This is my Kingdom come (en español)

~ Capítulo 5 ~

Te acomodas en tu posición elevándote un poco colocando tus dos manos en su nuca mientras él va recostándose lentamente en la espalda del sofá.

Antes de separaros tan solo un par de centímetros, te deja un largo y último (por ahora) beso y sonríe satisfecho.

- Uf... - no consigues más que soltar un leve suspiro que alcanza a sus labios mientras estáis aún unidos por vuestras frentes.

- Qué pasa huh... - en un muy astuto movimiento, eleva un poco su nariz para rozarla con la tuya, haciendo que levantes tu mirada para encontrarte con la suya - ¿Tienes más preguntas?

- En realidad, sí... - a lo que él pone toda su atención - ¿Tienes prisa por irte esta noche...? -

Vuelve a reírse pero esta vez, mucho menos tímido que antes, pero te gusta que lo haga para relar un poco a tu corazón.

- Afortunadamente... los dos tenemos el día libre mañana - responde al fin con ojos brillantes y fijos en los tuyos - Y por una vez en mucho tiempo siento que no voy a echar de menos mi portátil -

No puedes apartar la mirada de su rostro, como si estuvieses viendo a la criatura más fascinante que jamás hayas visto. De hecho, eso es lo que es para ti, y parece recíproco ya que no ha dejado de sonreír en adoración hacia ti todo este tiempo.

Pero no puedes esperar más y por primera vez, eres tú quien toma la iniciativa de acercar tus labios a los suyos de nuevo, no sin una pausa previa solamente para decir - Qué bien... - y recibir una pequeña risita como anticipación del premio gordo que vas a recibir ahora.

Sea lo que vaya a ser con vosotros dos tras esto, estás ya por encima de ello, disfrutando cada segundo que la vida ha decidido darte con el tío sobre el que estás sentada y al que estás besando con una confianza que desconocías tener.

Los dos estáis totalmente enfocados en saborear al otro, a aprender qué es lo que os gusta mutuamente antes de que su lengua empiece a pedir permiso de una forma demasiado paciente. No hay necesidad de hacerle esperar más y le das acceso. No han pasado tantas horas desde que hiciste esto mismo con él, pero para ti, se siente como si hayan pasado años. No querías admitir cuánto estabas deseando que vuestras lenguas danzaran de nuevo, y se lo haces saber con un pequeño gemido que no puedes contener en su boca, notando sus manos apretar fuertemente en tu espalda como para evitar que huyas a alguna parte... Por supuesto que no.

* Suena el móvil *

Al oir el teléfono, te detienes menos de un segundo con lo que estabas haciendo. Más bien porque el sonido te asustó y no realmente por tener la intención de responder a la llamada. Para él, es como si no ha escuchado nada que pueda molestarle de devorar tu boca, demostrando por qué le llaman lobo.

* Vuelve a sonar el móvil *

- Qué demon... a estas horas... - cuando te deshaces del beso molesta por el dichoso aparato, le escuchas suspirar con resignación.

- Quizá sea importante - te dice acariciando tu espalda en señal de que por él no hay problema.

Le responden con una mirada triste arqueando tu boca hacia abajo. Tu teléfono está justo detrás de ti en la mesa y por desgracia tienes que separarte un poco de él para poder contestarlo.

Al ver la pantalla suspiras, pero al final contestas a la llamada.

* Conversación en coreano *

- ¿Hola?... oh vaya, eso suena fatal lo siento muchísimo,... -

Chris tiene la paciencia suficiente para darte espacio a coger la llamada, pero era demasiado pedir que estuviese quieto y callado. Mientras escuchas los problemas de tu compañera, él decide erguirse lo suficiente para alcanzar tu posición y le parece el mejor momento para deslizar las manos y acariciar tu espalda... por debajo de la sudadera.

