- mamá no estas emocionado!! – dijo una castaña mientras caminaba de la mano de su mamá por las calles de la ciudad – esta es la primera ecografía en la que vamos juntos!! Va a ser muy emocionante voy a ver a mi hermanito por primera vez!! – la castaña saltaba de la alegría con una enorme sonrisa, pero su sonrisa se borro al ver como su madre miraba al suelo – que tienes mamá? ¿Te duele algo? – pregunto preocupada la pequeña
- no mi niña – respondió el castaño mientras trataba de sonreír – solo estoy algo cansado... - la castaña miro a su madre con una mueca de disgusto
- pero si ayer libere mi aroma para que durmieras bien! ¡Incluso te sobe tu pansa! En que tanto piensas mamá – el castaño miro a su hija quien lo miraba preocupa, sabía que su hija tenía buenas intenciones, pero se estaba empezando a sentir bastante mal por la situación actual
- sabes... una ver mi abuelo me dijo que el amor era algo tan bonito como para desperdiciarlo con el miedo... - la castaña miro extrañada a su madre - ... Mmm la primera vez que vi a tu padre yo... yo realmente pensé que el y yo seriamos felices juntos –
- exacto! – grito la castaña – al final te diste cuenta de que no es cierto! Lo que mal inicia mal acaba – la castaña asintió ante sus palabras
- no... no forzosamente tiene que pasar eso – respondió el castaño – tu padre y yo en esa época éramos muy inmaduros, por una parte, él que buscaba la aprobación de personas a las que no les debía nada, y yo por creer que todo cambiaria mágicamente al encontrarlo –
- no se a donde va esto mamá – la castaña miro con duda a su madre
- bueno... lo que quiero decir es que, el y yo cometimos errores que son... naturales –
- naturales?... naturales?!?! Mi padre te utilizo! Él se burló de ti! tanto en su adolescencia como en su adultez, que te hace pensar que no es igual ahora que estas gordo! Eh?! – la castaña miro a su madre quien ya estaba a punto de llorar, no le gustaba para nada que le dijeran que estaba gordo porque era verdad, parecía un globo andante, y como pesaba su pancita, se sentía realmente mal por que su hija le dijera eso, pero como podría reclamarle, era su hija era una simple niña, ella no tenia la culpa... sin duda extrañaba las palabras dulces que le decía su pareja... quería volver con él, pero no se atrevía a decirle nada a su hija.
Sin duda odiaba estar embarazado, porque cada vez que veía a su hija dispuesto a reclamarle todas las palabras y acciones que hacía, cuando miraba esos ojos su lado materno salía a relucir y su pequeño corazón se oprimía ante la idea de ver enojada o triste a su niña, porque después de todo era su cachorro, su vida.
- No quiero que hables mas de mi padre, el no se merece ni tus pensamientos – la castaña frunció el ceño mientras arrastraba a su madre – así que no llores por él, no vale la pena mamá – el castaño solo se dejó arrastrar hasta que llegaron al hospital de la ciudad.
El par de castaños entraron a la gran sala de espera y se dirigieron a la recepción en donde una chica los atendió. La pequeña alfa dio los datos de su madre y la recepcionista les dijo que esperaran unos minutos en lo que arreglaba unos documentos, minutos en los cuales ninguno de los dos dijo palabra. Una vez listo todo, la recepcionista les aviso que podían pasar a una sala de ultrasonido en donde se encontraron a una omega bien conocida por el castaño mayor.
- hola Eren – dijo la azabache sonriendo mientras veía entrar al castaño siendo ayudado por su hija
- hola Mina... - dijo en un susurro el castaño, la azabache miro extrañada al contrario y luego dirigió su vista a la entrada de la sala, como si esperara a que alguien mas cruzara la puerta
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Apostando el corazón
FanfictionEn una secundaria existe un alumno que está obsesionado con las apuestas, es muy compulsivo y no piensa bien que es lo que apuesta, su nombre es Levi. Levi es el típico chico popular guapo, de buen cuerpo y muy deportivo. un día le piden una apuesta...