CAPITULO 1

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CAPÍTULO UNO❝ REENCUENTROS ❞

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CAPÍTULO UNO
❝ REENCUENTROS ❞

Australia, 201811 años después 26 años

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Australia, 2018
11 años después
26 años

Mi cabello castaño ondeaba en el aire mientras el Porsche 911 Cabrio color rojo rebasaba un poco el limite de velocidad, con Hold My Hand de Jess Glynne de fondo siendo más llevadero el camino que me dirigía hacia casa de Madison, mi mejor amiga. Nos habíamos conocido hace cinco años en la central de la FEMF de Australia, cuando ella era sargento y yo teniente, y para ser honesta era la amistad más sincera y larga que he tenido a tal punto de ser uña y mugre.

Estábamos a 6 de febrero, por lo que quedaba una semana para su cumpleaños y los días de festejo estaban empezando. Después de una hora de viaje, aparqué en la calle Kalgoorlie donde se encontraba el condominio de departamentos de la morena que tenía como amiga.

—Hey, George.—Saludé al guardia de seguridad subiéndome los lentes Versace a la cabeza.

Aunque usualmente los hombres que trabajan en estos puestos eran señores ya de gran edad, pero George no pasaba de los treinta, hasta podía decir que estaba cerca de mi edad.

—Señorita Morgan, veo que pudo recuperar su auto. Me alegro.

Reí haciendo una mueca al final. Si algo llevaba cargando en mi apellido era que todo lo tomábamos al extremo, cuya cosa se pudo reflejar en mi momento descabellado donde me atreví a manejar ebria. Pensé que era mi día de suerte, de esos días que por más que supieras que el karma podia llegar por tú comportamiento, no llegaba por obras divinas.

Pero no fue así, me llegó el karma y lo siguiente que recordaba era tener a Regina molesta en el teléfono por mi imprudencia y a Tío Reece ayudándome a sacar mi auto del corralón. Al menos Alex no se había enterado y mucho menos los medios.

—Ni me lo recuerdes. Aún tengo que pagar la multa...—Me puse de nuevo los lentes cuando vi a Madison salir.—con creces y directamente a mi abuela.

El rubio hizo una mueca y yo asentí.

—Fue un gusto verla.—Bajó un poco la cabeza tras que Madison se subió al auto.

SWEET DANGER, ilenko romanov Donde viven las historias. Descúbrelo ahora