Alpha.

Capitulo 4.

Blair POV.

Cuando abrí mis ojos estaba en una habitación sencilla solo había un tocador, un pequeño armario y una cama.

Talló mis ojos y me levantó, el dormir está siesta me dejo cómo nueva. Me levanto de la cama y me dirijo a la ventana para abrir las cortinas, cuando las abro me sorprende ver que ya esta oscuro.

Alguien toca la puerta, tal vez es Demian. Mi corazón empieza a latir rápidamente ante este pensamiento. Me acerco a la puerta y la abro lentamente, ante mi esta una chica morena, delgada, de cabello hasta los hombros color café y creo que sus ojos son verdes.

- Hola soy Mika. - dice presentándose. -

- Hola soy Blair.

- Bueno sólo venía a decirte que ya vamos a servir la cena. Y a presentarme ya que no habíamos tenido oportunidad para ello.

- Oh gracias. De verdad y disculpa que haya dormido hasta tarde.

- No, no hay problema, toda tu familia también durmió, fue un largo camino.

- Gracias de nuevo por recibirnos aquí en tu casa.

- Oh no no te preocupes, ah y antes de que lo olvide tengo algo para ti. Vuelvo en un momento.

Se va rápido y cierro la puerta sin pestillo, para que entre después.

Me agrado Mika, creo qué podemos llegar a ser buenas amigas. Tocan la puerta de nuevo pero esta vez Mika entra sin esperar a que yo abra.

En sus manos trae lo que creo que es ropa y unas botas largas.

- Te traje un cambio de ropa supuse que la necesitarías. - dice dándomelas.

- Muchas gracias Mika. Me has salvado la vida prácticamente. - esbozó una gran sonrisa.

- No hay de que en serio, ahora eres prácticamente de la familia.

- ¿Tu conoces a Demian? - preguntó con un tono de voz que hace que se noten mis celos.

- Por supuesto, mi esposo Nick es su beta. - con esas simples palabras hace que deje de lado mis celos.

- Oh, disculpa. - un rubor se empieza a expandir por mis mejillas.

- Yo actuaba igual cuando conocí a Nick. Pero ahora te dejó para que té prepares.

Dicho esto Mika sale de la habitación dejándome sola con mis pensamientos. Tomo una toalla del armario y salgo de la habitación.

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Después de un relajante ducha vuelvo a la habitación envuelta en la toalla, pero cuándo abro la puerta me encuentro con Demian sentado en la cama, con los codos apoyados sobre sus rodillas y viendo con dirección al suelo.

Mi corazón empieza a latir rápidamente y siento esas inmensas ganas de besarle. Sentía como mariposas volando dentro de todo mi ser. Y eso sólo sucede cuando estoy con el.

Lleva unos vaqueros y una camisa negra. Se ve guapísimo y eso no hace más que aumentar mis ganas dé besarlo.

Cuando me escuchan inmediatamente levanta la mirada, al verme sus ojos se inundan de lujuria y deseo.

Camino lentamente hacia la cama con dirección a mi ropa, pero el me toma en brazos y me coloca a horcajadas sobre su regazo.

Me empieza a besar salvajemente, sus labios son como los recuerdo, son calientes, duros pero a la vez suaves, nuestro beso es como si él tuviera sed de mi, como si hace una eternidad que no me hubiera visto.