Jinsoul era una niña especial y rara. Podía hablar mucho, pero en el fondo se sentía sola. Era energética, pero era solo una imagen para los demás, porque no se abría con nadie sobre lo que siente
Su respaldo emocional, abrazar osos de peluche. Jins...
—Jinsoul— Llamó Jungeun cuando notó a esta, había entrado al lugar de juegos y al parecer la estaba buscando
—Jungie— Dijo en un casi chillido y se fue a abrazarla
Era un ritual, la forma de saludarse. La que siempre han tenido. Jungeun se dejó abrazar un rato más para después notar que Jinsoul la aflojaba para que se puedan recostar tranquilas en las almohadas. Jungeun con una mano alcanzó el libro que estaba leyendo antes
—¿Cómo te sientes?— Preguntó Jungeun con normalidad
—Bien— ¿Mentía?, ¿Lo iba a saber fácil?
—Hey, algo estaba pasando en mi cabeza hace un tiempo— Dijo de pronto Jungeun y la pelinegra la miró —¿No te puedo poner un apodo?—
—Yo te tengo como Jungie porque eres como un peluche, así que no sé qué vas a pensar tú—
—Mhm...— Jungeun se dedicó a pensar porque no sabía si se atrevía a tratarla de forma tierna también, en solo pensar sus mejillas se volvieron rojas —Mejor no—
—¿Por qué?— Jinsoul se acomodó en medio de ese abrazo y le dirigió la mirada curiosa
—¿Quieres?—
—Cosa tuya. A mí nunca me han tratado así, solo mis madres— Comentó Jinsoul —La verdad no sé, solo sé que me va a gustar si es por ti. Ya que nunca lo he pensado, ni me ha pasado y no tengo claridad—
—Lo dejaré así— Concluyó Jungeun con un abultado en sus labios —Ya que tú no eres un peluche, ¿O sí?—
—Jungie fue como un apodo para marcarte como mi peluche, de verdad no lo pienses mucho— La soltó levemente y se recostó mirando mejor el techo —No soy un peluche. No soy linda como un peluche. Pero si tú quieres apodarme como peluche, es cosa tuya—
—No porque no te trato como tú lo haces conmigo— Nuevamente Jungeun hizo un rostro de satisfecha y a la vez no
—Lo sé, no te gusta abrazar. Me devuelves los abrazos solo porque yo te los doy, no me quieres besar, no te sueltas— Detalló Jinsoul, logrando sonrojar a la contraria —Pero está bien, Jungie. Con que me dejes abrazarte a ti—
—Sí...— Susurró sintiendo que la pelinegra jugaba con su cabello
—Por cierto, Jungeun— La nombrada la miró de golpe cuando usó su nombre y no el apodo —Debo decirte algo, aunque no te importe mucho—
—¿Qué es?—
—Me voy a ir de la escuela al terminar el año. Voy a empezar el próximo en una escuela nueva hasta terminar la primaria— Contó Jinsoul, nuevamente Jungeun abrió sus ojos en sorpresa
—¿Por qué?— Preguntó exaltada
—Porque según la psicóloga, yo no estaba cómoda, y tiene razón— Contestó —Le conté todo, como me sentía y me dijo que lo mejor era dejar la escuela. Mis madres también dijeron que era buena idea—
—¿Es por los que te molestaban?— Cuestionó de nuevo Jungeun —Pero si ya no están y no te hacen nada los demás—
—Eso hablé. Aunque ellos se fueron, no me siento bien aquí— Aclaró Jinsoul algo dolida —Es cierto, no me siento bien aunque no me estén molestando. Me dijeron, empieza de cero. Yo creo, porque aunque no me molesten, no consigo conversar, no me llevo, no encajo—
—¿Y yo?—
—Jungie— Nombró de una forma tierna acariciando su rostro —Tú sigues siendo mi peluche. Aun sea fuera de la escuela, ¿Cierto?—
—¿A qué te refieres?—
—Puedes ir a casa cuando quieras— Le dijo con una sonrisa —Seguiré viviendo en la misma casa, y me puedes ir a ver. Puedes ir todos los días y yo te voy a recibir. Si quieres—
—Bueno...— No sonó convencida en nada —¿A qué escuela te vas?—
—No recuerdo de nombres ahora, Jungie— Negó —Mi psicóloga me la recomendó porque trabaja ahí también. De todas formas, mis madres buscarán otras opciones por si me animo a otra—
—Pero es definitivo que te vas— Insinuó levantando una ceja
—Sí, Jungie. Será mejor— Le dio un beso en la frente y se acomodó para abrazarla —Pero tú siempre serás el mejor peluche, ¿Está bien?—
—Sí...— Nuevamente no sonó satisfecha
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
