Choxo Beta Au: Prometida

Extra: Encuentro Inesperado Hunter

Nunca hubiera pensado que esta noche resultaría de esta manera. Había salido para intentar recuperar a Viney, pero en lugar de eso terminé así. Caminando por las calles vacías de Huesosburgo cargando a un Edric Blight borracho en mi espalda. 

"¿A dónde vamos, Hunny?" preguntó medio dormido tratando de acurrucarse más cerca de mí. Sentí que mi cara se sonrojaba al oír el repentino apodo.

"Estamos tratando de encontrarte un lugar para dormir", murmuré, tratando de concentrarme en la marcha. Puede que no hubiera bebido tanto como Edric, pero seguía estando ebrio. 

Hizo un ruido de gemido y apretó más su agarre sobre mí. "¿Qué pasa?"

"Me vas a dejar", susurró. No podía ver su cara, pero podía oír la angustia en su voz. Es increíble lo que pueden cambiar las cosas en una noche.

Cuando se acercó a mí esta noche había estado contemplando qué sería de mi vida ahora que Viney no estaba en ella. Tenía la esperanza de que ella huyera conmigo. Que todavía me amara, pero eso era sólo una ilusión. Aun así, quería intentarlo. Pero acabé sintiendo que mi alma se había roto en pedazos y se había arrojado a un oscuro vacío cuando me rechazó. Eso fue hasta que su voz me hizo volver. No sé cuánto tiempo había pasado desde que me senté en ese banco. Podrían haber sido minutos o horas. Estaba tan fuera de sí que no podía distinguir casi nada. 

Ni siquiera podía distinguir las palabras que había dicho, pero su voz era tan cálida comparada con el entumecimiento que sentía. Quería sentir algo de ese calor, así que me levanté y enterré mi cara en su hombro. Después de cómo terminaron las cosas la última vez que nos vimos, esperaba que me golpeara. Quería que lo hiciera. Habría agradecido el dolor con tal de sentir algo más que este vacío. Pero el dolor nunca llegó. En lugar de eso, me envolvió un manto de calidez cuando me abrazó. ¿Por qué?

La última vez que nos vimos insulté a su hermana, a su madre y hasta a su difunto padre antes de darle un puñetazo. Él no había hecho nada malo. Sólo que estaba muy enfadado y él se cruzó en mi camino en el momento equivocado. Estoy seguro de que debe odiarme. Sin embargo, aquí estaba tratando de consolarme mientras yo lloraba en su hombro. ¿Por qué estaba siendo tan amable? No me merezco esto, especialmente de él. No ha pasado ni un día sin que me arrepienta de lo que le hice. Muchas veces quise acercarme a él para disculparme, pero aún intentaba convencerme a mí mismo de que estaba justificado. Incluso ahora una parte de mí sigue culpando a su familia por interponerse entre Viney y yo.  

"¿Te sientes mejor ahora?", preguntó en tono de broma. Asentí en su hombro sin querer separarme de él y de su calor. 

"Muy bien, necesitas un poco de estímulo. ¿Qué tal si vamos a algún sitio y charlamos un poco? Yo invito", dijo, alejándose de mí. No quería que se alejara, pero cuando lo hizo me di cuenta de que su camisa estaba empapada por mis lágrimas. ¿Cuánto tiempo habíamos estado parados allí? 

Debí de perder la noción del tiempo porque lo siguiente que supe fue que me llevaba de la mano tirando de mí. Decía algo, pero no pude concentrarme en las palabras. Poco después, me llevó al interior de una vieja taberna, donde tomó un puesto en un rincón oscuro y pidió unas bebidas. Incluso después de sentarnos, siguió sosteniendo mi mano. ¿Acaso sabía que eso era lo único que me mantenía unido? 

Una vez que llegaron nuestras bebidas, me preguntó qué me había pasado y le conté todo. No fue hasta que empecé a hablar con él de ello que me di cuenta de que había estado reprimiendo tantas cosas en mi interior. Una vez que empecé a hablar no pude callarme. Debía estar muy desesperada o simplemente me sentía muy cómoda con él. Lo más probable es que fuera la sangre de la manzana.

Me escuchó añadiendo algún comentario aquí y allá, pero principalmente se quedó callado dando algún que otro sorbo a su bebida. Cuando terminé mi largo discurso, hubo un momento de silencio. "Siento lo que te hice y lo que dije de tu familia", murmuré avergonzado.