Love Double •[BL/M-Preg]•

🧡🩸🕸Especial de Halloween🕸🩸🧡

*Historia paralela, no tiene relación con la trama original, tampoco cuanta con un mundo fantástico (sin poderes vampiro-lobo)*

Narra Dereck:

Halloween. A parte de mi cumpleaños – que es bastante agotador celebrarlo – tengo que repartir dulces a los niños que pasan por fuera de mi hogar.

— Terrible... — alegué al viento con cansancio.

Eran tipo 6 p.m y ya estaba parado con una cesta de dulces azucarados.

— ¡Dereck! — sentí el grito de mi madre por mi espalda.

— Dime má' — giré en su dirección.

— No puedes darles dulces a los niños vestido así, ve a ponerte el disfraz que te dejé en tu habitación —

¿Quéééé?, ¿está loca?, tengo casi 20 años, ¡no me pondré una mierda tan infantil!

— Mamá — me quejé alargando la última letra con tilde.

— Ya hablé, hijo, no seas aburrido — sonrió burlona.

— Per-

Me cortó antes de terminar mi frase.

— Si no lo haces... Te cortaremos la mesada de 5 meses — sonríe cínica.

¡Pero que estafa!

— Uhmm — regañé inflando los mofletes.

Necesito dinero... ¡Ugh!, ¡demonios!

— ¡Bien! — acepté resignado.

Caminé con pasos firmes.

Subí a mi habitación y vi el... "Disfraz"...

No puede ser... ¡Mamá!

Mi cara ardió en vergüenza.

¡Era un traje demasiado demostrativo!

Un top rojo con encaje, unas mallas de red, shorts excesivamente cortos, un par de tacones a terciopelo, una minicapa en bicolor y unos colmillos de plástico con sangre falsa en ellos.

Dios... ¿Se supone que tengo que salir con esto a repartir dulces..?

Pero... ¿Cómo se verá en mi..?

"La curiosidad mató al gato"

Comencé a quitarme la ropa, seguidamente subí las mallas con lentitud y cuidado, me coloqué el short y el top, finalmente uní la capa al rededor de mis finos hombros y añadí los colmillos a mi dentadura.

Con que un vampiro, ¿eh?, que cliché.

Bueno... No me veo tan mal...

En eso, siento como fuera de mi casa se hoye un claxon tan fácil de reconocer.

¡Mierda! ¡había olvidado que tenía una cita con Christopher hoy!

Ahora entiendo el disfracito... ¡Mamá!

Mi móvil comenzó a vibrar, Chris estaba parado frente a mi ventana.

¡Aish!, Chris nunca ha sido paciente, si me demoro mucho, capaz y reciba un castigo...

Sin correr más riesgo, me coloqué rápidamente una sudadera – que por cierto era de Chris – y salí a paso apresurado.

Doy gracias por saber moverme en tacones... No pregunten cómo.

Me despedí de todos en la casa y salí en reencuentro con Chris, quien estaba cruzado de brazos reclinado en su auto.

— Hola, mi amor — el peliblanco me tomó de la cintura y me alzó sin ningún problema.