III

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Severus hacia el desayuno, habia dormido bastante bien esa noche, algo lo mantenía...feliz, y el sabia perfectamente que no era solo porque Harry estaba durmiendo.

Mientras preparaba unas tostadas con jalea de fresa y muchas frutas, algo jalo su pantalón.

-Severus. -dijo una vocecilla.

El hombre miro a bajo y se encontró con la mirada fría de un Malfoy recién levantado.

-Hola Draco, ¿Tienes hambre?

-¿Puedo ayudarte a preparar el desayuno?

El mayor miro por un momento al infante antes de responder con una petición en vez de una respuesta.

-¿Por qué no vas a despertar a Harry y yo sirvo los platos en la mesa?

Draco no protesto y fue corriendo al cuarto de Harry, el de pelo grasiento solo esperaba que el pequeño no se cayera y rodara escaleras abajo.

~

Harry y Draco jugaban con unas escobas diseñadas para que no fuera peligroso en caso de que alguno perdiera el equilibrio.

Severus solo los miraba sentado, tranquilo y sin preocupaciones, pero de repente se escucho un ruido en la sala.

-Ya vengo niños, no hagan nada estúpido.

Los dos infantes asintieron y siguieron jugando con sus escobas, cuando el hombre llego a la sala ahi estaba un hombre de barba blanca y sus clásicos lentes de media luna.

Si, era Albus Dumbledore.

-Hola, Severus. -Dijo el hombre de barba blanca embozando una sonría que al otro le pareció estúpida.

-Dumbledore ¿Qué lo trae por aqui?

-Me he dado cuenta que Petunia y su esposo no han dado muchas señales de vida últimamente, tampoco e visto a su hijo.

-Ya veo, una lastima. -Dijo con falsa pesadez.

-Se lo que hiciste, Severus.

Severus lo miro un momento.

FLASHBACK

Severus caminaba por las calles de Privet Drive, se dirigía específicamente a la casa numero 4.

Llego, toco la puerta tres veces y una señora de estatura media y delgada le abrió la puerta.

-¿Qué quiere?

-Desmaius.

La mujer cayo inconsciente al suelo provocando un golpe seco.

Su esposo, quien estaba entrando en escena y vio todo, empezó a gritar.

-¡¿QUÉ LE HICISTE A MI ESPOSA?! ¡LUNATICO!

-Desmaius. -Dijo tranquilamente Severus y el hombre cayo al suelo, inconsciente también.

Entro a la casa, subió las escaleras y entro al cuarto del niño obeso de nombre Dudley.

Lo hizo levitar al igual que sus padres y los encerró debajo de las escaleras, y antes de encerrarlos murmuro.

-Obliviate...

FIN DEL FLASHBACK

-No les hice nada malo, Albus. -Dijo el de pelo grasiento, con tono defensivo.

De repente entraron corriendo los dos infantes, y Severus cambio su semblante.

-Hola niños, ¿Ya se cansaron de jugar con las escobas? -El cambio repentino en el tono de voz sorprendió a Dumbledore.

-Tenemos hambre. -Dijo Harry.

-Mucha hambre. -Dijo Draco.

El hombre se levanto y les dedico una sonrisa antes de ver al mago viejo que estaba en la sala, cambiando su expresión facial a una de desprecio.

Los dos infantes se quedaron mirando la escena.

-Vendré mas tarde, veo que tienes cosas que hacer.

Dicho esto, Dumbledore saco un puñado de polvos flu de su bolsillo, los hecho en la chimenea y las llamas brillaron y se avivaron mas.

-Ministerio de magia.

Y seguido de esto, Dumbledore desapareció tras entrar en la chimenea.

Los dos infantes no entendían que pasaba, hasta que Harry pregunto.

-¿Porque ese señor se parece a Santa Claus?

"Dumbledore el Santa Claus" no sabía quién era ese tal "Santa Claus" pero definitivamente seria su nueva frase favorita.

~

Severus termino de colgar un letrero con la frase "Dumbledore el Santa Claus" en una de las paredes de la cocina, había investigado un poco y descubrió que "Santa Claus" era un hombre de la cultura muggle que traía regalos en navidad.

El hombre miro el letrero, orgulloso de su trabajo, ahora cada vez que se levantará tendría otra razón para vivir:

Ver ese puto letrero.

Los niños estaban jugando a "las traes" en el patio, y Severus hubiera estado ahí vigilando de no ser porque Dumbledore había ido al Ministerio de magia a quien sabe que, probablemente a delatarlo, pero lo que había hecho valía totalmente la pena.

No tenia ganas de nada, ya iba a oscurecer y necesitaba un descanso, cuidar dos mocosos lo cansaba mucho y Dumbledore vendría en la noche (probablemente).

Su vida era una completa mierda.

Lo unico bueno era que tenia a ese mocoso consigo, a salvo, bajo la protección de...

─Que carajo...

Ser padre le estaba afectando mucho.

Espera, ¿Padre?

─Niños, vengan a cenar. ─Dijo en voz alta, lo suficiente para que los niños se dieran cuenta y fueran corriendo a la mesa.

~

─Es tu decisión si aceptas mi propuesta. ─Dijo Dumbledore, dejando la taza de te sobre la mesa.

Severus por fin miro al anciano a la cara, esa sonrisa amigable, esos ojos profundos que desprendían confianza y seguridad, sentía envidia, envidia de no poder desprender a simple vista esa seguridad para que Harry se sintiera tranquilo, tenia que hacerlo con gestos casi todo el tiempo, tampoco le molestaba de todas formas.

─De acuerdo...

Pero Harry viene conmigo-

Los dos contra el mundo ~Severitus~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora