IV: Disfruta

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Por fin era sábado, disfrutaba de estos días como nunca porque solo eran ellos dos.

La pasaban casi todo el día en la cocina preparando recetas nuevas, en la sala viendo alguna película vieja o simplemente, en la habitación. El fin de semana eran días perfectos para estar solos. Se permiten levantarse un poco más tarde de lo habitual, tal vez Dean ya se acostumbró a los horarios de fin de semana porque no llora como de costumbre a las seis de la mañana.

Se estira en la cama y escucha como sus huesos crujen, se siente tan bien despertar después de una noche tan tranquila. Voltea y mira a Harry acurrucado casi encima de él, siempre tan empalagoso. Mira la hora, ya son las once, su madre llegaría en cualquier momento para llevarse al pequeño, tiene que alistar su maleta con lo que ocupará estos dos días.

Hace el intento de levantarse pero Harry lo tiene muy aprisionado en la cama, su grande mano hace presión en su cadera, muerde su labio cuando siente un ligero ardor en ese lugar, maldito Harry salvaje.

"¿Qu'est-ce que je vais faire de toi?".-¿Que voy a hacer contigo?-.

"Quédate aquí, es muy temprano aún". Harry habla aún con los ojos cerrados y su voz levemente ronca.

"Harry ya casi es medio día, mi madre llegará en cualquier momento. Ahora sueltame y levanta tu culo de la cama para poder alistarnos"

El rizado gruñe pero aun así se levanta de la cama murmurando varias maldiciones al no encontrar sus pantuflas, camina sin ellas rendido aunque no puso de su esfuerzo para buscarlas. Louis lo mira desde la cama con unas ganas de reírse, sabe que el enojo se le pasará cuando estén solos.

Mete todo lo necesario en la pañalera, acomoda muy bien la ropita, le gusta que Dean siempre este bien vestido. Exagera un poco con los distintos cambios que metió pero sabe que el pequeño no dura ni una hora limpio y necesita ser cambiado todo el tiempo. La cierra con algo de dificultan, cuando lo logra la deja aún costado de la cama.

Suspira y cierra los ojos un momento, hecha su cabeza hacia atrás y solo se queda así unos segundos más hasta que la puerta del baño es cerrada y un Harry recién bañado sale por la puerta con cara de no haber dormido casi nada, típico.

"¿Ya tiene todo?". Pregunta secando su cabello con una toalla.

"Si, ahora cuida que aún no despierte, me iré a bañar". Le deja un beso en los labios.

Su ducha es rápida porque aún tenía que terminar algunos pendientes de la oficina, era un papeleo rápido de unos diseños que tenia que mandar.

Bajan a la primera planta, Harry con el bebé en brazos y Louis con la pañalera revisando por quinta vez que todo estuviera en orden. La elegante mujer entra por la puerta sonriéndoles a ambos con cariño.

"Hola mamá". Louis saluda primero dándole un abrazo y un beso en la mejilla lo cual correspondió.

"Un gusto volverla a ver suegra".

"Oh por dios Harry te veo más alto". La mujer se ríe pero aún así lo abraza y besa su mejilla.

"Son los zapatos".

"Bueno, aquí va todo lo necesario, si pasa algo no dudes en llamarnos cuanto antes, tendré mi teléfono a un lado y Harry igual".

Entrega al pequeño y besa su cabecita haciéndolo reír, Harry besa las mejillas regordetas de Dean y este jala el cabello de su padre.

"Sigue haciendo eso solo con Harry". Louis se burla porque eso se lo enseño él a su hijo.

"Ya que tengo a este pequeño me iré, los quiero chicos cuídense, nos vemos en dos días".

Mafia Roja. LsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora