Coristas; una imagen de belleza y delicadeza. Una mujer que cualquier hombre tendría la suerte de llevarse a casa. Alice Black es una mujer completamente diferente cuando se pone el maquillaje y el disfraz, pero es quien es cuando está fuera de luga...
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La muerte de un monstruo amado es siempre un sentimiento de tristeza, pero nunca una sorpresa. Si los órganos de forma extraña o una anomalía física aleatoria no los reclaman, entonces es por la pura densidad de su resplandor. La vida de un feriante arde y brilla más que la mayoría. Está destinado a extinguirse antes. Sin brasas de larga duración.
Salty había muerto unas noches después de que arrestaran a Jimmy. Había muerto mientras dormía, un derrame cerebral era lo que habían pensado. Pepper estaba devastada. Una vez que se despertó y se enteró, gritó toda la noche. Y luego no abandonó su cuerpo durante todo el día siguiente. No mucha gente lo sabía, pero Salty y Pepper en realidad estaban casados. Lo descubrí unos días después de llegar. Eran la pareja más dulce de la historia; y aunque ninguno de ellos realmente habló en absoluto, sus acciones hablaban mucho de cuánto se amaban.
Las cosas para mí tampoco iban demasiado bien en este momento. Las drogas comenzaban a tener su efecto en mí y me estaba convirtiendo en mi antiguo yo. Sabía que tenía que parar; en el fondo, lo sabía, pero ahora era más difícil. Era parte de mi rutina. Ahora le gritaba a la gente, le gritaba a los clientes cuando hacían preguntas simples. Incluso había ido tan lejos como para lanzarle un puñetazo a Paul cuando trató de ayudarme cuando supo que algo andaba mal.
Las mangas largas y los suéteres eran mis mejores amigos ahora, ya que ambos brazos estaban claramente plagados de pequeños puntos rojos. A su alrededor, moretones negros y azules de tamaño decente. Estaba empeorando y necesitaba ayuda, pero no sabía cómo pedirla.
Mirando el reloj, me di cuenta de que era hora de que empezara a cocinar con Desiree. Poniéndome un suéter grande, me dirigí al dosel. "Hola." Desiree sonrió.
"Hola." Suspiré, habiendo perdido todo mi entusiasmo y alegría.
Desiree me miró de arriba abajo. "No te ves muy bien".
"Solo estoy cansada." Le dije: "No he estado durmiendo bien".
Desiree se quedó en silencio por un momento antes de asentir, "Oye, tengo que decirte algo".
Acercándome a ella, esperé la historia. "Algo le pasa a Maggie". Ella me dijo: "Me dijo que ella y ese tal Stanley son socios. Stanley ni siquiera es un tipo de Hollywood. Y luego, cuando la confronté sobre el hecho de que muchos monstruos han estado muriendo desde que aparecieron, ella actuó muy sospechoso."
Desiree me miró antes de comenzar a sacar los ingredientes, "Está bien, lomo de res. Brazo, paletilla o cuchillo. Sal, pimienta, harina, cebolla, rábano picante, zanahorias y papas. Es solo una maldita carne asada, ¿verdad? ¿Qué tan difícil puede ser?"
"Vaya". Maggie se acercó a nosotros, "Eres la mujer más dura que conozco, ¿y ahora quieres ser Betty Crocker?"
"Ahí le has dado." Desiree agarró una olla de barro, "Si voy a ser ama de casa, no puedo dejar que mis bebés mueran de hambre. Mi madre les enseñó a todas mis hermanas a cocinar, pero nunca me enseñó a mí".
"Tal vez ella vio tu potencial en otra parte", sugirió Maggie.
Desiree agarró uno de los cuchillos, "Chica, no me halagues. No he olvidado lo que me dijiste, y aún no he decidido qué voy a hacer al respecto".
"Quiero hacer lo correcto por una vez". Maggie dijo: "Por eso estoy aquí. No podemos hablar aquí. Seguirme".
Maggie nos llevó a Desiree y a mí a una tienda vacía antes de continuar con la conversación. "Quiero ayudar a Jimmy", nos dijo.
Desiree asintió, "Bien. Consíguele un abogado".
"Necesito que confiéis en mí".
"¿Confiar en ti?" Desiree se burló, "¡Ja! Eso es gracioso".
Maggie suspiró: "Todos en este campamento morirán pronto a menos que me escuches. Sé cómo ayudar a todos. Jimmy y los monstruos a la vez. Solo tengo que mandar al verdadero villano lejos para siempre".
Desiree levantó los brazos mientras se dirigía a la salida, "¡No me gustan los acertijos! Nunca me han gustado".
"Escucha." Maggie la detuvo, "Sé que quieres cabalgar hacia la puesta de sol con tu príncipe azul y tu carne asada", se volvió hacia mí, "Y sé que todavía me odias, pero necesito que me ayudéis. Hay algo que necesito que veáis".
Desiree y yo la miramos fijamente durante un rato, decidiendo si realmente deberíamos confiar en ella o no. Pero después de un poco más de convencimiento nos dimos por vencidas y la seguimos; dondequiera que nos lleve.
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"¿El Museo Americano de Morbilidad?" Pregunté mientras entrábamos a un edificio bastante grande que estaba muy lejos de nuestra casa, "¿Por qué tenemos que viajar hasta aquí por esqueletos y demás?".
"Porque necesito testigos de esto". Maggie explicó: "En caso de que me pase algo cuando llamen a Stanley".
Desiree miró alrededor del museo, "¿Todo esto aquí es por él?"
Justo frente a nosotros, una guía turística y su grupo se apartaron del camino de la exhibición que Maggie quería que viéramos. Mis ojos se agrandaron y mi boca se abrió. Dentro de un pequeño frasco estaba el cuerpo de Ma Petite. "Dios..." Desiree jadeó mientras caminaba directamente hacia el frasco.
"Le pagaron tres mil dólares por el cuerpo de Ma Petite". Maggie nos informó: "Por eso hizo que la mataran".
Mirando a nuestra izquierda a medida que avanzaba la gira, casi lloré cuando vi a otro de nuestros amados monstruos. La cabeza de Salty estaba a la vista de todos. También estaba en un frasco cuando nos acercamos. "Y esta es nuestra nueva exhibición". El guía turístico sonrió al resto del grupo, "Acaba de llegar hoy. Es un ejemplo perfecto de un raro defecto congénito conocido como ectrodactilia".
Todos nos acercamos al resto del grupo mientras el guía sacaba un gran paño rojo de un frasco más pequeño. "Comúnmente conocido como manos de langosta".
"No..." Maggie jadeó cuando mis manos volaron para cubrir mi boca.
Maggie, que no se veía muy bien, se derrumbó en el suelo a mi lado. Desiree y yo la ayudamos a levantarse antes de emprender el largo viaje de regreso a casa. Me sentí mal del estómago después de ver todas las partes del cuerpo de mis amigos en exhibición para que la gente mirara boquiabierta y se riera. No estaba bien... era enfermo.
