22.

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La navidad y el año nuevo paso, tenia muy buenas expectativas para este nuevo año. A Baji y a mi todavía nos quedaba todo el mes de enero de vacaciones. 

Creí que el mes se nos pasaría volando pero con el pasar de los días, me di cuenta que el tiempo parecía ir en tortuga. Algo que no sabia si era algo bueno o malo.

Keisuke comenzó a ir con una psicóloga, la mujer era de edad avanzada y la consulta era gratis, ya que el consultorio era del gobierno y su fin era ayudar a la población de forma gratuita. Las secciones del pelinegro duraban máximo una hora y media, era una por semana. Yo lo acompañaba y lo esperaba en la recepción, cada que salia podía notar rastros lagrimas e hinchazón en sus ojos, acompañado de escurrimiento nasal y las mejillas rojas.

Se me hacia tonto preguntarle si estaba bien así que solo me dedicaba a sacarle conversación con cualquier tontería o íbamos a comer, otras veces solo guardaba silencio mientras caminábamos tomados de la mano hacia casa. Sabia que el estaba mal, ir con la psicóloga le hacia recordar malos momentos de su pasado, eso le estaba comenzando a irritar.

Llego febrero y lo único que cambio fue que ya habíamos regresado a clases, lo veía solo cuando nos íbamos juntos, en las tardes en casa. A veces no lo veía en todo el día cuando el salia con sus amigos, porque desde diciembre se quedaba en mi casa, dormía junto a mi. Mamá no puso objeción, se alegro de tenerlo en casa y notaba que solía pasar tiempo junto a Kei cuando yo no podía.





( ... )




"Mitsuya, se me volvió a enredar" Takemichi exclamo pidiendo ayuda al de cabellos platinados.

"Take, es la quinta vez, que tal si mejor lo llevas a cenar? Te quedaras calvo y me dejaras igual a este ritmo" dijo Mitsuya desenredando los hilos de lana de la gran aguja. 

Yo seguí moviendo mis dedos, manipulando el hilo y la aguja, estaba haciendo un suéter de lana azul rey, seria el regalo de Baji para el 14, tan solo faltaban tres días. 

Solo eramos nosotros tres, a mi rubio amigo que poco a poco dejaba de ser rubio pues ya se le notaban sus raíces, se le había ocurrido la idea de tejer algo para nuestros novios como obsequio por el día de los enamorados. Y como simples novatos nos acercamos a nuestro querido Mitsuya para que nos ayudara, de seguro el peliplata se esta arrepintiendo de enseñarnos.

Takemichi no lo pensó muy bien pues no se le ocurrió que estaría muy enredado, literalmente, entre hilos. Yo creí que seria una perdida de tiempo pero termine entreteniéndome con las agujas y la lana, hasta cierto punto se me hacia terapéutico.

Tal vez podría enseñarle a Kei...

Escuchando un suspiro cansado de Mitsuya y un murmuro apenado "Lo siento" de parte de Takemichi, me detuve a verlos unos momentos, riendo bajito por la situación, volví a mirar mis manos y seguí tejiendo.

"Van muchas veces que se te enreda Take, debes de querer mucho a Manjiro" le dijo Mitsuya con un tono pícaro. Sus palabras le causaron un sonrojo muy visible al rubio.

"Si pero... también quiero esforzarme para darle un regalo significativo, algo especial" respondió el aun sonrojado con un tono muy acaramelado, tanto que podría darte diabetes.

𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora