Dos camionetas Lexus oscuras, blindadas y con vidrios polarizados se dirigieron hasta Quertin, la noche tenía un movimiento exagerado para el club, la variedad y servicio de mujeres era tan alto y solicitado que podía pasar desapercibido algunos clientes, aunque aquellos más importantes no podrían ser ignorados ni aunque lo intentaran.
-¿Está segura que desde aquí debe ir sola? Podemos dejarla justo en la entrada – sugirió Raymond mientras detenía la Lexus a unos metros de la entrada trasera de Quertin y miraba hacia los asientos detrás de él, donde se encontraba su amigo y la hermosa mujer que haría posible su cometido.
-Le aseguro que es mejor desde aquí – Aline colocó en su oreja el intercomunicador que le habían proporcionado, acomodó ligeramente su corto vestido y fijo su mirada en el hombre que estaba a su lado, el hombre que no dejaba de mirarla de una forma tan exquisita – Avísenme cuando esté aquí, dónde se encontrarán ustedes, y yo me encargaré de poder salir.
Jonathan se acercó a ella, acarició suavemente un corto mechón que caía en la mejilla de Aline, lo colocó detrás de su oreja y le sonrió sutilmente – Por favor ten cuidado.
Pine podía ser despiadado, brusco y grotesco cuando era necesario, pero en ese momento sólo había sido cálido y un caballero, el hecho de que pagara por los servicios de esa mujer no significaba que la trataría de una forma inmunda, de hecho, sabía que ella jamás se lo permitiría, pero aún con eso, aquella mujer superaba por mucho a otras tantas mujeres con las que se había relacionado.
Aline asintió lentamente mientras percibía el calor que desprendía la gran mano de su cliente, de no ser porque tenía un cometido especifico, habría pensado que pudo estremecerse, pero ese acto no ocurrió, solo se trataba de un gesto amable, y no debía agradecer o sentirse especial por un modal que las personas podían confundir.
Sus rostros estaban bastante juntos, parecían querer acercarse, pero no lo hicieron, ambos se separaron y ella bajó de la camioneta para dirigirse a la entrada señalada con anterioridad.
-No te atrevas Raymond...
-No iba a decir nada... Ya tienes suficiente con tener que manejar tu autocontrol.
Junto al resto de sus hombres, Jonathan se infiltró sin mayor problema a las instalaciones de Quertin, el club estaba lejos de ser tan elegante y lujoso cómo Velvet, pero cumplía con estándares promedios de un lugar en el que se podía pagar por placeres visuales y carnales.
El lugar no había cambiado en lo absoluto, Aline se adentró cómo si fuera una mujer más que daría un espectáculo en la noche, el personal de seguridad tenía estrictas ordenes de cuidarla y protegerla bajo cualquier circunstancia, pero ella parecía movilizarse sin problema alguno. Lo primero que pasó fueron dos minúsculos salones en dónde llegaban a realizar algunos tratos, más adelante se encontraban dos pasillos con algunas habitaciones y "camerinos" cómo las mujeres de Quertin los llamaban, porque en realidad eran habitaciones dónde se follaban a los clientes que alcanzaban las cuotas demandadas, y finalmente llegó a lo que parecían altos y anchos corredores con habitaciones dónde cada mujer arreglaba su aspecto. Ropa, accesorios, espejos, maquillaje y toda herramienta que resultara de utilidad para cada una se encontraba ahí.
Una cantidad considerable de mujeres ya la habían reconocido, otras la mal miraban y otras simplemente murmuraban pero Aline había ignorado a todas, desgraciadamente estaba buscando a una mujer específicamente, y su búsqueda concluyó en cuanto la vio caminando en dirección a ella.
-Te has perdido de tu reino Aline, Madrid no está aquí – burló una mujer que superaba la edad de Aline por casi diez años, su acento inglés se veía afectado por el francés, pero aun así era la única mujer de todo el lugar que hablaba otro idioma aparte de la lengua madre de la ciudad. Su aspecto dejaba mostrar la autoridad y posesión que tenía del lugar, luciendo un ajustado vestido con textura de terciopelo en tono marino, el cual resaltaba sus operados senos, así como el agrandamiento de su culo y la reducción de cintura, algo que a gusto de Aline, era típico y común de todas las mujeres de Quertin, exageración en atributos para llamar la atención.
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El Placer De Un Linaje
Fanfic"Es una sensación interesante la de tener la preciada posesión de otro hombre" Jonathan Pine es uno de los hombres más temidos, brutales y poderosos en las grandes potencias mundiales, toda su vida ha tenido que ser aquel hombre sin escrúpulos, fuer...