Padres por accidente [Vincenzo/Han Seo]

Capítulo 5

Han Seo despertó con un dolor de cabeza y unas ganas de morirse del tamaño de la luna, no debería haber bebido tanto la noche anterior.

—Estás despierto. —Vincenzo entró a la habitación con una bandeja en las manos. —Te traje el desayuno y un suero. Vomitaste bastante en la madrugada.

Han Seo suspiró de alivio. —Entonces por eso estoy sin ropa. —No quería admitirlo pero Han Seo tenía miedo de haberse vuelto loco y de desnudarse frente a Vincenzo.

Cómo cuando tenía 18 años y la policía lo había arrestado por andar desnudo en la calle y por consumir drogas, lo dejó después de eso (y por Han Seok, pero eso era un recuerdo menos felíz).

—En realidad vomitaste después. —Contestó el Italiano colocando la bandeja en la cama. —Ya te habías desnudado desde antes de eso.

Vincenzo se aguanto la risa ante la cara de horror que Han Seo había puesto.

—También intentaste desnudarme. —Contó, Han Seo soltó un chillido y se tumbó en la cama ocultando su rostro en la almohada, eso a Vincenzo le pareció adorable. —Y te pusiste a bailar sobre la cama cuando no pudiste desnudarme.

Bien, Han Seo podía ir al mar y ahogarse en su vergüenza JAMÁS se había sentido tan avergonzado como en ese momento.

Incluso cuando se puso a bailar en la estación de policía no se había sentido tan avergonzado como en ese momento estando en la cama de Vincenzo.

—Lo siento, no volveré a beber de esa manera.

—Eso espero, al menos no debes emborracharte en público ¿Cómo podría evitar que la gente te mire desnudo? —Vincenzo se rió suavemente. —Tendría que sacarles los ojos si se atrevieran a mirarte.

Han Seo se levantó dejando la almohada a su lado. —Eso es muy excesivo. —Señaló rodando los ojos, no creía que Vincenzo se atrevieran a hacer algo así.

—Situación drástica, medidas drásticas. ¿Quieres mermelada en el pan?

—Yo puedo hacerlo, tengo resaca, no estoy enfermo. —Se quejó Han Seo quitándole el pan de las manos. —¿Dónde está el Bebé? No lo he escuchado llorar o hacer ruido.

—Esta torturando a Luca con un vídeo de Youtube. —Respondió llenando el vaso con jugo de naranja. —Tengo la sensación de que Luca va a terminar con la canción del Bebe tiburón en su cabeza toda su vida, incluso yo no puedo sacarmela de la cabeza.

Han Seo sonrió ampliamente, esa sonrisa que le hacía enseñar sus encías y era la debilidad de Vincenzo.

—Es una canción pegajosa. —Dijo dándole una mordida al pan. —Por cierto, ¿Podrías olvidar el ridículo que hice anoche?

—No lo creo, ni en un millón de años podría olvidar como te pusiste a bailar de una manera tan provocativa.

—¿Yo hice eso? —Han Seo se sonrojó. — ¡Pensé que era un baile más normal! Cómo tratar de ser cool o algo así.

Vincenzo se burló. —Estoy seguro de que lo llamaste 'Baile Sexy'

—Ay, dios. —Han Seo quería poder borrar la memoria de Vincenzo, ¡Había hecho el ridículo más grande de su vida! —No hice nada más que fuera vergonzoso, ¿Verdad? —Preguntó arrugando la nariz.

Para su alivio Vincenzo negó con la cabeza después de pensarlo unos segundos.

—No, nada que recuerde.

—Menos mal, habría pensado que trate de manosearte o algo así.

Espera un minuto…

—Ese es mi trasero.

—Oh, ¿En serio? Es suavecito, ¿Puedo usarlo como almoh-Mmgh?

Vincenzo salió de la habitación antes de que Han Seo gritará:

—¡NO PUEDE SER! ¡AY, DIOS MÍO QUÉ VERGÜENZA!

Durante el resto del día Vincenzo se deleitó con el sonrojó de Han Seo, cada que Vincenzo lo miraba o lo atrapaba mirándolo Han Seo se sonrojaba de un rojo brillante.

Era algo lindo por lo que Vincenzo se aprovechó y tomó un par de fotografías para el horror de Han Seo.

—¡Me siento avergonzado! ¡Te toque de esa manera! ¿Por qué no me corres?

—¿Por qué iba a hacer eso? Me gusta que estés aquí.

—Pero yo…—yo te manosee como fruta de mercado. Pensó decir, pero no sé atrevió.

—Han Seo, si no hubieras estado tan borracho habría dejado que tocaras lo que quisieras.

—¿Qué?

—¿Cenamos spaghetti está noche? Creo que todavía queda algo en el refrigerador.

—¡No cambies el tema! —Han Seo frunció el ceño, el bebé que había estado jugando en el corral le dió una mirada antes de echarse a llorar.

Han Seo lo cargó en sus brazos y lo arrulló en su pecho.

—Lo siento bebé, no te gritaba a tí, le gritaba a tu padre. —Dijo, dándole una mirada enojada a Vincenzo.

Vincenzo se burló arrugando la nariz con una sonrisa. —Si yo soy su padre tú también lo eres. —Sentenció el Consigliere. —No puedes escapar.

—Bueno, no podría dejar a este pobre bebé contigo Marito. —Respondió Han Seo devolviendo al pequeño Alejandro a su corral cuando dejó de llorar. —No sabes cuidarlo bien sin sufrir un colapso.

—¡Oye! —Se quejó el Italiano, aunque era verdad Han Seo no tenía porque exponerlo así.

Han Seo sonrió alzando su barbilla con orgullo. Vincenzo lo perdonó porque Han Seo se veía tan hermoso cuando sonreía.

Porque Han Seo merecía sonreír más que nadie en el mundo. Al igual que el pequeño monstruo y Vincenzo se encargaría de hacerlos felices a ambos.

No lo he dicho pero los capítulos de este fic van a ser cortitos (como de entre 900 a 1,200 palabras)

Más porque son situaciones divertidas, tiernas o familiares entre el VinSeo y el bebé jsjsjs 💖💖

PD: También, TikTok me bloqueó y no me deja subir videos hasta quien sabe cuánto tiempo. 😭😭