Emilia no podía creer lo que el médico le decía, era simplemente ridículo, había ido al hospital con un dolor en el brazo izquierdo.
Solo para enterarse de que estaba sufriendo un ataque al corazón.
Estuvo yendo y viniendo del hospital entre análisis, revisiones, etc. Pasó varias semanas aguantando la fatiga y las náuseas para que finalmente el doctor le diera un diagnóstico horroroso.
—Debería hacer los arreglos lo antes posible, tu corazón está bastante delicado. —Sugirió. —En cualquier momento podrías sufrir un ataque y no sobrevivir.
—¿Qué?
Alejandro balbuceó jugando con su sonaja sonriéndole al doctor cuando vio que lo miraba.
—Recomendaría arreglar los papeles necesarios sí no quieres que tú hijo vaya a un orfanato en dado caso que todo se complique.
Ella le hizo caso, a pesar de estar recibiendo el tratamiento todavía estaba preocupada de morir y dejar a su niño solo.
Contrató a un abogado ante la ausencia de Vincenzo, no hacía falta decir que estaba enojada con él por no avisar que se iba pero comprendía la razón cuando Paolo entró a su casa preguntando sí tenía información de él.
—No sé dónde está y créeme que sí lo supiera sería la primera en contactar con él. —Le dijo. —Realmente lo necesito, y sí es que tú y yo aún somos amigos te pido que me dejes en paz y no nos metas ni a mi y ni a mi hijo en tus problemas.
Paolo volvió a dejar al pequeño en el corral mirando de vez en cuando a la castaña. —Sabes que no te haría daño, aún si lo proteges sigues siendo importante para mí. Solo necesitas decirme la verdad.
—Te lo dije, no sé dónde está Vincenzo. —Ella suspiró abriendo la puerta del apartamento. —Ya tengo suficientes problemas Paolo, por favor, solo vete.
—Yo puedo ayudarte si tienes problemas. —Ofreció. —Acepta mi propuesta y todo se arreglará.
—No me voy a casar contigo, pensé que ya habías superado eso.
—Lo superé, éramos novios, te pedí matrimonio y dijiste que no, me dejaste y 2 años después preferiste casarte con un imbécil que te terminó abandonando. —Paolo sonrió. —Todo quedó en el pasado, estuve de acuerdo en quedar como amigos ¿No? Todo está bien.
—Solo vete Paolo, no te necesito siendo un idiota sarcástico justo ahora. —Emilia lo empujó fuera. —Pero quiero pedirte una cosa, solo una.
—Lo que quieras.
—Si Vincenzo aparece, no lo mates. —Al ver qué Paolo iba a protestar Emilia le hizo un gesto pidiendo que no hablará. —Considera esa petición como mi último deseo, haz una pequeña cosa por mí, te lo pido.
—¿Por qué? ¿Por qué siempre eliges a alguien más? ¿Por qué no yo?
—No es por eso, Vincenzo es el padrino de Alejandro y es la única familia que le quedaría sí muero.
—¿Morir? ¿De qué estás hablando? Eres joven todavía, no morirás pronto, no si puedo evitarlo.
Emilia sonrió derrotada. —No es algo que puedas evitar, son cosas que pasan.
—Estás ocultando algo ¿No? —Paolo frunció el ceño, estaba frustrado, Emilia siempre tuvo esa costumbre de ocultar sus problemas a todos segura de que ella podía arreglárselas. —No se lo que pasa o porque estás así pero está bien, te prometo que no mataré a Vincenzo si es lo que deseas.
No había que decir que se había sorprendido cuando Emilia lo abrazó en un intento de ocultar que estaba llorando.
—Más te vale cumplir tu promesa, si no lo haces volveré de la muerte para atormentarte. —Paolo se rió suavemente ante la voz temblorosa de Emilia.
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Padres por accidente [Vincenzo/Han Seo]
FanfictionEmilia la vecina y amiga de Vincenzo muere y le deja la custodia de su hijo a Vincenzo, el Consigliere no es alguien que adore a las pequeñas bestias llamadas niños y mucho menos sabe cuidarlos, pero afortunadamente Han Seo llega al rescate.