Capítulo 10: Predicción.

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Pov. Cupido:

Al estar a punto de caer de una de las estatuas y que al fondo de esta no hay más que el frio y duro suelo estoy a punto de volar para poder atraparla antes de caer, pero en eso una ráfaga pasa a un lado de nosotras y atrapa a Maddie a casi nada de tocar el suelo. Era Hermes quien tenía en brazos a Maddie que aún seguía temblando por culpa del azúcar.

-¡Hermes!- vamos corriendo hacia dónde ellos estaban.

- Hola chicas- dice con una sonrisa en su rostro.

-¿Cómo sabías que estábamos aquí?- pregunta Apple.

- No hay persona en el Olimpo que no sepa lo que sucede en este momento.

-¿En serio?- digo preocupada.

- No te preocupes, tú padre hablo con Hera, le advirtió sobre esto así que no están en problemas chicas- Hermes al decir eso y yo respiro de tranquilidad y volteo de reojo y veo como Blondie se sonroja un poco viendo en dirección en dónde está Hermes, pero creo que hablaré con Blondie después de eso.

- Te lo agradecemos de verdad, eres muy veloz- dice Clawdeen.

- Soy veloz, pero no soy tan veloz como Apolo.

-¿El dios del sol?- dice Raven confundida.

- Tiene sentido, la luz siempre es más veloz que otra cosa- dice Apple.

- Así es, no pude ganarle en los juegos Olímpicos, es el más veloz que hay- dice Hermes con un tono un poco deprimido.

- No te preocupes, en algún momento vas a ser más rápido- dice Raven.

- No se preocupen por eso, cada persona va a su propio ritmo, por cierto ¿a dónde se dirigían antes de terminar está carrera?- dice Hermes al poner a Maddie en el piso.

- Hedone me dijo que Daphne que quería verme.

- Si, creo que quiere darte una predicción como regalo de cumpleaños.

-¿Predicción?, es acaso una especie de adivina- pregunta Raven.

- Ella es una aprendiz a sacerdotisa de Delfos, así que prácticamente si.

-¿Las acompaño?- pregunta Hermes.

- No lo sé, ¿no tienes la agenda muy ocupada?

- Termine los envíos demasiado rápido, así que tengo mucho tiempo libre- dice con entusiasmo.

El grupo entero nos dirigimos a un pequeño santuario que está a las afueras de los jardines del Olimpo, por fuera se ve muy pequeño y desgastado con algunas raíces creciendo por las paredes, pero por dentro es completamente diferente, tenía varias magnitudes de distancia que te podrías tardar 3 días en verlo completamente, en dónde varias áreas resaltaban varios estantes repletos de libros y varias personas usando una túnica morada hablando entre ellos y pasando a un lado nuestro, mientras veía como Raven, Apple y Frankie mirar con asombro sus alrededores.

-¡¡Esto es más que fantástico!!- dice Apple con gran exaltación.

-¿Creen qué esto es fantástico?, sólo esperen que les muestre el registro de cada persona que a escrito una carta, es un archivo muy extenso- dice Hermes muy orgulloso de sí mismo.

En eso llega una chica con una túnica morada, pero con la capucha por debajo, dejando a relucir su tez blanca y su brillante cabello rubio ondulado sostenido por una coleta, ojos pequeños y refinados color verde y una sonrisa brillante de sus labios rosados con un poco de brillo labial.

-¡Daphne!- aceleró mi paso hacia ella mientras que ella hacia lo mismo y nos dimos un fuerte abrazo.

- Mucho tiempo sin verte Cupido.

- Igual, wow te ves asombrosa- digo mientras ella se sonrojaba un poco.

-¿Son compañía?- dice al ver a las chicas detrás de mí.

- Si, son mis amigas, ¿crees que puedan ver la predicción?

-¿Cómo sabes que iba a darte una predicción como regalo?

-¿No crees que es demasiado obvio?- dice Hermes.

- Ah, hola Hermes.

- Daphne.

- Si, creo que no habrá problemas- dice eso y empieza a caminar hacia otra dirección. Mientras que nosotros la seguíamos por detrás. 

Daphne nos guió hacia una puerta de madera, ella utiliza una pequeña llave dorada para poder abrirla, una vez adentro parecía un cuarto oscuro pero en el momento en el que Daphne  aplaude dos veces y aparecen unas pequeñas luces que aparentan ser el universo, en el centro de la habitación  hay una pequeña mesa redonda y a su alrededor hay pequeños cojines de colores.

-¡Uyy!, que misterioso- dice Maddie al entrar a la habitación.

- Pueden sentarse alrededor de la mesita- dice Daphne.

- Esto me recuerda un poco a la habitación de Baba Yaga- comenta Raven.

- Muy bien, para comenzar voy a requerir silencio- al decir eso todos tomamos asientos y nos quedamos en silencio - Cupido, voy a necesitar un mechón de tu cabello.

- Claro- siento un dolor pequeño y punzante de la cabeza al quitarme un pequeño mechón de cabello.

Daphne toma el mechón de cabello y lo pone en un pequeño recipiente y con un poco de magia enciende lo del recipiente y de ahí sale una gran nube de humo, pero no era una nube de humo normal, está era de color blanco, y por dentro había figuras que no logró distinguir muy bien.

- Vaya, que interesante.

-¿Qué sucede Daphne?

- Veo representaciones, veo un pequeño conejo, está paseando por unos jardines- dice Daphne.

Ella es una aprendiz de sacerdotisa, así que ella interpreta las visiones de una forma muy distinta a diferencia a una sacerdotisa más experimentada. Así que llegó a la conclusión de que aquel conejo soy yo.

-¿Y qué más hace?- digo un poco intrigada.

- Sólo está paseando, pero- en ese momento Daphne se acerca más al humo - Veo una criatura oscura cerca de ahí, una criatura que no logró encontrarle la forma pero puedo alcanzar a ver un par de ojos rojos, y está rodeando al pequeño cuerpo en esa gran masa de oscuridad.

-¡Espera!, ¿Cupido será atacada por una criatura oscura sin una forma decidida?, ¡por favor escritora!, ¿no puedes darnos más pistas?- grita Maddie mirando al cielo tratando de que yo le responda.

-¿Con quién se supone que le está gritando?- pregunta Daphne.

- Maddie dice que puede escuchar las voces de unos narradores- dice Raven.

-¡No es un narrador!, le hablo a la escritora de esta historia- todos la miran muy confundida.

- Ok, como sea, lo que puedo lograr distinguir es que Cupido se encontrará con algo o alguien y no logró identificarlo, ni siquiera en este tipo de visiones- dice Daphne disipando la gran nube blanca.

Todos nos levantamos de nuestros asientos y nos dirigimos hacia la salida con más dudas que respuestas, en eso Daphne me detiene antes de salir de aquella sala.

-¡Espera Cupido!, escucha, no sé lo que sucederá de ahora en adelante, pero lo que sé es que vas a tener un encuentro que te cambiará la vida, pero no sé si ese cambio va a ser para bien o para mal- Daphne lo dice un tanto preocupada, pero para tranquilizarla un poco la sostengo de ambos hombros y le muestro una sonrisa.

- Tranquila Daphne, voy a estar bien, no te preocupes. ¡Ya sé!, ¿qué te parece si en este tiempo estoy en compañía de mi hermano y de Hermes?

- Si, creo que con eso estaré un poco más tranquila- dice eso último antes de despedirnos con un abrazo y salir de ahí.

Continuará.....

Yo elijo mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora