three

2.1K 73 9
                                    

Quedé perpleja al escuchar sus palabras, no lo conocía ni el Ami pero estábamos solos en una habitación pero no quería perder lo más valioso que tenía en la vida de esta manera, retrocedía cada vez que el daba un paso para acercarse a mi.
Aquel tipo soltó un golpe en la pared haciendo que salte del miedo, era magnífico como manejaba mi cuerpo.

Había una mesita con un arma encima de ella sin que el se de cuenta fui acercándome hasta ella hasta que lo logré.

—S-i te si-gues ace-rcando am-i te ma-to. — maldita sea, no podía hablar bien y mis manos temblaban en ese momento. Una carcajada salió de él.

No era broma, lo iba matar.

—¡Por Dios niña! — exclamó burlón, se dio una caminata en la habitación mientras yo me moría de miedo. —no puedo creer que seas tan estupida. — soltó.

El se acercó a mí poco a poco mientras yo temblaba por lo que iba hacer, el tomo el arma y apunto justo en su pecho para que le disparara.

  —¡Mátame! — sugerio. —atrevete a matarme maldita perra. — cuestionó.

No tenía la menor idea de como utilizar un arma pero lo intentaría si que si.

  —Perra tu mamá. — afirme, no sé de dónde saque tantos ovarios para decir aquello.

Se estaba riendo el maldito pero yo me moría de miedo en ese momento, tome todo el valor para jalar el gatillo y disparar. Cerré mis ojos por el miedo pero la bala nunca salió.

Me quito el arma rápidamente para pegarme a la pared quedando de espaldas sintiendo su hombría en medio de mis glúteos, llevo mis manos arriba de mi cabeza para oler mi fragancia, sentí sus besos por mi espalda para ese entonces estaba llorando, el abusaria de mi y no podría hacer nada para evitarlo.

  —Te tragaras tus palabras con mi pene dentro de tu boca. — susurro presionando y frotándo su pene contra mi trasero. —Dios mio, ese culo tuyo me vuelve loco. — ahora manoseaba mi trasero a su antojo.

Levánto mi falda para jugar con el elástico de mis bragas luego prosiguió a sacarlas.

  —Arrodillate. — ordenó.

  —No. — afirmé.

  —tu me obedeces. — me tomo del cabello para hacerme arrodillar bruscamente. — a ver perrita demuestra lo que puedes hacer con esa boquita. — Estaba arrodillada y no quise mirarlo.

Levánto mi mirada encontrándome con sus ojos, lamió su dedo para llevar ese mismo dedo a mi boca.

  —Por favor. — suplique. —Déjeme ir. No le diré a nadie. — cuestioné.

  —Me importa una mierda si le cuentas a todo el mundo, ahora abre la maldita boca porque mi paciencia se está acabando. — apretó mis labios. —no me gusta golpear a las mujeres pero contigo haría una objeción. — soltó.

Lentamente abrí mi boca dando pase a su dedo, me quede quieta.

  —Chupa. — ordenó.

Lo empeze a chupar lentamente con asco pero cabe recalcar que su dedo era estremadamente Grande ahora ya hacia tres dedos en mi boca.

Jungkook

No podía explicar el tremendo placer que tenía con solo meter tres de mis dedos en su linda boquita, me excitaba sus lágrimas, su cuerpo, sus labios, todo. Hice presión de mis dedos en su boca ahogandola por unos segundos.

Acaricié sus lindos labios imaginando lo que podría hacer a mi pene con esa boquita.

Le di un golpe en la mejilla no tan fuerte pero creo que le dolió porque empezó a sollozar, acaricié su mejilla poniéndome de rodillas para observarla detalladamente, me ponía caliente cuando lloraba.

  —Abre esa boquita. — dije mientras tomaba postura para desabrochar mi pantalón.

Mi pene quería salir, quería ser mojado por su saliva.

  —no... — sollozo otra vez.

Mi pene estaba afuera parado como un roble, tome este y empeze a masturbarme delante de ella, no era difícil, su culo y sus tetas me ponían aún más caliente. Di un golpe en su mejilla con mi pene para luego poner mi pene en la comisura de su labio.

  —Chupa. — ordené.

  —dejame ir... — dijo, ya me estaba hartando.

Le tome del cabello llevando su cabeza hacia atrás para obligar a abrir esa maldita boca y meter mi pene sintiendo un placer invisible, por fin sentí como chupaba mi polla, realmente delicioso. Acaricié el cabello para presionarlo en mi pene sentir más afondo de su garganta.

  —ahg Mierda. — susurré.

Tome su cabeza para follar su boca una y otra vez, no podía seguir resistiendo su lentitud necesitaba hacerlo yo mismo para correrme, cuándo por fin me corrí en sus labios en su blusa ella estaba con los ojos cerrados, toque su pulso y aún seguía con vida.

Salí de aquella habitación orgulloso de haber recibido una buena mamada en realidad ella no tenía la experiencia por eso me desesperaba.

  —señor, Lee está aquí. — informó.

Uno de los hombres que me acompañan hablo, Lee Jong Suk era el mafioso más poderoso de todo Asia luego estaba yo, aunque no quiera ellos son más fuertes que nosotros en todo los sentidos. Nuestro deber era temerles ya que quiere acabar con nosotros porque estamos a punto de estar en el ranking uno.

——

  —Emily! — la voz de Hirai de hizo presente. —Levantate. — me ayudó a levantarme.

Recordaba lo que estaba haciendo antes de desmayarme, sentí asco por aquel hombre, era tan pervertido.

  —Me duele la boca. — apenas pude decir. —Me está saliendo sangre. — me asusté .

  —Te mordiste la lengua. — espetó Hirai.

Me toque los labios comprobando que tenía mi labio reventado. Me dolía la boca era como si hubiera vomitado muchas veces, mi garganta estaba adolorida.

Estaba con la falda levantada, con la blusa semi abierta, rápidamente ordené todo eso entonces recordé todo lo que me hizo ese hombre, lágrimas salieron sin pedir permiso, al parecer no había abusado de mi solo me había obligado a brindarle un oral pero aún así jugó con mi dignidad.

Tardó en actualizar... Lo siento, gracias por leer.

Las amo.

secuestrada (jjk y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora