Disfuncional y torpe omega || BaekYeol

🍯🐝

••• Sookai.

" tu deber es morir una vez tu amo fallezca, 88"

Esa orden sigue y sigue dando vueltas en mi cabeza. Debía acatarla, debía obedecer ante todo. Mi dueño, mi amo estaba postrado en el suelo, ahogado en su propia sangre.

Mi mente tratando de recordar si fue dejada alguna cosa más por hacer antes de morir junto a él. Nada, no recuerdo nada.

Se supone que fui entrenado para asesinar sin piedad y lo he logrado sin dudar. También fui entrenando para morir en algún momento, pero para eso, aún no estaba listo. Mi amo llevo una vida tranquila, diferente a los demás, lo último que pidió fue que muriese con él cuando su momento llegara. Su único pedido codicioso y egoísta. Acepte porque fue una orden, no una sugerencia. No existen las sugerencias.

El hombre había muerto por su propia mano,  sus finanzas iban de mal a peor, su vida social decaía cada vez más y ya no tenía nada que ofrecer para ese mundo tan oscuro y siniestro. Todo por hacer enojar a ese hombre.

Nunca me pidió matarlo, con él no tuve que hacer ese trabajo. Mi trabajo era solo cuidarle y cuidar a su familia, pero incluso su propia familia le dio la espalda a penas se hizo pública su banca rota.

Esa familia la cual el dio sus mejores lujos y sus mejores esfuerzos por mantener su estricta forma de vida de codicia. Todos eran así, al final de cada historia.

El hombre falleció después de un tiempo, se clavó la daga con la que aparecí en ese orfanato. Con la que mate varias veces, el se termino por quitar la vida. Mi turno seguía. Según mis recuerdos.

La puerta de la habitación se abrió, giré mi cuerpo y me alejé rápidamente mirando a quién había entrado. Es un hombre, es  un alfa, su aura es fuerte y sofocante. Detrás de él viene alguien que sonríe contento, como si fuese un gato, sus ojos brillan con diversión y pasa hacia adelante dejando a ese hombre para posicionarse encima del cadaver de cuclillas mirando donde se había auto lesionado.

— ¡oh, se murio! Esta muerto, ¿como sucedió? — su mirada subió y se posó sobre mi, su sonrisa se ensanchó tanto que temblé un poco aún alerta a los dos hombres. — ¿o fuiste tu, lindura?

Niego varias veces. Podía matar a este hombre, podría hacerlo, pero no tengo amo y debo hacer su última petición. Debo matarme.

Con un movimiento rápido me lanzo sobre el cadaver tomando la daga, el hombre de mirada gatuna sonríe mientras se aleja de mi con acrobacias ligeras y perfectas hasta colocarse al lado de él alfa. Quién parece un poco molesto, el olor llega a mi nariz. Me sorprende que no esté asustado.