secuestrada (jjk y tú)

one

  —¡Levántate estúpida! — gritaba la señora de cabellos blancos quitando la la sábana de la joven.

La joven aún dormida se levantó, era la madrugada.

  —¿Qué pasa? — pregunto la menor tallandose los ojos adormilada.

  —¿Donde esta mi dinero? Estaba en la mesa, seguro tú me robaste. — grito exaltada como si fuera una ladrona.

Siempre era lo mismo siempre encontraba una escusa perfecta para levantarme, era mi madre pero a veces no parecía una.

  —De seguro fue tu esposo, el no trabaja talvez el fue!! — grité en el mismo tono.

Pude ver su rostro asombrada ya que nunca le había contestado siempre me había humillado como quería.

  —Mi esposo no sería capaz de robarme. — lo dijo más tranquila. —Maldigo el día de haberte parido te hubiera abortado. —

Sus insultos nunca me dolieron como ahora. Lágrimas bajaban por mis mejillas.

"Las palabras duelen más que un golpe."

  —yo no te pedí que me trajeras a este mundo de mierda, yo no te pedí que abras las piernas sin pensar antes en mi, solo pensaste en tu satisfacción pero no pensaste en que podrías darme una vida llena de mierda. — con todo el dolor le dije eso. —preferia mil veces que me abortaras, no es lindo vivir contigo, no pareces mi mamá. — solloze.

  —Pues vete! Qué haces aquí, me jodiste la vida de la peor manera! Ya estás grande así que lárgate no te quiero ver. — ordenó.

Aquella señora me tomo del cabello para arrástrarme por toda la casa hasta llegar a la puerta para echarme como un perro. Le duplique que me dejara entrar, toque mil veces la puerta pero nunca abrió así que empeze a caminar sin rumbo, estaba en pijama pero me hacía frío sin duda estaba caminando en la madrugada como una llorona, con mi cabello suelto y mis ojos hinchados recordando todas esas palabras que me dijo "mi madre".

Todavía no podía asimilar que estaba sola contra todos, me siento, sola estoy sola pero la convivencia con mi madre estaba llegando a su punto más alto, era de esperarse, solo termine la secundaria luego no pude entrar a la universidad por falta de dinero además mi mamá no le daba importancia mis estudios. Pensaba en todo menos en donde iba ir y así es como me perdí, no sabía dónde estaba, había callejones oscuros, cada vez el frío aumentaba.

No podía creer que me había quedado dormida en el suelo de aquel callejón me levanté a penas me di cuenta para seguir caminando lo bueno era que era de día y no había muchos peligros ahora.

  —¿Puedo limpiarle la cocina? Y me da algo para comer ¿Por favor?. — le dije a un Señor dentro del restaurante. —No he comido desde ayer ¿Por favor? — le estaba rogando casi.

Me miró de arriba hacia abajo para luego entrar a la cocina y nunca más salir, seguí caminando buscando a quien ayudar pero todos me miraban con desprecio era de esperarse, había dormido en el piso y estaba toda sucia.

"Se necesita una mesera joven. "

Esta era mi oportunidad aunque tenía miedo de su rechazo por mi suciedad pero tendría que arriesgarme.

  —vengo por el cartel. — dije a uno de esos hombres para que me dejara entrar. —¿De que se ríe?

Ese viejo se estaba riendo de mi, me daba mucha rabia.

  —Dudo mucho que te den el trabajo. —me miró con desprecio. —No tienes buena presentación, así que no te gastes. —

  —¿Puedo pasar? — ignore lo que dijo.

  —por la segunda puerta. — informó.

Entre por un pasillo ancho con unas luces bonitas decoradas por alrededor , había tipo una oficina así que toque la puerta y escuché un "pase" sin dudarlo entre, una chica hermosa estaba sentada manejando un pc no me miraba Entonces supuse que debía hablar.

  —Vine por el cartel. — informe, unos segundos después recibí su atención, ella me miraba de arriba a abajo.

Estaba nerviosa, si no me aceptará no tendría donde ir, donde trabajar, sería una mendiga.

  —Volteate. — me sorprendí al escucharla pero lo hice, ¿Quería mirar mi trasero? —¿Te hiciste algún arreglito en tu cuerpo? — pregunto.

Porque preguntaría eso, no tenía ni para comer para estar haciendo esas cosas.

  —No, No me la hice. — afirme.

Su vista recorría mi cuerpo una y otra vez como si quisiera encontrar algo, Se levantó para mirarme más de cerca e incluso tocarme pero no dije nada, era una mujer así que no había problemas ¿Si es lesbiana? Reí en mis adentros por pensar semejante cosa.

  —Contratada. — dijo aquella chica. —supongo que no tienes casa así que puedes tomarte una ducha en el baño luego venir a mí para indicarte lo que debes de hacer. —

  Jungkook

Hirai se movía encima de mi como una puta diosa, me encantaba era una delicia pero me llegó los vídeos donde ella sale con otro hombre, sin duda era una puta como todas, en verdad sólo gozaba de ella jamás me interesó para una relación seria, tomaba de su cintura para que saltará más rápido sobre mi pene.

  —Hirai. — la deteni.

Ella me miró sorprendida porque la aleje por completo de mi. Me puse a vestirme sin dudas las ganas se me habían quitado.

  —¿Es enserio Jungkook? — pregunto molesta. Maldita perra todavía se ponia agresiva.

  —Si y también alista tus cosas, no quiero verte aquí. — ordené con toda la tranquilidad del mundo. —Los videos donde sales como puta ya me llegaron. Así que vete. — sin decirle más salí.

Pero ella me tomo del brazo con la típica frase "déjame explicarte" me sale bruscamente para luego bajar por las escaleras y sentarme en el sofá a comer una manzana, los vídeos solo fueron una escusa para echarla de mi casa.

  —Estaba esperando gemidos pero solo salieron gritos. — comento Yoongi mi mejor amigo, una sonrisa salió de mi. —¿Qué pasó?

Antes de responderle salió Hirai con sus maletas con los ojos llorosos era inevitable no mirarla, ella esperaba mi detención para que no se fuera pero esta vez me valía ella realmente no me interesaba, seguí comiendo la manzana.

  —No me complace como antes, no me gusta. — informe para terminar la manzana. —En fin voy a presentarme con las lectoras. — hable emocionado.
—Soy un empresario exitoso. — comenze.

  —No te creas galán Jungkook. — hablo Yoongi. Tomo un poco de whisky para seguir hablando. —Eres un mafioso no un empresario, Respeta tu lugar. — culminó Yoongi.

Buenas, las amo, gracias por leer.