2: Botones explosivos.

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"Al fin... Dormilón, ¿Te quieres despertar?"

"¿Mamá? ¿Qué hora es?"

"Ay, hijo... No llegarás tarde a la excursión, pero tampoco hay que levantarse tan tarde. Te he preparado el desayuno, Sami."

Sam, un hermoso niño de doce años, iba a tener una excursión con la escuela es ese mismo día a una central nuclear. Para él, era una de sus excursiones más importantes.

Lo primero sería desayunar un bol de leche con cereales de chocolate. Después, asearse, vestirse y preparar la mochila.

Su colegio le quedaba a unas manzanas de su casa, pero su madre le llevaría al cole en coche.

No lleguó tarde a la salida del autobús. Sam se despidió de su madre alegremente y se subió al autobús. Se sentó junto a su mejor amigo, Tom. Se conocían desde pequeños y siempre jugaban los dos juntos cuando podían.

"¡Hola, Tom!"

"¡Hola!"

"¿Clara ha venido?"

"No. Hoy no. Dice que no las gustan las centrales nucleares, que la da miedo que ocurriese un accidente."

"Bueno, aparte que últimamente Clara está como deprimida. He oído que es la primera niña que ha sufrido un ataque de ansiedad del cole." Comentó Sam.

"Qué miedo, ¿Eh? Yo no he tenido un ataque de ansiedad, pero prefiero no saber qué es de momento."

Clara era una niña bastante solitaria en el cole. Tenía talento en el dibujo y la escritura. Los estudios la pusieron tan tensa que, llegó hasta tal punto que, sufrió su primer ataque de ansiedad. Hasta ese momento, los demás niños no se interesaron en ella. Después del accidente, su humor empezó a cambiar para mal.

Volviendo a Sam y Tom, el autobús arrancó y salió a ir al lugar donde ocurriría la visita. No había ninguna central nuclear cerca, por lo tanto, la que más cerca estaba, les quedaría muy lejos.

Después de dos horas y cuarto, llegaron a la central nuclear, que estaba escoltada de guardias que pertenecían a Kasl. La entrada empezaba por una identificación a los profesores y al director. Luego, les hicieron un control de alcoholemia. Despues de eso, les dejaron entrar al recinto. Tendrían que aparcar el autobús en el aparcamiento y se guiarían por un guía turístico hasta que la visita acabase.

Todos los niños se estaban portando fenomenal. En un tramo del recorrido, una profesora le preguntó al director, que les acompañó:

"¿Estás seguro de que está bien visitar una central nuclear con niños?" 

"Los niños se portan bien cuando algo les interesa. Mírales, no gritan ni corren por ahí. Además, la visita nos ha salido gratis y hemos sido los primeros en seleccionarla. Disfruta cuanto puedas." El director se vio relajado.

La profesora hizo una cara larga y siguió andando con los alumnos.

Llegado a un punto del recorrido, se pararon ante una puerta que levaba al puesto de mandos de la central nuclear. Todos los niños se quedaron asombrado de lo grande que era la puerta.

"Bien. ¡Por favor, presten atención!" Llamó el guía. "Están ante la puerta que conecta con el puesto de mandos. Es el lugar en el que guardamos todas las máscaras antigas. De los mandos de la central se encarga mi compañero Pablo, que ahora mismo no está aquí, pero le sustituye Eduardo , que está en la cafetería de descanso. Ahora, continuemos."

"Pss. Sam. ¿A que no te atreves a entrar al puesto que controla toda la central nuclear?"

"Que tonto eres. Por supuesto que lo haré, pero déjame unos minutos." Sam cumplió el reto que le debía a Tom: entrar en el puesto de mandos y luego, contarle lo que hay.

𝐃𝐢𝐞 𝐎𝐧 𝐖𝐚𝐫 ||| 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐒𝐦𝐩 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora