~ Capítulo 6 ~

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- ¿Acaso estás buscando alguna otra terrible excusa para vernos Christopher? Primero las postales, ahora esto,... - le dices con la sonrisa más juguetona intentando no reirte

- No me vas a dar ni un respiro, ¿verdad?- falsea un sollozo muy adorable- Pero bueno, mientras funcione... merece la pena -

Te ríes como como respuesta confirmando lo dicho y haciendo que él también se ría, justo antes de que sus ojos vayan camino a tu boca, pidiendo permiso para tomar su control otra vez.

Tiene un gran corazón y paciencia suficiente como para haber esperado durante tu conversación al teléfono, pero en verdad no puede esconder que estuvo echando de menos tu sabor todos estos minutos.

La danza de vuestros labios sube la temperatura tanto, que es casi tangible en la habitación. Tus manos acarician instintivamente su fuerte cuello y esas prominentes clavículas que siempre has admirado en la distancia.

Sus manos no han abandonado la piel de tu espalda. Una vez que consiguió llegar hasta ahí, ya no puede apartarlas.

- Hmmm... - se queja

- Qué ocurre... - le preguntas entre besos

- Esto me está molestando - tira un poco de tu sudadera, lo justo para que te des cuenta de qué está hablando mientras va dejando suaves besos a lo largo de tu mandíbula

- Oh, a mi también, pero... - es inevitable que se de cuenta de que evitas mirarlo ahora mismo

- Está bien cariño - por primera vez mueve sus manos de tu espalda hasta colocarlas en tu cara, asegurando que miras a sus ojos - cuando estés lista - finaliza calmándote con el más ligero y dulce beso en la punta de tu nariz.

Tienes delante tuya los ojos y la sonrisa más brillantes que jamás hayas imaginado.

¿Está bien de verdad aceptar todo esto? Eso parece pero, vuelves a necesitar abrazarlo fuertemente para asegurarte. Te sientes como una Cenicienta con brochas de estilista en lugar de zapatos de cristal. Pero lo que sí tienes por seguro es que la persona a la que estás abrazando es un  Príncipe de verdad, que está tratando de llevarte a su Reino.

- ¿¿¿¡¡ESPERA ESPERA!!??? - De repente, eres un koala sujetándose a árbol robusto para no caerse.

- Hora de tumbarnos y relajarnos un poco - lo dice como si no estuviese sujetándote por debajo de tus muslos como si nada, llevándote a tu cama que hasta para él era fácil de llegar porque se veía desde donde estábais.

Nunca jamás te habías sentido tan ligera. Su fuerza no es conocida por nada.

Te posa en la cama con tanto cuidado que ni te da tiempo a sentir lo blando y agradable que es tu colchón. Por suerte, tu cama es tan grande como pediste que fuese cuando te ayudaron a encontrar tu nueva casa, así que él puede echarse junto a ti sin problemas una vez que termina de acomodarte.

Los dos os miráis uno al otro cara a cara sin una sola sonrisa.

- ¿Estás bien? - Chan se preocupa por ti

- ¡Sí claro! - respondes con una melodiosa voz

Sostiene tu mano y la acerca hasta su boca, posando sus labios en el dorso de ella.

- Me preocupaba que estuviese yendo demasiado rápido otra vez... lo último que quiero es herirte ahora que por fin me atreví a acercarme a ti -

Aquí viene de nuevo, la inseguridad de Chan que tan acostumbrada estás en oirle sobre sus capacidades artísticas, pero nunca en tu vida habrías imaginado escucharlo sobre ti en tu propia cama. Además, encuentras que ambas de sus quejas son injustas viniendo de él. Es tan perfecto a tus ojos que no logras entender cómo es tan duro consigo mismo.

- Chris estás muy lejos de herirme, de verdad... - aprietas su mano levemente mientras acortas la distancia entre ambos - Es solo que... todavía estoy asimilando esto

- Oh ¿¡de verdad!? - sonríe con sorpresa

- ¿En serio te gusto lo suficiente como para poner tu imagen pública en riesgo? - el miedo habla a través de tu boca. Bajas la cabeza, avergonzada de preguntarle tal cosa directamente.

- No es "lo suficiente"... - levantas tu vista hacia él de nuevo - Cuanto más tiempo paso contigo, cuanto más hablo contigo, cuanto más te miro, cuanto más te beso, cuanto más me miras, cuando más te ríes de mi,... más me gustas.

Quizá sea por la situación de estar los dos tranquilos sobre tu cama, descansando... pero te sientes vulnerable como nunca, y hasta dejas que algunas lágrimas asomen en tus ojos.

- Hey no no no, cariño qué ocurre... - te abraza fuerte sin dudarlo

- Oh joder lo siento, no pretendía mostrarme así jaja - te ríes intentando suavizar la atmósfera.

- Está bien si lo necesitas para sentirte mejor - a lo que recibes un pequeño beso en tu cabeza - pero por favor cree en mi... Como te dije antes, no es algo a lo que esté acostumbrado. Y tampoco es que esté siendo una primera cita normal...

- Las cosas simplemente se han dado así - terminas su frase

- Sí... y no me arrepiento - aunque no te gusta separarte un ápice de su abrazo, tienes que hacerlo para poder mirarle a los ojos

- Puede que lo hagas - lo miras desafiante

- Jajajajajajaja ¿¿por qué?? - ya sabe que saldrás con algo gracioso

- Qué pasará con el backstage. Qué pasará cuando debata con nuestro líder sobre el estilismo para una actuación. Qué será de mi cuando sufra de un ataque al corazón al ver cómo te cambias la ropa - consigues que se ría a carcajadas de nuevo, poniéndose rojo al mismo tiempo - Voy a estar insoportable en esas situaciones, sabes...

- En serio cómo eres... Discutiré con mucho gusto con nuestra muy talentosa nueva maquilladora en cualquiera de nuestas salas privadas - se acerca a ti juguetón - Y sobre el otro punto...

- Sí lo se... tendré que ser profesional - suspiras

- Esa es mi chica - a lo que parpadeas rápido un par de veces

- ¿"Tu"?

- Ah es cierto, que aún no he tenido respuesta... - de nuevo su puchero de mentira

- ¿A qué? - haciéndote la ignorante

- Parece que eres tú la que no tiene ningún interés en mi... - es imposible mantener tu juego en cuanto coge tu mano de nuevo llevándola a su pecho, haciéndote sentirlo incluso a través de la ropa

- ¡Esto es muy grosero por tu parte!

- ¿En qué parte?

Exhalas, preparándote para lo que estás apunto de soltar por tu boca, porque este es el punto de no retorno:

-  Me gustas. Me gustas tanto que ni siquiera lo soporto...

Chan sonríe con satisfacción, sellando tus labios por si te arrepintieses de lo que acabas de decir y así ya no podrías echarte atrás.

Es otro beso largo, profundo y dedicado. Confesando con actos mucho mejor de lo que se puede hacer con palabras.

De repente te encuentras debajo de él. Has estado tan absorta saboreando sus labios que ni te diste cuenta en qué momento él se puso encima de ti.

- No te voy a mentir... Pero ya no puedo relajarme

Sus labios están hinchados por la fricción y su voz suena necesitada.

Los dos fijáis vuestros ojos en el otro, y entonces te das cuenta de un detalle. Algo que no has oído aún de su boca y voz, por extraño que sea...

- Y/N...

Sí, esto era. Exactamente la última señal para ofrecerle finalmente todo de ti...

This is my Kingdom come (en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora