~ Capítulo 7 ~

64 6 1
                                    

El espacio entre vosotros es demasiado como para soportarlo más, así que con tu mano alcanzas su nuca y tiras de él hacia ti, mientras la otra está ocupada tratando de sentir su pecho a través de la ropa.

Con vuestras bocas batallando, cierras la mano en su pecho, arrugando el jersey dentro de tu puño

- ¿Debería...? - se separa del beso lo justo para preguntar

- Aha... - alcanzas a decir lo más rápido posible para no perder un solo segundo de él

Obedece rápidamente, erguido sobre sus rodillas.

Tu 'yo' optimista pensaba que estarías preparada para esto, pero cuando levanta sus brazos para quitarse su jersey piensas que falta el aire, y cuando consigues mirarlo... a tu corazón se le escapan algunos latidos, antes de bombear como nunca antes.

No es la primera vez que ves su torso desnudo. De hecho, lo has visto hace tan solo unas horas. La diferencia es, que ahora es tuyo. Todo, tuyo... y puedes llevar tus manos a tocar toda esa rocosa superficie ahora que se acerca a ti de nuevo.

Bang Cristopher Chan tiene el físico de un Dios Griego. No... cualquier ser mitológico hubiese deseado tener un cuerpo como este. Sus formas no están esculpidas con un cincel, sino modeladas gracias a sus largas horas en el gimnasio y puedes ver, que dentro de su interminable timidez, está orgulloso de su cuerpo y bueno... así debe ser, y se lo demuestras cuando no puedes apartar ni la vista ni las manos de él.

Acaricias esos abdominales que provocan tantos gritos en los conciertos, como si quisieras memorizarlos, deslizando hacia arriba donde están sus tan bien formados pectorales en los que quisiste echar aceite antes al prepararlo para la actuación final del programa... y todo esto que estás haciendo, que pareciese un ritual, está siendo observado con sus ojos fijados en tus manos recorriendo su torso hasta que llegan a sus clavículas, y viajan a sus anchos hombros mientras su mirada se dirige de nuevo a la tuya para reclamar tu atención.

- Esto es... - provocando tu respuesta al sonreírte tan cerca que puedes sentir sus labios casi rozando los tuyos

- injusto... - te rindes con otra sonrisa porque ambos sabéis a qué se está refiriendo.

Enganchas tus manos alrededor de su cuello en una señal que entiende rápidamente, tirando de ambos hacia atrás hasta quedar sentados uno enfrente del otro.

- Cuidaré de ti, te lo prometo... - sus ojos están fijos en los tuyos, mirándote de una forma que no le habías visto antes, casi suplicándote

- Se que lo harás - sellas tus palabras con un beso que apenas puede sentir, aunque sepas que eso sea un movimiento peligroso.

Tu provocación le urge a mover sus manos al bajo de tu sudadera, listo para tirar de ella pero le detienes rápidamente. Chan te mira con mucha sorpresa, pero se encuentra con tu mirada decidida.

- No, déjame a mi... - Así que eres tú, usando todo tu coraje, quien se desviste a sí misma - Ahora estamos empatados -

Durante toda esta secuencia él no ha apartado sus ojos de ti incluso teniéndote al fin medio desnuda en frente de él. Tu determinación hace que te sonría orgulloso y de forma peligrosa antes de confrontar su boca con la tuya y encender en ti un fuego desconocido.

Sus manos están ahora libres de abrazas tu espalda desnuda, usando una de ellas para recorrer toda tu columna desde tu cuello hasta abajo, donde se encuentra con otra prenda que le bloquea el camino. Pero no le importa, aún tiene mucho que explorarte.

Tu ombligo es el nuevo destino de su mano derecha haciéndote soltar un corto jadeo de sorpresa. Su mano izquierda acariciando tu cuello asegurándose de que no abandones sus sonrientes labios mientras os besáis, intentando distraerte de su descenso a tu pecho.

Pero cuando alcanza la punta de uno de tus pechos ya no puede evitar mirar hacia abajo:

- Cómo puedes ser así de preciosa también por fuera... -

Ves cómo desciende su cabeza hasta que llega a besar tus clavículas, continuando con su rastro hacia tu pecho. Besos cortos en los que usa plenamente sus labios alrededor  de tu pecho izquierdo mientras acaricia plenamente el derecho con su mano.

Aunque hayas tapado tu boca, eres incapaz de detener un perfecto y audible gemido cuando sientes sus labios en tu pezón y cómo acaricia el otro con su mano, mientras intentas sostenerte sujetándote fuerte con una sola mano sobre su hombro.

- No tienes por qué contenerte cariño... - vuelve a tu altura para mirarte con la juguetona sonrisa de un niño que sabe que ha hecho algo malo

- ¿Es esta tu manera de cuidarme? - finges estar en desacuerdo

- Mmm... no exactamente - es lo más irresistiblemente adorable cuando balancea su cabeza así - Puedo hacerlo mejor -

Tu risa resuena en la habitación mientras dejas caerte de nuevo sobre la cama.

- ¿...Chris? - él está aún ahí. Mirándote con ojos llenos de afecto que te provocan intentar taparte con tus brazos, pero él te detiene.

- Eres demasiado bonita, en serio... - sus ojos brillan, por ti y por lo que estabas tratando de esconder todo este tiempo

- Solo soy... una chica corriente... - ahí van, tus últimos rastros de inseguridad

- Pero eres mi chica corriente - se acerca a ti para besar tu frente y la punta de tu nariz... antes de capturar tus labios una única vez - y  eso te hace perfecta a mis ojos - lo que te hace sonreír abiertamente.

- ¿Esa es una frase ensayada? - haces que se muerda el labio haciendo ese suspiro de queja tan particular suyo

- ¿Y qué si digo que lo es? - continúa tu juego para provocarte

- Touché - te rindes a su risa - ¿Pero no crees que suena bien para una canción?

- Oh, ¿así que no quieres que me despegue de mi trabajo en mi día libre? - levanta sus dos cejas y su mentón en modo desafiante

Encuentras demasiado encantador el cómo ha aprendido a seguir tus juegos, bromas, y tu sentido del humor incluso en estas situaciones. Otro punto más a su lista...

- A lo mejor podrías hacer una excepción...

- ¿Sí...? - pone atención

- Si es sobre mi quizá pueda dejarte trabajar en algunas letras - ahora eres tú quien balancea juguetonamente la cabeza

- Bueno eso depende de ti - te sorprende su respuesta

- ¿Oh?

- Sabes... Hay una canción en la que Lee Know y yo llevamos trabajando un tiempo y...

- ¿Y...? - de repente estás ansiosa por más información ahora que está hablando en serio

- Dependerá en cómo me dejes conducirte* esta noche

(*en la versión original escribí Drive en alusión/guiño a dicha canción)

This is my Kingdom come (en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora