Solange es una adolescente problemática o al menos así se muestra ante las personas. Su personalidad es definida por tres palabras: rebelde, indiferente y fría. Al volver del extranjero se mete en problemas con una banda de chicos y termina siendo p...
Por un momento pensé que iban a atraparme.. Ese hombre casi me descubre, definitivamente no eran policias normales.
Volví al bar para asegurarme de que las chicas habían escapado y las encontré preguntando por mí.
¿En serio? ¿Hice todo esto para ayudarlas a escapar y volvieron a buscarme?
Cuando la chica alta, de cabello rubio sale del bar me limito a esconderme en un callejón. Las demas la siguieron y al parecer estaban.. ¿preocupadas?
¿Por qué se preocuparían por alguien que no conocen?
Me fui y terminé en casa, acostada cambiando los canales de la tele. Estaba realmente aburrida y recuerdos de todo lo que había sucedido hace unas horas venían a mi, uno por uno.
El sonido del celular me saco de mis pensamientos.
-¿Hola?
-¿Vas a venir no?
-Te dije que si.
-Bien. Te espero.
-Estoy en dos horas.
-Ok—corta.
Por poco me olvido de lo que tenía que hacer esta noche.. Había pasado la mayor parte de la tarde-noche corriendo de tipos y peleando, no tenía muchas ganas de ir pero tenía que hacerlo. Me dirigí al baño para ducharme y prepararme antes de salir. Me puse un jean negro, borcegos militares negros y una remera blanca que terminaba a la altura de mis costillas, dejando ver mi abdomen. Antes de salir me coloque la chaqueta de cuero encima y salí.
Faltaba media hora para que se cumplan las dos horas y me dirgí hacia el lugar. Llegué y un galpón abandonado en el medio de la nada me esperaba.. Parecía bastante peligroso. Entré con cuidado, estaba oscuro pero antes de seguir avanzando observé todo a mi alrededor. No había nada.
-Llegaste—dice alguien detrás mío.
Al voltearme me encontré con un enorme cuerpo, musculoso en exageración, era calvo pero con barba.
-Llegué.
-Pensé que no ibas a venir.
-¿Por qué no lo haría?
-No lo sé, es raro que una chica tan bonita se arriesgue tanto.. Y sobre todo venga sola.. Alguien con esa cara, esos ojos—mientras hablaba me recorría el cuerpo con los ojos—y ese bonito cuerpo que te cargas debería tener mucho más cuidado—sonaba amenazante.
Idiota.
-Me lo dicen seguido.
-Deberías escucharlos..
-No hace falta. ¿No te hace pensar que si vengo sin acompañantes o seguridad es porque puedo cuidarme sola?
El hombre respondió con una sonrisa, parecía realmente divertido.
-¿Y bien? ¿Tenes lo mío?-Me apresure a decir, no quería estar ni dos minutos más ahí.
-Tengo lo tuyo..
-Bien.
Me guío por el galpón a una puerta que estaba oculta en el piso y daba lugar a un sótano. Entramos, dejé que el se metiera primero por las dudas. Adentro había miles de maquinas que generaban pastillas y otras que las enfrascaba.
Esas son. Tenía razón.
||||||||
Salí con las pruebas y volví para casa. Ni bien llegué me tiré a la cama, estaba muerta, me la había pasado peleando y escapando en el día de hoy. Ni siquiera me di cuenta de cuando me quede doormida pero se me estaban cerrando los ojos.
El ruido del celular me sacó del gran sueño que estaba teniendo. Me fije la hora.. Las 09:30 de la mañana.
¿En serio? ¿Quién es a esta hora?
Miro la pantalla del celular para ver quien me llamaba tan temprano.
Abuelo.
Maldecí por lo bajo y atendí.
-Hola.
-¿Hola? Buenos días abuelo, ¿cómo estás? Tanto tiempo..
Si, claro.
-Hola abuelo. ¿Qué paso tan temprano?
-Te faltan modales mocosa.
-Lo sé. ¿Entonces qué paso?
-¿Ya te olvidaste qué día es hoy?
-¿Hoy?... Mierda ¡Hoy!
-Te olvidaste-confirma.
-Tuve una noche complicada. ¡Ayer sabía que día era hoy!
-Después vas a contarme sobre eso. Apurate que es tarde.
-Lo sé, en quince estoy allá.
-Te espero. No te pongas a desayunar, te pido algo y desayunas conmigo.
-Mejor entonces, nos vemos en quince.
-Nos vemos. Cuidate.
-Lo mismo-corté.
Mierda tenía que estar temprano, va a matarme.. ¿Asi voy a empezar en la nueva organización?
Me bañé, me cambié y salí. Me había puesto una remera negra de manga larga, terminaba a la altura de mis costillas dejando ver mi abdomen, un jean negro y unas zapatillas blancas.
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