~ Prólogo ~

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La montaña rusa que ha sido Kingdom acaba de terminar. Todos los miembros del staff están fuera de las habitaciones, viviendo y celebrando la victoria de los Kids en el show. Eres la última incorporación al staff, y alguien tiene que limpiar todo el desastre que hay en la habitación del grupo.

Te cuesta reconocer todos tus utensilios de maquillaje, pero consigues hacerlo justo a tiempo antes de que el resto del equipo entren en la sala a coger sus cosas, no sin felicitarte por tu gran trabajo en tu primer gran show como miembro del staff. Todos, excepto él.

Tan rápido como entraron en avalancha a la sala salen de ella, dejándote atrás y sola... otra vez. Metiendo tu última brocha en  tu bolso, te asustas al oir cómo alguien bloquea la puerta que está detrás tuya. Y antes de que puedas gritar que aún sigues ahí mientras giras hacia la puerta, te encuentras con su mirada.

Aún estaba con sus ropas de 'Wolfgang', ese peinado alborotado, el abrigo de pelo blanco, su camisa abierta, y esas malditas cadenas alrededor de su cuello y sobre su torso. Tu respiración se corta tal como haría frente a un lobo que fija su mirada en su presa.

- Se están yendo todos... - alcanzas a decir

- Sí, lo se - responde sin un solo cambio en sus ojos.

No era la primera vez que fijábais vuestras miradas en el otro. Estás convencida de que se dio cuenta cómo de roja te pusiste la primera vez que te miró y te dio la bienvenida al equipo.

No puedes olvidar su mirada tan directa la primera vez que lo maquillaste

- Espero que nos llevemos bien- dijo, con esa maldita y adorable sonrisa suya, en una voz tan suave y baja que solo tú pudiste escucharlo mientras estaba sentado frente a ti

- Yo también lo espero... -era lo único que pudiste responder

A cada paso que da hacia ti, como un acto reflejo de supervivencia, te mueves hacia atrás, chocando con la mesa. 

Tan solo queda menos de un paso de distancia entre vosotros dos, y es en este momento cuando desliza su mirada desde tus ojos hacia tus labios, casi forzándote a hacer lo mismo con los suyos.

- ¿...estás seguro...? - atraes sus ojos hacia los tuyos de nuevo

- Joder, estoy MUY seguro... -

Tus labios chocan con los suyos en menos de un segundo. Primero dejas de sentir latir tu corazón, pero de repente empieza a latir como si estuviese a punto de explotar.

Quizá sea por la excitación de la victoria, pero le dejas hacer. Tú también querías que esto pasara a fin de cuentas.

Una de sus manos en tu nuca ahondando el beso, y la otra en tu cadera en el borde de tus pantalones, tocando peligrosamente tu piel de la forma más suave que existe, buscando algo más.

Tus manos están en su cuello, luchando contra tu propio deseo de tirar de esas cadenas hacia ti y tornar las tablas a tu favor. Pero en vez de eso, permites a tus dedos viajar camino abajo por su perfecto, y más apetecible que nunca, torso.

- Chan... -

- Chris para ti, cariño - ok, eso fue demasiado

- Tu maquillaje se está volviendo un desastre - le dices con tu mayor sarcásticamente juguetona sonrisa

- Jajaja - oh no, esa maravillosa risa... - Mi maquillaje no es lo que me preocupa ahora mismo. Tenía que quitármelo de todas formas... -

Sí... puedes notar y sentir qué le preocupa exactamente ahí abajo. Y la intensidad de vuestro segundo beso no ayuda a la necesidad de terminar esto aquí y ahora.

Por supuesto sabías lo buen cantante que es, pero las dotes de su lengua van más allá de cualquiera de las veces que lo habías imaginado.

Respiración entrecortada, los dos prácticamente jadeando. Vuestros labios inflamados y rojos por la fricción, listos para la tercera y deseada ronda final...

*Knock knock* 

- Hm, ¿¿hay alguien ahí?? ¿Chan? ¡Que nos vamos! - una profunda voz australiana bien conocida por ti se oye al otro lado de la puerta

- ¡Sí Felix! ¡Dadme solo 1 minuto!

-  Okay okay, ¡estamos afuera en la furgoneta!

Esas tres líneas fueron suficiente para apagar toda su intensidad y devolverlo a ser el australiano adorable que habitualmente es, con la mirada más dulce en sus ojos.

Coges un disco de algodón con algo de desmaquillante, limpiando su maquillaje para que otros no se pregunten qué demonios le podría haber pasado a su cara.

- Aquí no, por favor - dice alcanzando tu mano con el algodón con el que ibas a limpiar sus labios - quiero mantener esta sensación hasta más tarde - añade dejando el más delicado beso en tus labios, como si fuese a hacerte daño por ello


- Jaja, ¿más tarde? ¿Cómo más tarde? - aún te queda espacio para la incredulidad incluso llegados a esto

-  Más tarde en tu casa, por supuesto

- Pero no sabes dónde vivo, Cristopher... - te atreves a decir como si no fueses a ser tú misma quien se lo pudiese decir

- Lo sabré. No te preocupes por eso

~

- ¡Oh por fin nuestro líder está aquí para poder irnos! ¿Qué rayos estabas haciendo? - Dwaekki se hace el enojado pero falla estrepitosamente por culpa de su risa...

- Estaba desmaquillándome

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This is my Kingdom come (en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora