Dos meses después de que Han Seo llegará a Pagliuzza Alejandro ya estaba comenzando a gatear. Fue sorprendente como el pequeño había crecido en tan poco tiempo.
—¿Pero es necesario que destruyas la pintura de mi pared? —Preguntó Vincenzo viendo como Han Seo rayaba la pared con un crayón rojo mientras el pequeño monstruo se dejaba apoyar con pies temblorosos.
Han Seo rodó los ojos. —No seas exagerado, no destruí nada solo es un rayón pequeñito.
—La pintura de esta casa costó miles de dólares… —Han Seo negó divertido ante el puchero del Italiano. —No te burles de mi, Sono tuo marito! Merezco respeto.
—Sí, sí, vamos a desayunar. —Alejandro se rió aplaudiendo ante la mención del desayuno. —¿Ves? Él tiene mucha hambre.
—Porque su estómago es un agujero sin fondo. —Se quejó. —Ha acabado con 3 botes de papilla en una semana.
—Los niños necesitan mucha comida. —Dijo Han Seo sentando al pequeño en su silla. —¿Por qué crees que tener un bebé es tan costoso? Además, eres rico. —Vincenzo se sentó a la mesa dejando que Han Seo le pusiera la servilleta en el cuello. —Gastas millones de dólares en pintura que pudo costar 200, ¿Qué es eso comparado con 3 botes de papilla a la semana?
Han Seo se sentó a su lado con una sonrisa. Vincenzo suspiró, no podía ganarle a esas tácticas de persuasión tan avanzadas que Han Seo tenía. —Bien, está bien, puedes seguir arruinando la pintura con las crayolas. —Accedió, porque ¿De verdad era tan malo? Solo era pintura ¿Verdad?
—Luca me dijo que va a haber una fiesta.
Vincenzo asintió. —La fiesta de Santa Rosalía, es una tradición Siciliana que dura toda la noche.
—¿Podemos ir?
—Va a haber mucha gente, no creo que llevar a un bebé sea buena idea.
Han Seo asintió. —Tienes razón, ¿Lo transmiten en la televisión? Me gustaría verlo, Luca dijo que incluso lanzan fuegos artificiales.
—Podemos verlo juntos cuando el pequeño monstruo se quede dormido.
—¡Sería genial! Ha pasado mucho desde que tuvimos tiempo a solas, extraño cuando me invitabas a comer ramen en tu apartamento.
Luca (que había entrado al comedor justo en ese momento) se quedó quieto al escuchar las palabras de Han Seo, le dió una mirada significativa a Vincenzo mientras dejaba la olla con el spaghetti en la mesa y se despedía haciéndole un gesto de aprobación señalando a Han Seo.
Vincenzo se llevó la mano a la cara ocultando su vergüenza, se había arrepentido de contarle a Luca el significado que tenía invitar a alguien a 'comer ramen' en Corea.
—No lo digo mucho pero Luca es un gran cocinero, —Han Seo le puso el babero al pequeño Alejandro antes de servir la papilla en el plato. —¿Crees que quiera enseñarme a cocinar?
—Puedes preguntarle sí quieres.
—¡Lo haré!
El resto del día se fue una tortura para Vincenzo, el reloj parecía ir más lento de lo que debería, ¿Cuánto tiempo más tendría que esperar para estar a solas con Han Seo sin que el pequeño monstruo acaparará la atención?
—Ha estado mirando el reloj en la pared desde que empezamos a trabajar, ¿Sabe que eso no hará que vaya más rápido?
—No he estado mirando nada, no sé de qué hablas. —Vincenzo volvió su mirada a los papeles intentando prestar atención a la información, información que por momentos pasaba a ser el reloj de la pared porque de alguna manera su mirada siempre se desviaba para comprobar sí el tiempo ya había avanzado algo. —¡Olvida el trabajo! Tomemos un descanso.
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Padres por accidente [Vincenzo/Han Seo]
FanfictionEmilia la vecina y amiga de Vincenzo muere y le deja la custodia de su hijo a Vincenzo, el Consigliere no es alguien que adore a las pequeñas bestias llamadas niños y mucho menos sabe cuidarlos, pero afortunadamente Han Seo llega al rescate.