Coristas; una imagen de belleza y delicadeza. Una mujer que cualquier hombre tendría la suerte de llevarse a casa. Alice Black es una mujer completamente diferente cuando se pone el maquillaje y el disfraz, pero es quien es cuando está fuera de luga...
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El sol se había puesto y la luna había salido a mostrarse. Estaba sola en la gran carpa; simplemente sentada en el escenario y preguntándome cómo sería si alguna vez actuara en este mismo escenario. Me sabía de memoria mis actos, todos y cada uno de ellos, pero eso no significaba que me gustaran. Eran degradantes, sexuales y sucios; pero a los hombres les encantaba. Todo lo que siempre quise hacer fue cantar... como Elsa o las gemelas.
Poniéndome de pie, agarré el micrófono. A pesar de que no estaba encendido, me mantuve firme mientras comenzaba a cantar una canción que siempre tuvo un significado especial para mí.
"Caminé por una tierra vacía
Conocía el camino como la palma de mi mano
Sentí la tierra bajo mis pies
Me senté junto al río y me hizo completo
¿Es algo muy sencillo a dónde fuiste?
Me estoy haciendo viejo y necesito algo en lo que confiar.
Así que dime cuándo me dejarás entrar
Me estoy cansando y necesito un lugar para empezar"
Eso es todo lo que llegué a la canción antes de alejarme del micrófono y quedarme allí.
Suspirando, salté del escenario y caminé en la oscuridad de regreso a mi remolque. Sin embargo, al escuchar una conmoción, miré para ver a Eve arrojando a Dell de su remolque. "¿Estás bien?" Yo pregunté.
"¡Ese bastardo me atacó!" Ella respiró pesadamente.
La miré y noté que su mano se veía bastante mal. "A ver, déjame ayudarte. Podemos ir a ver a Ethel por la mañana".
Pasé la noche en el tráiler de Eve solo hablando. Ninguna quería dormir, pero parecía que solo habían pasado una hora o dos antes de que el sol volviera a aparecer y nos dirigimos a casa de Ethel.
"Todo lo que puedo pensar es en sus manos sucias sobre mí", dijo Eve mientras se estremecía y sacaba la mano del cuenco de hielo.
"No, mantén tu mano en el hielo". Ethel instruyó mientras ella y Suzi volvían a poner la mano de Eve en el cuenco: "Tu hinchazón nunca bajará".
Jimmy, que caminaba de un lado a otro, gruñó: "Dell ha hecho muchas cosas malas, ¿pero esto? Debe estar loco. Tenemos que aclarar los hechos para que cuando vayamos a la policía..."
"¿Policías?" Ethel se volvió hacia él: "Tú, de todas las personas, dices eso. Dell es nuestro problema; lo arreglaremos. Nos colaremos en su remolque y lo mataremos".
"¿Qué?" Jimmy preguntó mientras mis ojos se agrandaban, "¿A qué viene esto?"
"Lo conozco, Jimmy". Ethel dijo: "Sé de lo que es capaz, y tú no".
Jimmy se acercó, "Bueno, al menos déjame hablar con él".
"¿Y si hubiera ido tras Maggie?" preguntó Eve, refiriéndose a Esmeralda por su nombre de pila, "Tú serías el primero en cargar con un arma".
"No sabes lo que es que los mirones nos levanten las faldas", le dijo Suzi.
"¿Sabes cuál es tu problema, Jimmy?" Ethel se volvió hacia él mientras tomaba asiento: "Estás atrapado en la noción optimista de que el mundo funciona con bondad, decencia. La verdad es que toda garantía de bondad es una tumba temprana. La broma más grande de todas, lo que te hundirá cada vez... es la esperanza. La esperanza de que el mundo se enderecerá. Que los justos sean recompensados y los malvados castigados. Oh, una vez que creas esa mierda, estás muerto en el agua. La única forma de sobrevivir en este repugnante mundo abandonado por Dios es tomar el control. Nadie va a cuidar de nuestra gente excepto nosotros. Dell lastimó a uno de los nuestros; no podemos dejar que se salga con la suya. Tiene que pagar".
"Lo hará, mamá". Jimmy le dijo a Ethel mientras ella comenzaba a llorar: "Puedo arreglarlo. Le patearé el trasero hasta la acera, le diré que saque su trasero de aquí, que nunca regrese. Confía en mí. Puedo manejar a Dell".
"Manéjalo". Ethel dejó de llorar y Jimmy asintió, "O lo haremos nosotros".
Tan pronto como terminó la conversación, Jimmy se dirigió a hablar con Dell. "¿Eras tú quien cantaba anoche?" Ethel me preguntó de la nada.
Me giré hacia ella, "Oh, umm... sí. Lo siento si te desperté".
"No." Ethel se puso de pie, "Regresaba de la tienda de campaña de Elsa y te escuché. Eres buena. ¿Por qué no estás en el escenario actuando con nosotros?".
Me reí entre dientes. "Porque cantar no es mi actuación".
"¿Cuál es?"
"Corista." Suspiré: "No estoy orgullosa de eso, pero pagaba las cuentas. Quería cantar, pero aparentemente, el mundo tiene suficientes cantantes y no suficientes mujeres a las que no les importa caminar en ropa interior y bailar con los grandes éxitos".
"Eso debe haber sido terrible". Eve movió su mano alrededor del cuenco y volvió a hacer una mueca.
Asentí, "Oh, créeme, lo fue".
Mientras caminaba hacia la puerta, sonreí. "Pero ahora estoy aquí y todo es tan bueno como lo ha sido en mucho tiempo".
Con eso, salí del tráiler. Me dirigía de regreso cuando alguien me agarró del brazo y me empujó detrás de una tienda. "¿Dónde está mi dinero?" Ryan gruñó.
Lo miré fijamente, "¿Dinero? ¿Qué diablos estás-"
"¡Por las drogas!" espetó. "¿Dónde está mi dinero de las drogas?".
Me había olvidado por completo de eso. "¡No vendí ninguna, idiota!"
"¡Maldita perra!" Me abofeteó con fuerza en la cara.
Gruñí de dolor, "¡No tengo a nadie a quien vendérselos! Tendrías una mejor oportunidad si los devolvieras y los vendieras tú mismo".
"Ese no es el punto." Me dijo: "¡Esto es una venganza por tu estúpido truco de hace dos años! ¡Estás trabajando en un espectáculo de monstruos! ¿Te vas a quedar ahí y me dirás que estos monstruos no consumen drogas para olvidar lo jodidas que son sus vidas?"
"¡No las venderé!" Puse mi pie en el suelo, "Ya arruiné suficientes vidas en el pasado. ¡No más!"
Ryan gimió, "Bien, solo... devuélvemelos".
"Eso puedo hacerlo". Suspiré, "Sígueme".
Llevé a Ryan a mi remolque y entré. Primero saqué la bolsa de debajo de mi colchón. Cuando fui a sacar la jeringa del cajón, sentí que algo fuerte me golpeaba la cabeza. La habitación comenzó a dar vueltas mientras yo me tambaleaba un poco. Finalmente, me caí al suelo y me desmayé.
