¡Dareck!

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Christopher:

Cerca de las cinco me desperté sin la ayuda de mi despertador, se podría decir que tengo una alarma interna, haha.

Me levanté y dirigí mi cuerpo al baño, enciendo la luz y rápidamente el reflejo de mis párpados hace que los cierre, en segundos me acostumbro al foco y me despojo de mis ropas, entro a la ducha y en menos de diez minutos ya estoy fuera.

Me preparé un café en la cocina de mi suite y revisé mi móvil para comprobar así, los correos de la asociación de Sellos.

Cinco y veinte de la mañana, me preparé con mi terno, un reloj de mano y mi maletín, listo para bajar y esperar a Dareck en mi automóvil.

Prendí la calefacción para que mi friolento amigo no la pasara mal, y esperé.

No pasaron ni siete minutos y divisé una silueta trotar a todo lo que puede acercándose a mí, sí, era Dareck.

Apresurado abre la puerta del copiloto.

— ¡L-Lo siento!, ahh, se me hizo un poco tarde — trata de regular su respiración y me saluda apropiadamente — b-buenos días, Chris, lamento el retraso —sonríe tímido.

Miré por unos segundos el reloj y para nada se nos hacia tarde, era sólo Dareck tratando de tener todo bajo control.

— Haha, no te preocupes, Dareck, no llegas tarde, buenos días para ti también, ¿nos vamos? —

El asiente con su cabeza mientras sonríe con los ojos.

El camino a la agencia fue tranquilo, una leve melodia de los matinales en la radios, el sutil sorber de Dareck hacia su café en termo, y el sonidito de los botones de mi auto.

Veinte minutos luego y ya estaba aparcando.

Bajamos y nos dirijamos a las oficinas.

Yo entré en una de ella y Dareck se quedó haciendo guardia fuera.

Comenzamos la reunión y todo lo que conlleva eso.

Firmar, leer, firmar, leer... El mismo ciclo sólo para que me validen el Sello.

A las pocas horas, demandaron un receso, agradecido y rendido salí a encontrarme con el vampirito.

Llegando a la salida lo divisé con dos vasos en sus manos, al verme sonríe feliz.

— Ten... Creí que te vendría bien para recuperar ánimos — me extiendo sus brazos, uno de ellos sostenía un café macchiato y el otro un jugo de limón, limonada más bien dicho.

Mi corazón palpitó con fuerza... Sé que puede que sólo sea una muestra de amabilidad... Pero si te lo hace tu crush... Ahg, como lo adoro.

— Dareck... Muchísimas gracias, lo necesitaba muchísimo — sonreí y tomé la limonada, algo refrescante y frío me viene de lo mejor.

Caminamos hasta la azotea del edificio – que por cierto era techado –  y disfrutamos de las bebidas en un silencio cómodo.

Eso hasta qué:

— ¿Cómo te está llendo? ¿Todo bien? — se dirije hacia mí, Dareck.

Le dí un sorbo al jugo, tragué y hablé.

— Afortunadamente si, gracias a que tengo una amiga dentro de esta corporación se me está haciendo todo mas rápido, muchas veces cuestiono los protocolos que tienen para las validaciones , digo... Una manada puede estar sufriendo sin la presencia de su Alpha — comento con sinceridad.

— Oh... Entiendo, normalmente los demás no dimencionan lo serio que puede ser que ustedes tengan que venir presencialmente — acota el pelinegro.

— Exactamente, deberían ponerse en nuestro lugar —

Love Double  •[BL/M-Preg]• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora