Descanso

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Por arte de prestidigitación los días pasaron rápido como una barajada de naipes y se confundieron entre las hojas caídos de los sakuras. Un recuerdo especifico de la primavera atormentaba a Nico:

-"Parece que usted y Totsuka son cercanos, a pesar de que el año comenzó hace poco"- 

Las palabras de Yukinoshita reverberaban hasta lo más profundo de las paredes mentales de Nico, ¿Era tan extraño que se llevara bien con un estudiante?, ¿Qué tan bien puede llevarse con un estudiante antes de que parezca raro?, ¿Si quiera está bien relacionarse con sus estudiantes?... ¿Por qué se llevaba tan bien con Tostuka específicamente?.

-"¿Y qué te detiende?"- Las estúpidas ebrias palabras de Hiratsuka lo mantenía encontrando excusas para no volver a tomar con ella. 

El ululeo de las olas lo mantenían fuera del mar y la playa, y hasta parecía volverlo loco en las jornadas laborales. La ausencia del olor pesado a gasoil de los colectivos lo enfermaba y la falta de vendedores de alfajores ambulantes y los partidos de futbol gigantescos hacía que se sintiera vacío. 

Era uno de esos días en los que pensaba en todo pero su mente estaba completamente vacía, aunque por fuera pareciese ameno, estoico y semi-profesional, por dentro gobernaba el Taciturno espíritu fantasma que pilotaba su cuerpo como un EVA.

El acelerado trotar del tren hacía que Nico salte levemente manteniendo sus ojos y mente alertas. Su corazón en idéntico tempo acompañó al tren en su frenética pulsación, sin aviso previo, el tren entró a bajo tierra, oscureciendo temporalmente la vista progresivamente borrosa de Nico, que sintió que la pulsación de su corazón avanzó a su cabeza con desidia y una estabilidad fija.

.................

-"Por favor deje salir a los pasajeros del vagón antes de abordar"- Los ojos de Nico volvieron a iluminarse con una inhalación profunda, como si se hubiese tratado de un mal sueño. Entonces cerró los ojos por un momento, exhaló lentamente, volvió a abrir los ojos y se bajó del tren, como si nada hubiera pasado.

Nico salió de la estación sin fijarse en nada, lo único que pensaba era su destino, no se fijó en las tiendillas ni en los minimercados brillantes de la zona, le estresaban los semáforos en rojos y los letreros neón que iluminaban la ciudad de tal manera que era imposible ignorarlas aunque hayas pasado un millón de veces por el mismo lugar. 

Después de una tediosa caminata, por fin pudo llegar a su destino, un gimnasio al que recientemente se inscribió. Los gimnasios siempre traían paz a Nico, era un lugar en el que no era juzgado y en el que nunca juzgaba a nadie, solo era él con un par de audífonos, las pesas y las máquinas, disfrutaba de gimnasios más vacíos para evitar interacciones con otras personas por lo que no iba ni muy temprano ni muy tarde. Para Nico después de calentar un momento en las bicicletas no era difícil entrar en la zona con la sutil ayuda musical de una playlist. Pero esta vez estaba tan abrumado que no pudo eliminar completamente todos los estrangulantes pensamientos rondando en su subconsciente. 

Apenas han pasado 4 meses desde que empezó a vivir en Japón, pero extrañaba Argentina y su gente, extrañaba hablar español con la gente de las tiendillas y comprar un alfajor los viernes después de salir del trabajo. Pero al menos Chiba era una ciudad bastante individualista por lo que no debía preocuparse mucho por lo que otras personas pensaran de un extranjero más en el tren, pero simultáneamente le agobiaba lo rápido que es Japón, en un par de horas podrías estar en la otra punta de Honshu en un shinkan, la vida metropolitana no es misericordiosa y paciente, tienen estándares muy puntuales y no tiene intención de frenar por nadie.

Nico, que ya pudo enfriar su cabeza mediante el ejercicio, pudo atacar más calmadamente estas dudas que nublaban su juicio desde que salió del trabajo, metódicamente analizaba y desmantelaba cada duda hasta que se sintiera realizado con cada repetición de barra que hacía. 

Cuando llegó la hora de hacer estiramientos, hubo una inquietud que no pudo analizar tan lógicamente ni descartar por completo:  

-"Parece que usted y Totsuka son cercanos, a pesar de que el año comenzó hace poco"-

Le molestaba tanto pensar en la astucia y estoicismo de su estudiante, pero simultáneamente le sorprendió ver como alguien que no tiene muchas interacciones sociales pudo discernir ese detalle, ¿o es qué era muy obvio?. Pero eso no le molestaba tanto como pensar que tenía razón y no sabía por qué, así que trató de recordar cada momento con Totsuka que tuvo para apuntar a que hacía que sintiera cierto apego especial hacia él; empezó por el momento en que se conocieron y el shock inicial, pensó que era una tipa gracioso hasta que se dio cuenta que era un tipo gracioso, no... eso no, ¿tal vez el partido de tenis?, fue espectacular ver como el chico de los ojos de pez muerto derrotó a la rubia charlatana pero ahí Totsuka la verdad que solo le agradeció; de seguro fue el abrazo en el puerto de Chiba, bueno aunque lo hizo por instinto viendo que su estudiante estaba a punto de romper en llanto, lo habría hecho por cualquier otro amigo o familiar... un momento, ¿lo consideró un amigo y no un estudiante?... El incidente en el tren... y de repente, los recuerdos en Totsuka. Lo llevaron a ese leve viaje en el tiempo que sintió tras ser atacado por la nostalgia en el taxi hacia la escuela, esa sonrisa del pasado que revivió en la inocente expresión de Totsuka en ese preciso momento. 

Nico empezó a reir y dijo en forma de mofa 

-"Si no tengo cuidado y el chico me recuerda a ella, capaz me vuelvo a enamorar jaja"-

Luego de reír forzadamente por un rato mientras empezaba a caminar hacia las duchas se preguntó:

-"¿Está mal enamorarse de alguien porque te recuerda a alguien que amaste?" 

Mientras se desvestía para entrar a la ducha pudo escuchar que alguien estaba a punto de salir, por lo que fingía que no podía encontrar su toalla para dejar que saliera para evitar miradas incomodas. Cuando una voz dulcemente familiar lo atacó en su punto débil. 

-"¿Are?, ¿sensei?"-

Nico volteo y pudo ver el sedoso cuerpo semidesnudo de Totsuka, habiendo una toalla cubriendo su naturaleza del resto de la sociedad.

...¿¡Totsuka?!!...

Eromance en SobuWhere stories live. Discover now