XIV

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—¡No, no quiero!— Jiwoo se quejó cuando se fue a la cárcel en el monopoly

—Me toca— A Jinsoul poco le importó y tomó los dados

—¿Por qué lloras, Jiwoo?— Sooyoung preguntó cuando pasó su mano en los hombros de la mencionada —¿Es porque te fuiste a la cárcel?—

—Yo no debería estar ahí—Señaló la pequeña pingüino —No quiero—

—Ay, Woomi— Le dio un tierno abrazo —Eso te pasa por no pagar tus gastos—

—¿Uno cae en la cárcel por no pagar sus gastos?— Preguntó Jungeun de forma inocente

—No sé, según yo porque hizo algo malo— Recalcó Jinsoul poco interesada

Al final ninguna entendía el juego, solo seguían

—Jinsoul, Jinsoul— Se escuchó un llamado reiterado y voltearon para ver a Heejin verlas —Ven, por favor— Llamó estirando su mano

—A-ah, está bien...— Mencionó dejando sus cosas en el suelo, sin importarle el resto del juego

Jungeun miró curiosa la escena de la psicóloga. Después volvió su vista al juego, pero este ya estaba arruinado porque Jiwoo y Sooyoung se distrajeron, comenzaron a destrozar el juego y terminó en nada. Sooyoung solo hizo como que ganó, cosa que no iba a pasar

A los minutos, siente unos brazos rodearlas. Obviamente esta persona que la abrazó era Jinsoul, se notaba desde un principio y podía adivinarlo como sea. Siempre y cuando sea Jinsoul

—Buhito— Llamó a su nombre con ternura —Heejin quiere hablar contigo—

—¿Conmigo?— Cuestionó asomando su pequeña cabeza, Jinsoul en medio del abrazo le asintió —Entonces creo que debo ir...—

—No sé qué es— Jinsoul continuó con la conversación porque no quería soltarla —Pero parece que es algo bueno—

—Heejin nunca me habla por algo malo así— Lo dice porque siempre que Heejin le pregunta algo serio, se acerca muy directamente —Solo debe querer conversar—

—Sí...—Le dio un abrazo más fuerte y acarició su mejilla en contra de la contraria —Cualquier cosa, yo no me comí los fideos que le sobraron a mi mamá—

—¿Qué?— Confundida, miró a un lado y esta solo le quiso dar un beso en la mejilla para luego soltarla

—Te llaman— Avisó y Jungeun le hizo un tierno puchero de regaño

Se levantó del lugar donde estaba para verlas una última vez, un poco más allá estaba Heejin sentada en una banca mirando hacia el tercer piso un poco más allá. Al notar la presencia de la castaña, la voltea a ver y sonríe

—Hola, Jungeun, ¿Cómo te sientes?— Preguntó con amabilidad

—Bastante bien— Respondió de una forma tierna y se sentó a un lado de ella —¿Necesitaba hablar conmigo?—

—Sí, mira...— Ordenó unas cosas en su cuaderno —Quiero que me seas totalmente honesta y me contestes algo, ¿Está bien?—

—Mhm, sí— Asintió con seguridad

—Bien. Quiero que me digas si Jinsoul te ha dicho algo que encuentres raro, que te haya preocupado o que pienses que esté mal— Aclaró Heejin mirando hacia Jungeun —Todo lo que quieras, es momento que lo digas, o bien, me puedes confesar que piensas que está todo bien—

—Yo creo que está todo bien— Contestó Jungeun con seguridad —No he notado nada raro en ella. De hace tiempo no me cuenta problemas o llora—

—Bien...— Anotó algo y luego miró a Jungeun —Esto tiene que ver para poder darla de alta. Jinsoul ya se ve bastante bien, ya al parecer no hay como un gran inconveniente—

—¿Y estar tratando de osito a alguien es normal?— Preguntó curiosa y Heejin le sacó una risa

—Jungeun, Jinsoul es una niña. Algunos dicen que ya está mayor para las cosas como peluches o para tratarte así. Pero ella es una niña aún y va a crecer sí— Fue explicando Heejin —La cosa es que si dentro de ella no piensa que sea el tiempo, está bien. Estos tipos de cosas, pasan sin que se den cuenta. Así que yo no lo voy a decir a sus quince por ejemplo que deje de hacerlo, no. Es algo que su propio crecimiento va a decir, no hay edad para estas cosas. Hay que agradecer que Jinsoul es una chica tierna, no como otras personas—

—Mhm sí, comprendo. Solo pensaba que podía ser...— Jungeun intentó buscar alguna palabra —¿Extraño?—

—No. Nada es extraño en los gustos de los niños— Recalcó ella —¿Es solo eso lo que piensas que está poco normal en ella?—

—Sí— Contestó Jungeun

—Bien. Escucha... Jinsoul será como dada de alta, a lo que me refiero es que, no la voy a estar citando todos los meses— Fue hablando ella —Yo sigo aquí para lo que necesiten en caso de, más ahora que estámos en la misma escuela, y en otro horarios estoy en la clínica, ¿Vale?—

—Vale—

—Si a Jinsoul le pasa algo y necesitas ayuda, o en otros casos, tú, necesitas hablar de algo, yo siempre estaré para ustedes, ¿Ya?— Le acarició el cabello y le ordenó un mechón detrás de la oreja, Jungeun asintió tímida —Bien, puedes irte. Gracias, Jungeun—

 Gracias, Jungeun—

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¡Osito de Peluche! /LipSoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora