❐ᴛʀᴇs┇III-3┇

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____Ojala no fuera un recuerdo.____

[Your eyes tell//BTS]

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[Your eyes tell//BTS]

«Por ti, yo sería capaz de fingir que soy fuerte aun cuando estoy herido.»

El frío le arropó, la neblina indicaba el inicio de el día, entre las extensas calles camino, silbaba cínico, una mano en el bolsillo de su pantalón, con la otra sostenía el maletín recargado en su espalda, su mente estaba vacía, con expresiones serías e intimidantes, Yoongi quería acabar con esto, pero tenía miedo, abrumado miro el gran edificio, entro ya acostumbrado a su nueva rutina, arrastró sus pies haciendo un molesto chillido al sus zapatos rozar con el liso piso, se recargo en aquella puerta, los gritos resonaron, entro con calma, neutro.

—Mira a la niñita—. Jalo las mechas rubias de Jimin, este le empujó no dejándose, Yoongi analizo la situación, tres contra uno, notable desventaja —¡Marica de mierda! ¿Piensas jugar al rudo? Nenita.

Yoongi bufo soltando una risa atrayendo la atención, los gruñidos y miradas amenazantes torcierón la sonrisa Min, su mirada se llenó de oscuridad, chasqueó los dedos, enfrentó sin miedo, estos solo le miraron con cólera, el soltó una risa irónica congelando a todos, volteo su anatomía ignorando, un empujón le hizo caer, soltó un quejido, su hombro comenzó a doler con intensidad, se dedicó a sonreír fingiendo despreocupación, el rubio se acercó a ayudarlo, aquella sonrisa le dejo helado, sin poder articular una palabra sujeto esa pequeña manita apoyándose, con calma se levantó.

—¿Qué no son ya unos adultos? Empiecen a comportarse como tal—. Soltó con dejé burlesco, sonrió simple al pequeño chico, este agradeció con la mirada y Yoongi no soporto cayendo en la tentación de dar unas palmadas en la cabeza el chico.

La monotonía le hizo ver eterna la estancia en la universidad, su horario se vio en pausa, se dirigió al baño, su hombro realmente le hacía pasar un mal rato, las risas y bromas le hicieron sentir un revoltijo en su estómago, un lamento y ruegos le estrujaron su corazón, pateó la puerta rompiendo el cerrojo, eso le saldría caro, sus ojos abiertos ante tal fuerte escena, la crueldad del ser humano le dejo estático, helado, mareado miro con firmeza al rubio, este tenía amarradas sus manos con su propia camisa, su piel rojiza y con hematomas, el olor a cigarro, y aquellas lágrimas junto a esa mirada desesperada y llena de tristeza, gruño negando.

—Bastardos de mierda&. Insulto con ojos furiosos, como fiera acecho a sus presas, la mirada felina cortaba más que un cuchillo, tal vez Jimin se sintió débil e inservible, se arropó de la protección que Min le estaba brindado &Suelten al chico.

—¿Porqué deberíamos hacer eso?—. Respondió burlón, Yoongi cerró su puño sintiéndose impotente, sin entender porque estampó su puño, la sangre broto del labio del contrario dándole gozo —Maldito loco.

—¡Ja, Que irónico! ¿De cuándo acá el loco soy yo?—. Sonrió de lado, con confianza atravesó a cada bravucon, se agachó sin importar lo sucio y mojado que estuviera el suelo, acarició las mejillas del chico limpiando cada rastro de lágrimas —Todo estará bien, me aseguraré de ello.

Jimin sonrió débil, con un nudo impidiéndole su habla, Yoongi soltó el nudo, miró inexpresivo las marcas en las muñecas del rubio, con sus pulgares obligó a cerrar los ojos, confundido Jimin ladeó la cabeza, Yoongi no quería que alguien más viera ese mounstro dentro suyo, ese lado violento e irracional, los gritos y el dolor en su hombro le produjeron dolor de cabeza, ellos eran más dejándole en desventaja, aún así no quería arrodillarce, entre su ego y salvajismo se vió en una lucha violenta e innecesaria ¿Cómo dialogar con una pared? Ellos no estaban dispuestos a ceder y Min tampoco, porque ambos lados creían que sus ideologías eran las más correctas, tal vez ese día fue un recuerdo de los más importantes, una de las tantas y pocas veces que dejaba salir esa parte tan salvaje y oscura, pero también ese recuerdo fue donde las miradas vacías se conectaron sintiendo la semejanza de sus sentimientos, ambas llenas de vacío y soledad, Min entendió que el destino había traído un ángel con alas rotas, porque ambos tenían el propósito de ayudar al otro, era obvio que ambos se encontraban a un paso de un final trágico.

—Espero que dejen en paz al chico—. Amenazó audaz, se acercó al rubio, sonrió ladino picó la mejilla del chico, Jimin abrió sus ojos, Min entendió que Park era un espejo suyo, el espejo de su parte más débil y Jimin se congelo mirando una marioneta —¿Crees poder caminar por tu cuenta?

—Déjame intentarlo—. Sonrió de lado haciendo un ademán, Jimin se recargo en la pared, y cuando sus manos se alejaron de la pared, tambaleó a punto de caer, si no fuera por ese agarre firme en su cintura, Yoongi colocó el brazo del rubio en su lastimado hombro, aún sujetando la cintura de Jimin dió pasos lentos —Gracias.

—Mjum—. Miró a su alrededor sin saber a donde llevar al chico, gruñó frustrado —Será mejor llevarte a tu casa.

—¡No!—. Confundido miró a Jimin, este agachó la cabeza, el castaño bufó irritado —Yo estaré bien así.

—Inconsciente, ni caminar puedes y dices que estarás bien—. Se burló, la mueca disgustada y mirada oscura del rubio le hizo sonreír de lado —¿Me dirás qué miento?

—No, pero tampoco quiero ir a casa—. Confesó inexpresivo, Yoongi arrugó la nariz estresado, asintió caminando hacia la salida —Uhg, supongo que el hospital será.

—Tampoco—. Murmuró, Yoongi gruñó confundido, decidió no decir más.

—Ahg, que más da te llevaré a otro lugar—. Cedió cansado, tenía otras cosas que pensar para estarse preocupando por esas pequeñeces —¿Qué te hicieron?

—Supongo que está bien contarte—. Sonrió cansado de si mismo, Yoongi solo le miro con dureza y lastima —Fuí su cenicero.

—Ohh, debió doler—. Susurró así mismo, sin saber que decir entendiendo a lo que se refería, mordió sus labios impidiendo a su lengua actuar por impulso.

Min nunca se creyó capaz de llevar a alguien aquel lugar donde su piano y sueños vivían, la tarde soleada, este era de esos momentos de los que quería volver a vivir, curando cada parte herida de Jimin, sin importar que tan roto se encontraba el, porque Yoongi era un alma en busca de algo y Jimin vivía encadenado a la espera, entre lo lejano y cercano cada vez los hilos del destino se conectaban, Yoongi estaba perdido entre sombras que lo manejaban y Jimin era su más certero reflejo, porque ambos eran la pieza faltante para el futuro.

Min nunca se creyó capaz de llevar a alguien aquel lugar donde su piano y sueños vivían, la tarde soleada, este era de esos momentos de los que quería volver a vivir, curando cada parte herida de Jimin, sin importar que tan roto se encontraba el, ...

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Blodyrose_🌺

ғᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ//ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora