Alpha.

Capítulo 34.

Demian POV.

Llegamos al centro comercial y Blair parecía una niña en Navidad, la verdad no sabia que le gustará tanto ir de compras.

- No sabia que te gusta ir de compras. - le digo.

- Si me gusta. No tanto como a las demás chicas pero si me gusta. - dice regalándome una de sus sonrisas.

- ¿Y adónde vamos primero?

- Ahí. - señala una tienda que tiene el letrero de Zara.

Entramos en la tienda pero entramos por el lado masculino por lo cual varias miradas se posan en Blair pero como siempre ella esta ajena a toda esta situación. Al contrario se puso a ver la ropa masculina, era algo sexy y tierno verla escoger ropa para mi.

- Si, sigues haciendo eso me vas a mal acostumbrar. - le digo dandole un beso en la coronilla.

- Me gusta hacerlo, es entretenido. - dice encogiendo los hombros y con una sonrisa. - ¿Te gusta?

Me muestra una camisa de lino color blanca.

- Si, no es algo que yo escogería pero si. - digo recargando en uno de los muebles y cruzando los brazos a la altura de mi pecho.

- Eso suena como lo que yo le decía a mi madre cuando no me gustaba lo que me elegía de ropa. - dice riendo.

- En la siguiente tienda yo elijo tu ropa. - paso detrás de ella y le susurro al oído. - Ojala y sea victoria secret.

Me escabullo entre los estantes de ropa para darle su espacio a Blair tampoco quiero que sienta que estoy sobre ella todo el tiempo, me pone nervioso la idea de dejarla sola pero solo es una tienda departamental. No puedo perderla, ¿o sí?

Curiosamente y sin darme cuenta llego al área infantil de la tienda, hay cosas diminutas colgando de perchas también pequeñas y me dan un tipo de ansiedad, todo aquí es muy pequeño. Hay pequeños corriendo por el área y mamás que tienen a su hijos tomados por el brazo y los ven con miradas penetrantes.

Blair se vería muy bien de mamá.

¿De dónde salió eso?

Me acerco a una de los pequeños maniquíes que hay y veo que es un pequeño niño que viste una playera color blanca , un cardigan de punto color azul marino y un tipo de vaqueros que se ven más suaves.

A mi lado esta dobladas perfectamente las prendas que lleva el maníquí en todas las tallas, sin pensarlo siquiera tomo uno de cada uno que lleva puesto el maniquí y me acerco a la caja. Atiende una chica que tiene esa actitud de no me importa nada en este mundo, tiene un piercing en el labio inferior y luce un aspecto algo gótico. Busco mi billetera en mi bolsillo trasero.

- ¿Es todo señor? - pregunta la dependienta.

- Si.

- ¿No desea una colonia? - pregunta por obligación.

Sin fijarme bien tomo la que sea y se la doy a la chica. Escuchó un suspiro detrás de mi y giro lentamente para encontrar a unas mujeres que me ven como si hubieran visto lo más caliente de su vida. No digo que no soy lo más atractivo que hayan visto pero casi me están comiendo con la mirada.

- Es porque esta comprando ropa para bebe. - dice la cajera.

Como pongo cara de desconcierto me dice:

- Ver a un hombre comprar ropa para bebe para las mujeres es como para los hombres ver a una mujer con cuerpo de modelo. - dice con una actitud de fastidio.

- Estoy casado.

- Créame no les importa.

Me entrega mi cambio y toma la bolsa de cartón con un desconcierto total, ¿En serio es así para las mujeres? Suena extraño pero puede que sea verdad en las mujeres todo es impredecible, salgo de la tienda y en una banca están sentados Bennett y George.