El Feminismo

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"El feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres son personas con los mismos derechos que los hombres".

Para empezar este capítulo que es sumamente importante, quiero definir lo que es feminismo, ya que muchas personas tergiversan el término de lo que es: El feminismo es un moviento social y político que promueve, defiende y lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

Ya partiendo desde ese punto quiero hacer un breve resumen acerca de las razones de  por que el feminismo es necesario. Ser feminista no signifca que las damas merezcan derechos especiales; no, esto significa que merecemos los mismos. Proteger la estabilidad no involucra menospreciar o castigar a los hombres. El feminismo no habla de supremacía, ni discrimina al otro género, sencillamente se enfrenta a las desigualdades que padecen las féminas por el mero hecho de serlo. No se contienda por ser “más”, se batalla para y por los derechos.

Quiero recalcar que no todos los hombres son machistas, pero lo es el sistema y es imposible escapar de él. Los hombres también sufren suposiciones y expectativas basadas en su género y ello les condiciona a vivir y a actuar de cierta manera, más no es comparable. Las mujeres están cansadas de ser juzgadas y criticadas por la manera en la que se vistan o comporta. Por la manera en la que hablan o trabajan. Están cansadas de que su palabra valga menos o nada, cansadas de la desigualdad, de cobrar menos, de trabajar más. Están hartas de empleos informales y precarios, de los techos de cristal, de tener que demostrar su capacidad, sus habilidades, su seguridad. Cansadas de que las maten, de que las acosen, de que las violen. Cansadas de ser nazis por defender la igualdad.

Y claro, el hombre también sufre por el siempre hecho de serlo, le critican por su forma de vestir, de caminar, para ambos sexos existen desventajas y ventajas, y es por ello que el mundo necesita un ajuste, es por ello que digo que el feminismo es eso, ese punto clave que ambos sexos necesitamos para que todo se iguale, todos valgamos lo mismo, ya que no se trata de ser un egolatrá, ni de ser un nazi, estamos en el mismo barco, entendiendo que no existe la necesidad de ser arrogante o narcisistas, no existe la necesidad de pensar que como personas valemos más o menos que otros. La autoestima nos enseña que valemos tanto como cualquier otro sin embargo no más.

A continuación escribiré acerca de una noticia muy triste, hay violencia sexual, agresión, una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual. Un dato más alarmante es que las mujeres de entre 15 y 44 años tienen más riesgo de sufrir violencia de género que de sufrir un accidente de tráfico o enfermedades como el cáncer o la malaria. Son datos, y los números no mienten, es triste ver como la brecha entre ambos géneros es muy grande, aún no se ha alcanzado en ningún país la igualdad de género, ya que incluso las naciones unidas lo han dicho. Laa disparidades, la exclusión, el machismo en sus distintas intensidades y vertientes siguen dando lugar a diferencias tan injustas como que llamen un 30% menos a las mujeres para una entrevista de trabajo o que tengamos que trabajar más para ganar lo mismo.

Y no quiero que piensen que solo veo lo que sufren las mujeres, claro, los hombres también se ven afectados en este sistema corrupto y lleno de males sociales, pero pónganse a pensar un poco, vean que a los hombres no se ven tan afectados como las féminas. No se ve igual de perjudicado en su carrera laborsl al tener hijos. No los despiden ni los marginan. Tampoco piden excedencias ni permiten trabajos temporales o parciales por esto. Son las damas quienes se delegan, en su enorme mayor parte, de hijos y más grandes. Finalmente, si sumamos de aquí y de ahí, una dama requiere laborar de media 84 días más al año que un hombre para cobrar el mismo sueldo. Y no lo menciono yo. Lo dice un análisis de UGT. Y hay varios más. Todos apuntan en la misma dirección. Más allá del dinero, a la gente le preocupa la poca representación que poseen las mujeres en las esferas de poder. A mí además. Los techos de cristal son las barreras que se piensan “invisibles” y por las cuales una dama no puede entrar a puestos de responsabilidad por preguntas machistas.

Y eso que aún no he tocado el tema del derecho que tienen acerca de decidir sobre sus cuerpos, y su maternidad, su manera de vivir la sexualidad, su identidad. Tampoco las cosas del día a día como tener miedo a caminar solas, a que no respeten un “no”, a ser tratadas como trofeos o desechos, a que las hipersexualicen, a que las  consideren el sexo débil y culpabilicen en los casos de violencia de género y sexual, a las que intenten controlar, someter, a que las piropeen por la calle como si fueran un objeto que admirar.

Ya dicho esto tenemos que avanzar, no podemos bajar la guardia, la sociedad requiere un cambio, no somos la generación de cristal, somos la generación que va a lograr un cambio si seguimos así, no importa cuanto tiempo tengamos que estar luchando, publicando, diciendo y haciendo, al final lograremos ese cambio tan anhelado. Nosotros somos el futuro, de nosotros dependerá el día de mañana. Así que tenemos que seguir con la frente en alto. No dejándonos someter como esclavos contemporáneos, la inteligencia es rebeldía, es caos, el gobierno no quiere personas listas, por eso las noticias mienten, por esos nuestras generaciones anteriores vivían callados pero no más. Ni una más.

– El mundo requiere una sociedad igualitaria, libre de maltrato machista, donde las damas logren vivir sin temor, con equidad de oportunidades, con los mismos derechos, corresponsabilidad de labores y cuidados, y una justicia y enseñanza sin sesgo de género. Toda la gente merecemos el mismo respeto, los mismos derechos, la misma equidad. Se terminaron las excusas.

Debemos continuar.

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