~ Capítulo 8 ~

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- Veamos entonces...

Tu mirada se transforma en la de un fiero animal al que su oponente ha puesto al límite.

No puedes soportarlo más. El calor dentro de ti es inaguantable y ahora tienes la urgencia de ser la protagonista principal de esa canción y bueno, vas a apostar fuerte por ello.

La desesperación que sientes en este momento hace que tires de él para capturar sus labios con agresividad. Una de tus manos juguetea con su pelo para asegurarte de que no se separa ni un milímetro de ti, y la otra mano se sostiene sobre su clavícula y junto a su cuello, mientras él intenta ganar la batalla contra tu boca.

Su mano izquierda hace el trabajo de sostenerlo lo suficiente para que su peso no te haga daño, mientras la derecha acaricia tu costado, yendo camino abajo hacia tu cadera bajo tus pantalones, mostrándote que no puede esperar mucho más para obtener más de ti.

Cuando notas sus dedos jugando con la parte de tus braguitas sobre tu cadera, aprietas el agarre sobre su clavícula, haciendo que sonría sobre tus labios en aprobación.

Lamentablemente deja de jugar con esa parte para dirigirse a otro objetivo que es... incluso mejor, no lo puedes negar.

Al sentir su mano de nuevo sobre tu pecho te hace arquear tu espalda un poco, sacándole una risilla a Chris como respuesta.

Maldices que él sepa que lleva el liderazgo y que tú no eres lo suficientemente fuerte para tornar la situación ahora mismo, aunque tampoco te importa del todo cuando empieza a jugar con tu pezón con su pulgar en la manera más suave e increíble que  hayas sentido nunca.

Tus gemidos se pierden en su boca, pero los puede sentir cada vez que tu lengua se vuelve más agresiva contra la suya.

Por supuesto no deja de lado tu otro pecho en este juego y repite con su pulgar hasta que necesitas que tus gemidos se escuchen, rompiendo el beso para poder coger algo de aire antes de morder tu labio inferior en señal de frustración.

- Hey no hagas eso... - dice aún con sus dedos jugando con tus pezones

- Y qué quieres que haga...

- Soy yo quien debe hacerlo

Su mano derecha abandona tus pechos para dirigirse a tu boca y acariciar tus labios, justo antes de acercarse a ellos y morder, lo más suavemente posible, tu labio inferior.

- Esto es mío... - su mirado es suave y agresiva al mismo tiempo

- ¿Sólo esto...? - este es un test que ambos sabéis que no va a fallar

Posa su mano sobre el lateral de tu mandíbula al empezar a besar tu rostro, bajando por la línea de tu mandíbula haciendo que te rías por el cosquilleo que te hace sentir y que no para cuando continúa su camino hacia tu garganta... y siguiendo después al lateral de tu cuello, dando con sus labios en ese punto que hace que cubras tu boca para silenciar tu gemido o al menos, intentarlo.

- Ves, esto también es mío... - coge tu mano y la separa de tu boca, siguiendo y ahondando cada vez más sus besos alcanzando un punto por el que le dejas escuchar lo sensible que eres... y él sonríe de nuevo

- Heh...

Con esa información, procede a dejar pequeños y suaves besos en ese área, haciendo que te preguntes el por qué de ese ritmo tan lento aunque a la vez lo agradeces para poder recuperar tu aliento.

Pero no por mucho tiempo, porque está decidido a ir más allá con el juego del "Esto es mío", y notas cómo ha empezado a succionar sobre tu cuello, y lejos de estar molesta por ello, alcanzas su pelo de nuevo, apoyándolo en su tarea hasta que deja un último y suave beso antes de revelar la marca que te ha dejado.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2022 ⏰

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