Un nuevo juego empezo a ser popular en Mondstad, y Diluc no para de decir que es una tontería que alguien invento para vender dulces.
Para su mala suerte su novia pensaba todo lo contrario, y haría todo lo posible para jugar con el, aunque sea una s...
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Un nuevo día había empezado y con eso Haziel haciendo diferentes experimentos para sus nuevas teorías. Sin duda algo que se tomaba muy enserio era su trabajo como alquimista, su área de estudio era todo lo que estuviera relacionado con las energías y los elementos, por eso le hacía tan feliz poder tener una visión, le servía como objeto de estudio, sin mencionar que muchas veces se acercaba demasiado al peligro, como era ese dia que estaba arriba de todo del templo de los mil vientos viendo como un guardián de las ruinas reaccionaba a diferentes de sus pruebas, como en una que llevo varios tipos de slimes para ver cómo reaccionaba.
“Los resultados fueron un poco lo esperado, sin embargo aun no logro descifrar como es que la orden del abismo es capaz de controlarlos y usarlos para sus propios planes tal como me informo Diluc…
¿Será que algunos son más fáciles de controlar que otros?
Aún no descarto la idea que la orden tenga cierta relación con quiénes la crearon. Dudo que ellos sean los creadores originales, o al menos no el líder de la orden, ya que de lo contrario no tendría sentido que muchos de ellos están tirados por todo Teibat sin cumplir una misión en específico…
¿O es que no los necesitan?”
Una vez que había terminado con sus experimentos empezó a escribir sus conclusiones más pensamientos que llegaban de manera aleatoria. Ella estaba bastante interesada en los guardianes de ruinas, los estaba estudiando para descubrir qué tipo de energía usaban ¿Como algo tan grande y que no aparentan tener vida puede moverse? Para muchos los guardianes no son más que una molestia, algo que ignoran totalmente pero para Haziel eran una de sus más grandes curiosidades, eran tan misteriosas como las hipotasis, que en su momento también había estudiado.
“Se preocupa por nada.”
Fue lo que pensó mientras veía la máquina dando vueltas, como si estuviera aburrida en su espera por alguna orden de sus superiores o esperando algo para aniquilar.
Diluc siempre se preocupaba cuando iba a trabajar. Tenía mucho sentido por la forma en la que se habían conocido por primera vez, en su defensa no es lo mismo un guardián de ruinas solo que cinco y tres cazadores de ruinas.
Cuando terminó de guardar todas sus cosas estaba lista para usar su planeador e ir de regreso a Mondstad. Pero antes de que lo hiciera unos ruidos en la parte de abajo hicieron que volviera a prestar su atención ahí, Bennet estaba peleando contra el guardián de las ruinas de forma muy habilidosa, esto solo hizo que Haziel sintiera una pequeña inspiración y mientras veía a su amigo peleando empezó a escribir sus nuevas ideas tan rápido como podía, por supuesto, necesitaba analizar sus movimientos ante un enemigo que realmente pudiera darle batalla.
Una vez terminó, bajó lo más rápido que pudo con su planeador.
–increible Bennet, sin duda mejoraste un montón.
Desde que ambos eran amigos solían darse consejos para mejorar, Bennet la ayudaba más ya que ella solo sabía lo básico para poder defenderse de algunos monstruos y ladrones de tesoros, ambos solía ver mucho especialmente cuando iba a Espinadragón. Pero desde que Haziel había mejorado su relación con Diluc, hasta el punto de pasar varias horas en su bar, Bennet también empezó a ir seguido y aprovechó para pedirle algunos consejos al cantinero, el no sabia que era el héroe oscuro pero no por nada se rumoreaba que era uno de los más fuertes de todo Mondstad.
