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Ginny iba rumbo al campo de Quidditch para el entrenamiento, pero antes se detuvo en el baño del segundo piso. Al entrar vio que estaba Cho platicando con otra chica de Ravenclaw que no conocía, estaban hablando de Harry así que decidió escucharla mientras fingía arreglarse el cabello frente al espejo.

- Te digo que lo escuche muy claro, Harry le decía a ese chico Albus sobre una cita el día de san Valentín.

- ¿Y tu crees que sea contigo la cita?

- ¿Con quien mas? Yo soy la única chica de Hogwarts que le ha gustado a Harry, desde cuarto año quiere salir conmigo y el año pasado salimos a Hogsmeade exactamente el día de san Valentín, pero las cosas no resultaron bien y pues lo mas seguro es que quiera compensarlo este año. Desde que tuvimos ese pequeño incidente yo no he visto que a Harry le interese otra chica así que lo mas seguro es que me pida una cita para festejar san Valentín – salieron del baño riéndose emocionadas.

- Idiotas – dijo Ginny – pero tu eres aun mas idiota por decirle a Albus que dejara que Harry saliera con Cho – dijo mirándose en el espejo.

Al llegar al campo unos chicos esperaban a Ginny para ponerse de acuerdo en un trabajo, pero Harry no podía quitarles la vista de encima. Albus solo le hacia señas de que se calmara y que no fuera a discutir con Ginny, pero es que el hecho de que ese tipo en particular se le acercara de mas para decirle algo en el oído hacia que su temperamento empezara salir a flote. Y las cosas empeoraron porque se quedaron a ver todo el entrenamiento y de vez en cuando le gritaban a Ginny uno que otro piropo.

Cuando termino el entrenamiento Ginny salía del vestuario a toda prisa, no soportaba estar cerca de Harry al saber que planeaba una cita con Cho.

- ¿Tienes prisa? – le dijo Harry saliendo del vestuario - ¿No quieres hacer esperar a tus amiguitos?

- No, tenemos mucho trabajo.

- Pues diciéndose cosas en el oído no creo que terminen rápido.

- ¿Qué te pasa? – le dijo caminando directamente hacia él viéndolo a los ojos – ya me canse de que me trates así.

- ¿Así como? ¿Diciéndote la verdad sobre tus amiguitos?

- Mira yo no me meto en tus cosas así que déjame en paz que no estoy de humor.

- Claro pero cuando te decían esa bola de piropos lo bien que les sonreías.

- ¡Moco murciélago! – le apunto con su varita a la cara. - Maldita sea Ginevra – le decía enojado tratando de quitarse todos los mocos embarrados en su cara.

- ¡No me llames Ginevra!

- ¿Qué pasa? – salía Albus del vestuario

- ¿Otra vez peleando?

Educando a mis padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora