Una trilogía de amor.

Capítulo 4: Situaciones sentimentalmente rebeldes.

Lo veía, y cada vez en verlo sentía paz y tranquilidad, sentía que volví a nacer, sentía esa clase de felicidad que en mucho tiempo no sentía.
Cada abrazo, cada caricia, cada mirada, cada acción de el.
Me sentía plena, viva, hasta los silencios que se hacían junto a él eran cómodos, tranquilos, decía más que mil palabras.

Mi cariño hacia el crecían en silencio, pero evadía porque solo había una amistad entre el y yo...

Por las noches nos veíamos, Aillard y yo, solos, en un parque o en los callejones del barrio, hablando de cualquier pendejada, o de nuestra melodrama historias de amor, how pathetic.

Reímos a carcajadas, miradas que se entrelazaban en nosotros, mis ojos brillar y los de el se dilataban, en el vi lo que en ningún hombre vi, esa atención, ese respeto, esa constancia que no aburre ni agobia, daba esa sensación de sentirse lleno en ciertos aspectos.

Conectamos con muchas cosas, incluso teníamos cosas en común al pensar, esa opinión donde es similar pero con otras palabras siempre llegábamos a lo mismo.

Al tener opiniones distintas dialogamos y respetamos lo que cada quien decía.

Tiene su propia manera de halagarme, me decía cosas tan random, eran tipo —Naguevona asi cualquiera cae redondito a tus pies, naaa quedaste hermosa pana.
—¿Me puedo quedar con esta foto?, es que tengo un Masó de cartas y me hace falta una reina:3.

Y les juro que me encanta jajajaja.
Esa manera tan de el, tan sutil, tan AAAAAAAAAAAA.

Hay días en los que el está cansado, bien sea por entrenamiento o por estar de ama de casa, si, lo que están pensando, el ayuda mucho en su casa, con la limpieza, lavar, las comidas, incluso con sus dos hermanas menores, además que su belleza hace que se canse también jajajaja.
El solía decirme "Yo te quiero ver aunque suene raro".

Y digo solía porque las cosas hasta el sol de hoy no van bien.

Pero no nos adelantemos y sigamos con mi historia.

Llegó un punto que nos tirábamos unas indirectas muy directas, pero ambos no sabíamos si dar el paso o no, ¿Por qué lo digo? Easy, porque el me agarraba debajo del cuello, o en el hombro, lo hacía cuando íbamos a caminar por el parque o hacer un mandado, o cuando yo me arrecostaba en su pecho, estando de pie en algún lugar, o estando sentados en el parque.

Estar con el me da vida, es cómo volver a nacer, cada momento con el, ver cuándo camina hacia mi, una caricia, un suspiro, un roce entre manos, o al chocar inconscientemente al caminar.
Cuando me hace cosquillas y rogar que se detenga, o cuando me molestó por alguna estupidez en juego me agarra del brazo y me abraza, o me da un beso en la frente.

Solo con pensar cada cosa de la que estoy plasmando en esta historia me rompe el corazón en mil pedazos, como quisiera que las cosas siguieran así, o incluso mejor, pero la maldita vida, los malditos miedos, los malditos traumas hacen esto cada vez más difícil.
Mi alma llora en silencio, mientras que desearía que esta historia fuera un poco más duradera.

Siempre tengo miedo cuando siento felicidad absoluta, porque siempre sucede algo que lo jode todo, por eso este capítulo se llama así "Situaciones sentimentalmente rebeldes" porque así son cada uno de los sentimientos que estoy plasmando, hay felicidad y todo perfectamente al estar jodidamente ilusionada por Aillard, y también están los sentimientos vueltos mierdas, donde deseas que todo siguiera igual, intentas odiar a esa persona a quién amas, pero no puedes, realmente lo intentas y cada vez es imposible, con verlo tú corazón se acelera y a la vez se vuelve nada por no lanzarte encima y darle un beso.

Así es la vida de jodida, solo los que tienen suerte mantienen esa felicidad junto a la persona que quieren o aman.
Pero por desgracia yo no tengo esa misma suerte, a veces solo quiero que todo fuera más fácil, soltar y dejar ir, pero uno es tan masoquista como para dejar ir a una persona.

No sé de dónde saco fuerzas para buscarlo, para quererlo, para sentirlo presente así no esté junto a mi.

Que travesía la de uno.
Que complicado es todo.
How ugly it is to love.
It's ugly that they don't love you with the same intensity.
Or the fact of loving and wanting furiously, and not being reciprocated.