verla —¿Es verdad que no eres mi Jungie?—
—No— Ya, para qué iba a negar —Es obvio— Aunque fue algo dura
—Era cierto lo que me decían...— Jinsoul se sentó decepcionada —Eras mi mejor peluche—
—Nunca fui un peluche— Hizo un tierno puchero, habían pasado meses y ahí estaba, sin saber qué decir en una situación esperada
—Ahora lo sé...— Dijo con decepción —¿Por qué te seguiste prestando para esto?—
—Mhm...— Desvió la mirada tímida, sin saber cómo contestarle a la pelinegra
—¿Te obligaron, cierto?— Preguntó Jinsoul directa —Te presionaron para que me dejaras hacer lo que quieras—
—Ehm...— Sin poder enfrentarlo bien, asintió sin dirigirle la mirada
—Lo sabía...— Dio un suspiro —Al final sigue siendo cierto que nadie me quiere—
—¿Ah...?— Jungeun quedó atontada con lo que dijo, seguido levantó la vista para ver a Jinsoul marcharse —Espera— Llamó para que se detenga
No lo pensó dos veces y tampoco lo había hecho bien, pero lo único que se le ocurrió hacer fue tirarse en un abrazo a ella para que dejara de caminar y eso hizo que ambas vayan piso. Se quedó con esta sin separarse
—Yo sigo siendo la misma persona en realidad— Dijo Jungeun imponiéndose para poder verla a la cara —Sigo siendo lo mismo que llevas diciendo osito tanto tiempo—
—Pero estabas obligada, Jungeun— La llamó por su nombre, dejándola con una pequeña opresión en el pecho —Sí eres lo mismo, la que aceptó esto por lastima—
—¡No!— Mientras exclamó eso, Jinsoul se pudo zafar de ella —Yo no...— Calló al notar a Jinsoul comenzar a llorar
—Siempre soy la molesta para todos. Nadie me necesita o me quiere. Te obligaron a estar conmigo y aceptaste, porque al final nadie por su cuenta lo hace— Dijo entre lágrimas, se iba a levantar una vez más y Jungeun la paró otra vez
—Pude haberme negado más, pude haber golpeado a la gente y no lo hice. Al principio me obligaron y continué porque quise— Confesó ella —Pero no sé qué va a ser de mí si ahora me dejas de decir osito—
—Vas a estar mejor— Jinsoul parpadeó varias veces —Voy a irme a terminar una tarea— Ahora tuvo que obligar a Jungeun a dejarla ir
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