Educando a mis padres

15

Tal como lo había prometido, Harry ayudo a Scorpius a averiguar que era lo que hacia su padre en la sala de menesteres. Una mañana después de desayunar Harry, Scorpius y Albus se dirigieron al séptimo piso frente a la pared con tapiz de Barnabás el chiflado enseñando ballet a unos trols. Después de intentarlo de diferentes maneras ninguno de los tres acertó en la frase correcta para poder abrir la sala de menesteres y encontrar rastros de Draco Malfoy.

Frustrados y disgustados (mucho más Harry) se fueron deprisa a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras

- Llegan tarde – dijo Snape con frialdad al verlos entrar en el aula iluminada con velas – Diez puntos menos para Gryffindor.

Harry lo miro con ceño y se dejó caer el asiento junto a Albus. Scorpius se sentó a un lado de Rose.

Albus no se acordaba de haber hecho la redacción acerca de los dementores que estaba pidiendo el profesor Snape, así que de inmediato saco un pergamino y empezó a redactarlo lo más rápido posible sin poner atención a lo que hablaban los demás alumnos. Escucho que su padre le susurraba algo a sus tíos pero no puso atención hasta que el profesor Snape pronuncio su apellido.

- Pero al parecer Potter tiene mucho que decir sobre este asunto – comento Snape viendo directamente a Harry – preguntémosle como podemos distinguir a un inferius de un fantasma.

Albus volteo a ver a su padre, quería decirle la respuesta pero el profesor tenia su mirada clavada en su padre y éste le correspondía de la misma manera.

- Pues...bueno, los fantasmas son transparentes...- dijo.

- Estupendo – se burló Snape con una mueca despectiva – sí, veo que casi seis años de educación mágica han servido para algo en tu caso, Potter "los fantasmas son transparentes".

- Sí, los fantasmas son transparentes, pero los inferi son cadáveres ¿no? por lo tanto, deben ser sólidos...

Albus notaba como su padre respiraba hondo y sabia que estaba muy enojado pero aun así fingía calma.

- Eso podría habérnoslo aclarado un niño de cinco años – se mofó Snape – el inferius es un cadáver reanimado mediante los hechizos de un mago tenebroso. No esta vivo, el mago solo lo utiliza como una marioneta para hacer lo se le antoja. Un fantasma, como espero todos sepan a estas alturas, es la huella que deja un difunto en la tierra...y por supuesto, como sabiamente ha dicho Potter, es transparente.

- Pues si de distinguirlos se trata, la definición de Harry es mas clara – dijo Rose levantado la ceja – si nos encontramos a uno en un callejón oscuro, nos limitamos a echarle un vistazo para ver si es sólido y punto. No le preguntamos "disculpe ¿es usted una huella de un difunto?

Hubo una cascada de risas, sobretodo de Ron y Scorpius, acallada al instante por la gélida mirada que Snape dirigió a la clase.

- Otros diez puntos menos para Gryffindor – anunció – no me esperaba nada mas sofisticado de usted señorita Potwes después de conocer su ascendencia.

- ¡No! – susurro Hermione sujetando a Ron que tenia la intención de lanzarse contra Snape.

- Y también de usted señor Potwes, la tarea no se hace en clase – le quito a Albus su pergamino que había dejado de escribir al ver como Snape les hablaba a su prima y a su padre – esta castigado, se quedara después de clase para que me haga el doble de redacción sobre los dementores.

Al terminar la clase, Albus se despidió de sus tíos, prima, amigo y un molesto padre, no sabia si era por no haber hecho la tarea o por la actitud del profesor Snape. Suspiro al quedarse completamente solo en el salón de clase, unos minutos después regreso el profesor de su oficina en donde había estado en cuanto había sonado el timbre anunciando el término de la clase. Le entrego dos pergaminos en blanco sin decir una sola palabra y se sentó en su escritorio empezando a revisar las redacciones de los demás estudiantes. Albus empezó a escribir tranquilamente, el tema de los dementores lo sabia perfectamente, tanto por la escuela como por su padre. Harry le había enseñando a hacer un patronus y para eso primero tuvo que saber mucho sobre dementores. Cuando termino el primer pergamino levanto la mirada y se dio cuenta que el profesor tenia su mirada clavada en él, pero no reflejaba enojo ni fastidio.