La política

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"Aquel que paga para llegar, llega para robar".

Esta frase es la con la que empezaremos este capítulo, sumamente denso e importante, ya que si somos sinceros no hay nada mas importante que el futuro de millones de personas puestas en la mano de alguien, de un presidente, un alcalde o un político, no podemos hacernos los ciegos, este mal social está presente desde hace muchísimo tiempo y tenemos que hacer algo para cambiarlo.

Y para hacerlo tenemos que saber que la raíz del problema viene de nuestras casas, de nuestros principios, y de nuestra cultura, pues la maleza no crece sin un ecosistema que la nutra. Los cambios que tenemos que hacer son en la raíz de nuestra cultura, tienen que haber cambios estructurales, no cambiar la fachada cada cinco años, porque si hacemos eso, nada va a cambiar, no podemos esperar cambios si siempre hacemos lo mismo y si esperamos a que pase algun milagro, lo unico que pasara sera el tiempo y seguiremos viviendo como estamos, los políticos no tienen ideología, tienen intereses: cuando un candidato invierte sus millones en su campaña. No es un candidato, es un empresario y como empresario cuando sea alguien de poder en el mundo político, solo pensara en sacar lucro y provecho, por eso en lo que menos pensara sera en la gente, por algo jamás combatirán la pobreza, pues necesitan de ella para ganar las elecciones.

Por eso cuando alcanzan el poder nunca cumplen su deber. ¿Esas casas de lujo y esas cuentas en el extranjero de donde salieron? Es obvio que del pueblo, de su sacrificio, pero muchos de ese pueblo te apuesto que dicen "no podemos hacer nada al respecto", "robo pero hizo". Y eso es algo irracional. Existe una relación que no es complicado de establecer en estos tiempos, se tenga o no acceso a las redes sociales. Quien hurta al Estado le hurta a todos nosotros, no solo al erario público; le arranca a la sociedad, educación, hospitales de calidad, carreteras en buen estado, salud y un largo etcétera.

La corrupción en el gobierno le roba las oportunidades a los pobres, no es complicado ver las piezas de esta ecuación. Sin embargo queda flotando la pregunta sobre si una sección poblacional, que malvive a partir de continuamente, no solamente no hace aquel tipo de cálculos sino que, sabiéndolos, pasa de frente. Los resultados de varias elecciones latinoamericanas alientan dicha triste conjetura, pero tal vez no habría que ser tan concluyentes. Pensar que los habitantes más pobres son, sin lugar a dudas alguna, tolerantes o pragmáticos con la corrupción es hasta insultante. Y lo que esta aun mas claro es que la tolerancia a la corrupción no viene en el ADN de los habitantes, más bien suele alimentarse del modo cómo funciona la estructura social - Si vivo en una sociedad donde mis derechos no valen lo mismo que los de otros, la tentación de saltarse la regla es enorme, algunas veces irrefrenable. Es una vía para amenguar el pozo de la inequidad, un escape ante la injusticia. En dicha lógica, el pobre vulnera la ley para sobrevivir; el rico, para proteger sus privilegios. Finalmente, una sociedad ciega ante la diferencia crea circuitos perversos y corruptos.

La corrupción, en suma, no hurta en abstracto; les hurta a los habitantes, en especial a los más pobres. Te hurta a ti, a todos. Se adueña de lo común, para meterlo en un bolsillo infame o en una cuenta de paraíso fiscal. Solicitar que la población, o el votante, lo olviden es ponerle un costo, corrupto y bastante elevado, a la democracia. Es aplastar esperanzas de vida, como la de los niños o la dignidad de las mujeres y hombres que trabajan sin parar para traer el sustento a la casa.

Y esto tiene que cambiar, pero también debemos reconocer que el gobierno no es lo unico que tiene que cambiar, aqui hace falta leer, y usar los cuadernos, y reconocer que la juventud no es un don eterno, que nos ayuden los angelitos lo dudo, que nos ayude estos gobiernos lo dudo, por eso les propongo a ustedes mismos cambiar el futuro, si, vosotros mismos, el pueblo puede hacer que todo cambie, eso se logra con estudio, con trabajo, con esfuerzo, con dedicación, con amor, ya que eso es lo que todos necesitamos, no es posible que duela mas el amor que odio, y todo no se puede perder por un simple podio.

"Nunca habrá revolución sin evolución de conciencia".

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