Te asustas ante el repentino tacto mientras tratas de aliviar a tu amiga, y lo miras con una supuesta cara de enfado arrugando tu nariz. La única respuesta que consigues es una risa juguetona por lo bien que se lo está pasando.

- Ah... De verdad te ayudaría mañana si no fuese porque ya planeé algo importante, aprovechando que por una vez tendríamos un día entero libre... -

Un poco de caricias en la espalda no iban a ser suficiente entretenimiento para Bang Chan, por supuesto, así que comienza un ataque de besos en tu cuello todo lo que puede desde su posición. Al menos está siendo "considerado", dejando pequeños besos en vez de algo más... intenso. Pero llega a uno de tus puntos más sensibles y cuando está apunto de besarte justo encima del borde de la sudadera tienes que poner tu mano libre sobre tu boca. No querrías que tu amiga te escuchase gemir por el teléfono.

Chris se lo está pasando increíble con todo esto, y tú no consigues enfadarte en lo más mínimo con él por culpa de que el verlo reírse así de ti y tu frustración te resulta lo más adorable del mundo.

- Sí, escribiré al menos a alguien más por si pueden ayudarte mañana. Siento mucho no poder ser de más ayuda ahora... Ten cuidado y descansa por favor, ¡buenas noches! -

Tu llamada termina por fin, provocándote una mezcla de preocupación por tu amiga y un no saber qué hacer con Cristopher por hacértelo pasar tan "mal".

Lo miras, poniendo los brazos en jarra y aparentando estar enfadada. No cuela nada tu fachada y solo consigues que se ría más de ti.

- Cristopher te odio

- ¿¡En serio!? - ahora se hace él el ofendido

- ¡¡Cómo has podido hacerme eso!! - 

- Porque eres adorable - responde dándote un rápido beso en los labios y convirtiendo tus mejillas de nuevo en un color carmesí - ¿Puedo preguntar qué pasó?

Es una cosa de Chris el preocuparse por todo lo que alcance a saber, y ese es uno de los puntos que más te encantan de él.

- La chica que entró a la vez que yo a le empresa cree que ha perdido algunas de sus cosas de camino a casa... No era material irremplazable pero, se sentía super mal y torpe por haberlo perdido - tan pronto como ve la preocupación en tu cara, vuelve a acariciar tu espalda para tranquilizarte

- Aw... esas cosas pasan. No debería sentirse mal por ello, pero espero que se anime después de descansar. ¡¡Seguro que mañana se siente muchísimo mejor!!

- En serio te odio...

De repente sientes la necesidad de abrazarlo por primera vez. Necesitas sentir que la persona frente a ti es real y no un truco de tu imaginación. Se sorprende ante tu repentino gesto pero, sin dudarlo te abraza de vuelta.

- ¡Pero yo no quiero que me odies! - dice con cara de puchero

- ¡Pues claro que no te odio! Cómo podría...

- ¿Y qué vas a hacer con tu amiga? - se preocupa, haciendo que levantes tu cabeza de su hombro

- Ha sido muy buena y amable conmigo desde el principio así que... lo único que se me ocurre para animarla es llevarla un día de compras y regalarle lo que ha perdido como agradecimiento. Me siento mal por no poder ayudarla mañana pero sabes, tengo algo importante que hacer... - levantas una ceja por si no fuese suficientemente obvio que el tema importante es ÉL.

- Jajajajajajaja... Puedo asegurar que vas a estar bastante ocupada mañana - confirma con una amplia sonrisa - y, ¿debería entonces odiarte yo también a ti por ser tan buena persona y buena amiga? - te provoca con sus ojos brillantes

- ¡Dije que no te odiaba! Ugh... - estás apunto de explotar de amor

- Por cierto, tu coreano es bastante bueno

- ¿Ah sí? - lo miras expectante

- En serio - mostrando una sonrisa de orgullo - No creo que te hagan falta pero, si necesitas algunas lecciones, me ofrezco voluntario