I: Traición

1.1K 97 36
                                    

Cada paso que daba se escuchaba perfectamente en aquel horrible silencio, sus hombres estaban detrás de él sin expresión en el rostro esperando a recibir alguna orden, por la ventana se podría apreciar la noche oscura, había pasado más de cinco horas ahí esperando algo, pero nada, no habría la boca. Tal vez su método de tortura no estaba funcionado muy bien y eso estaba acabando con su paciencia.

En la mañana había recibido un mensaje que para nada alegró su comienzo ese día, era de un anónimo, usualmente ignoraba esos porque no tenía el tiempo para desperdiciarlo, la información era muy clara y detallada lo cual llamó su atención, no terminó de ver todas las fotos cuando se paró de golpe de la cama para alistarse e irse sin despedirse, cosa que le traería problemas cuando regresara a casa. Ordenó buscar por todos lados a uno de los bastardos en los que confió por años, ¿Cómo se le ocurrió traicionarlo?, vendiéndole información a su padre.

Ahora no podía confiar en nadie, sus mano derecha lo había traicionado también, queriendo dar en su único punto débil: su familia, fallando en el intento, no puedes destruir algo que simplemente no se puede.

Las mangas de su camisa de vestir blanca estaban remangadas hasta los codos, su saco el cual ya estaba empapado en sangre descansaba en una de las sillas. El hombre con moretones en el rostro, quemaduras y sangre jadeaba en busca de aire, estaba de rodillas frente a él en aquella suite, como la escoria que era se escondió, pensando que nunca lo encontrarían, que tonto.

"¿Tu ne penses pas à parler?"-¿No piensas hablar?-. No obtuvo respuesta por lo cual asintió, se volteó para hacerle señas a uno de sus empleados. "Conecta las pinzas, no quiere hablar por las buenas entonces hablará por las malas".

El hombre abrió los ojos gritando de dolor al sentir las pinzas en su cuello, suplicó pidiendo que parara, Harry disfrutaba ver a las personas que se lo merecían sufrir hasta el punto en el que ellos pedían ser matados, pero antes de, tenía que sacarle toda la información.

"S-styles". Se tiró hacia atrás poniéndose en posición letal, no resistiría más. "Por favo-or p-para con e-esto". Su voz sonaba entrecortada gimiendo al rozar sus heridas recién hechas en el frío piso.

"Llevó horas esperando a que habrás la puta boca, ¿Tendré que seguir usando esto? o prefieres hablar de una maldita vez". Lo tomó del cabello tirando de su cabeza para atrás, sus ojos estaban oscuros por el enojo y su mandíbula apretada.

"Si l-lo haré". Cerró los ojos por un momento para tranquilizar su respiración agitada. "Su padre me pagó cinco mil euros por decirle su ubicación, cada uno de sus movimientos, con quien negociaba, a quien mataba...". No quería seguir porque sabía que su vida terminaría cuando dejara de hablar. "T-también me pidió todo sobre su hijo y su esposo".

"¿Desde hace cuánto?".

"U-un año".

Harry enfureció tirándolo bruscamente al suelo para subirse encima de él y poder golpearlo con sus puños, uno tras otro golpe caía en su rostro deformándolo más de lo que ya había quedado, sus nudillos blancos por la presión estaban llenos de sangre, su camisa blanca ahora estaba roja.

El había sido el responsable de toda la mierda que vivió, facilitándole la entrada a su casa para que su padre entrara para acabar con ellos, haciéndole daño a su paso cuando Louis estaba en espera, él fue el culpable de que casi abortara. ¿Porque toda la gente lo estaba traicionando?.

Cuando notó que no se movía más, se paró dándole una última patada en el abdomen, limpió sus manos con una toalla, la dejó caer al suelo, sentía el coraje y la impotencia recorrer sus venas al ver el cuerpo inerte en el suelo, el cual fue enredado al instante en una de las sábana que reposaba en la cama, la habitación ya olía a cuerpo descompuesto y eso que tan solo había pasado unos minutos.

Mafia Roja. LsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora